Los arqueólogos han descubierto evidencias de una antigua lengua desconocida -enterradas en las ruinas de un palacio de 2.800 años de edad de Oriente Medio.
El descubrimiento es importante porque puede ayudar a revelar los orígenes étnicos y culturales de algunos de los primeros "bárbaros" de la historia -tribus de las montañas que, en aquellos milenios, se aprovechaban de las primeras grandes civilizaciones, las culturas de los principios de Mesopotamia, en lo que hoy es Irak .
La evidencia de la lengua, perdida hace mucho tiempo - probablemente hablada por un pueblo, hasta ahora desconocido, de los montes Zagros, al oeste de Irán - fue hallada por un arqueólogo en la Universidad de Cambridge que descifró una tableta de arcilla de escritura antigua, descubierta por un equipo de excavación internacional, en un palacio de un gobernador asirio en la antigua ciudad de Tushan, al sureste de Turquía.
La tableta reveló los nombres de 60 mujeres, probablemente prisioneras de guerra o víctimas de un programa asirio de deportación. Sin embargo, cuando el arqueólogo de Cambridge -Dr. John MacGinnis- comenzó a examinar en detalle los nombres, se dio cuenta de que 45 de ellos no se parecían a ninguno de los miles de antiguos nombres del Medio Oriente ya conocidos por los eruditos.
Debido a que los antiguos nombres del Medio Oriente son normalmente compuestos, confeccionados, en forma completa o abreviada, con palabras comunes del léxico local pertinente, la naturaleza única de los misteriosos 45 nombres de la tableta, es considerado por los estudiosos como la evidencia de una lengua desconocida hasta ahora.
El texto de la tableta de arcilla originalmente formaba parte del archivo del palacio, utilizado por los funcionarios imperiales asirios locales para registrar sus decisiones administrativas, políticas y económicas.
Las 60 mujeres (incluyendo las 45 con la evidencia de ser de una lengua desconocida) fueron casi con toda seguridad “movilizadas” por las autoridades del palacio para algún propósito económico (potencialmente una actividad artesanal femenina como tejer). De hecho, el texto menciona que algunas de ellas estaban siendo asignadas a determinados pueblos de la zona.
Los nombres de nacimiento de las mujeres, las pruebas de la lengua perdida, incluyen Ushimanay, Alagahnia, Irsakinna y Bisoonoomay.
Ahora los arqueólogos y expertos en lingüística deberán analizar los misteriosos nombres con más detalle para tratar de descubrir si el orden de las letras, o su frecuencia, muestra similitudes con lenguas antiguas previamente conocidas, con las que este misterioso lenguaje podría estar relacionado.
Las 45 mujeres se cree que provienían de algún lugar del centro o el norte de los Montes Zagros, porque esa es la única área en la que los asirios estaban militarmente activos en ese momento y donde las lenguas antiguas son todavía, en gran parte, desconocidas.
Es probable que las mujeres fueran trasladadas obligatoriamente de su patria en los montes Zagros y asignadas para trabajar cerca de Tushan en algún momento en la segunda mitad del siglo 8 a.C., probablemente como resultado de las conquistas llevadas a cabo en los Zagros por los reyes asirios Tiglat Pilasser III o Sargón .
La excavación del palacio de Tushan se está llevando a cabo por un equipo arqueológico alemán dirigido por el Dr. Dirk Wicke de la Universidad de Maguncia, como parte de una investigación arqueológica en la antigua ciudad asiria dirigida por el profesor Timoteo Matney de la Universidad de Akron en Ohio. Los detalles completos sobre el descubrimiento de los nombres se publican en la edición actual del Journal of Near Eastern Studies.
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