Vía: Terra | EFE| 1 de mayo de 2011
La tecnología moderna y el pasado paleolítico se unen en un nuevo museo en Krapina (Croacia) para ofrecer al visitante un original viaje por la evolución de la vida, centrado en la aparición y existencia de un ser que puede considerarse al menos en parte nuestro antepasado: el neandertal.
Lo expuesto refleja las conclusiones de los más recientes descubrimientos científicos, que confirman que el neandertal es, contrariamente a lo que se creía antes, un poco nuestro antepasado, aseguró a Efe el paleontólogo croata Jakov Radovcic, que junto con el arquitecto Zeljko Kovacic proyectó el museo.
El museo "recuerda a la matriz, el caracol", donde el visitante se mueve "cual una Alicia en el país de las maravillas" por "la interesante historia del Universo, la Tierra y la Humanidad", explicó Kovacic.
Fascinación despiertan sobre todo los dioramas con figuras realistas de 17 individuos neandertales -hombres, mujeres y niños- de Krapina, localidad del norte de Croacia situada junto a uno de los yacimientos de restos de este hombre primitivo más importantes del mundo, Husnjakovo.
Elaborados por la escultora francesa Elisabeth Daynes, los dioramas representan una reconstrucción de la vida de hace 130.000 años en base a los huesos de 70 neandertales hallados en Husnjakovo. Su análisis científico ilustra claramente que esa vida era difícil y dolorosa, con muchos peligros, enfermedades y lesiones.
Se muestran así a familias del paleolítico cazando, elaborando utensilios en su cueva, o cortando carne, pero también otras situaciones más dramáticas. Un neandertal en estado de coma que otros cuidan o un lisiado en situaciones de su vida cotidiana revelan cómo ya entonces la supervivencia tenía carácter comunitario y requería la protección a los más débiles.
Las figuras, pelirrojos con cráneo grande de solo unos 1,58 metros de altura, son tan realistas que tienen incrustados pelos humanos auténticos en una piel hecha de materiales especiales.
Ya en el siglo XIX fueron hallados, en una cueva de Husnjakovo, alrededor de 900 huesos fósiles del Neandertal, numerosos utensilios de piedra y restos fósiles del oso cavernario, del lobo, del alce, del gran ciervo, del rinoceronte lanudo, del bovino salvaje y otros animales de hace unos 130.000 años.
"También A. Rosas, J. L. Arsuaga, M.D. Garralda, C. Lalueza Fox y muchos otros especialistas españoles estudiaron la colección de los neandertales de Krapina y estoy muy contento de que sus conocimientos hayan sido asimismo incorporados en el marco científico de nuestro museo", comentó Radovcic.
La elaboración del genoma del Neandertal probó que este homínido no se extinguió por completo, como se suponía, sino que los europeos somos entre un 1 y un 4 % sus descendientes. El borrador del genoma, producido a partir de muestras del yacimiento croata de Vindija, indica que posiblemente hubo un ser híbrido, mezcla del Homo sapiens con el Homo neanderthalensis, durante algún tiempo. "La elaboración del mapa del genoma Neandertal, publicado el año pasado, es un gran descubrimiento", subraya Radovcic.
La muestra empieza con una película sobre la vida de neandertales en la que actúan actores croatas. Luego, por un camino en espiral que marca las etapas evolutivas desde la aparición del universo por la "Gran Explosión", se observa el desarrollo de las galaxias, de nuestro sistema solar, la evolución de nuestro planeta y sobre todo la aparición de la vida y su desarrollo, hasta los primates y el Homo sapiens.
Todos los sentidos del visitante participan en esta odisea, que concluye con el viaje del Sapiens al espacio ultraterrestre, gracias una ingeniosa presentación multimedia. Efectos táctiles, sonidos como rugidos de un Tyrannosaurus rex, olor de carne al fuego y de animales se combinan con la visión de esqueletos y lugares de información para dar una visión amplia de los conocimientos del hombre sobre sí mismo.
Entre otros, uno puede someterse a un análisis informático para averiguar en qué medida se parece al Homo sapiens original, o al Homo neanderthalensis.
TERRAE ANTICVAE