En su entrada principal de lo sucedido el 11 de septiembre del 2001, Wikipedia, la enciclopedia "libre", censura toda mención a las teorías de la conspiración que pululan en torno a los hechos.
Como sueles suceder en Internet, cuando una persona busca conocer información supuestamente objetiva recurre a Wikipedia, la fuente más cómoda para informarse rápidamente, confiando en la máxima de la inteligencia colectiva. Y este ha sido el caso en el mes de septiembre, a diez años de los ataques del día 11. El New York Times calcula que la entrada “September 11 Attacks” tendrá más de 6 millones de vistas solo en este mes.
Por otra parte existe también el artículo “9/11 Conspiracy Theories”, el cual tal vez se acercará al millón de vistas en el mismo periodo.
Lo que salta aquí es que el artículo principal de los ataques del 11-S no hace ninguna mención a las conspiraciones o a alguna información que ponga en duda la versión oficial de los sucedido y, al final, entre los varios enlaces al contenido relacionado, no se incluye el artículo de las conspiraciones.
Cualquier persona puede, en teoría, editar una entrada de Wikipedia, sin embargo, como seguramente se ha dado cuenta quien lo ha intentado, es difícil que una edición se mantenga por mucho tiempo si no se es parte del círculo cerrado de este sitio; las miles de personas que habrán intentado incluir las conspiraciones como parte de la perspectiva total de dicha entrada —que presume de exhaustiva— se habrán enfrentado a la celosa edición de la historia de este sitio.
No es accidental que esto ocurra: Wikipedia tiene una política conservadora definida en torno al 11 de septiembre, como si fuera un medio estilo CNN o Fox News.
“Una de las razones por las que el artículo del 9/11 ha sido llevado a una dirección bastante conservadora —no me refiero políticamente— es porque tantas personas leen ese artículo”, dice Brad Matesku, parte del comité que resuelve disputas en la edición de los artículos de Wikipedia.
Pese a que Wikipedia se jacta de establecerse bajo un espíritu democrático, no hay ninguna referencia que aluda a versiones alternativas de lo sucedido el 9/11: ninguna mención de las celebridades que han argumentado la posibilidad de una conspiración (como David Lynch, Geraldo Rivera o Charlie Sheen), ninguna mención del grupo de 1,500 “arquitectos e ingenieros por la verdad del 9/11″, ninguna mención de la encuestas que muestran que por lo menos la tercera parte de los estadounidenses piensa que el gobierno está encubriendo los hechos. Nada, ni siquiera una refutación —un debunking— de estas teorías o una reflexión sobre cómo se recurre a las conspiraciones en las crisis. La táctica es que dentro del universo cerrado de ese artículo, no existen.
El director de Wikipedia, mostrando cierta cuouta dictatorial, en respuesta a las demandas de incluir información sobre las conspiraciones, ha dicho: “Como muchos temas en los margenes ha sido inadecuadamente (aunque no intencionalmente en muchos casos) promovido, dando a los lectores y tal vez a los motores de búsqueda la impresión de que tiene significado cultural cuando en realidad no está apoyado en fuentes confiables. No quiero suprmir la verdad, solo quiero darle su verdadero peso”. Para Harrison las teorías de conspiración no tienen significado cultural, quizás de una manera extraña estas manifestaciones sean parte de grupos no-culturales, es decir seres inhumanos.
Si bien existe la entrada específica de las conspiraciones del 11-S en Wikipedia, con sus infaltables refutaciones y tendenciosa redacción, el hecho de que no sean incluidas en la entrada principal constituye una clara aberración de su supuesta ética. Por una parte esto hace que cuantitativamente millones de personas no lean sobre las conspiraciones y, por otra, reduce argumentos sólidos a teorías marginales, conspiratorias, dentro de un marco que las deslegitima desde un inicio influyendo de esta forma en la mente de los lectores.
No es casualidad que la organización israelí radical, Yisreal Sheli, dé cursos a sus miembros para saber editar entradas de Wikipedia y así favorecer la percepción del estado de Israel; es evidente que Wikipedia puede usarse como un brazo de una agencia de inteligencia o como un medio de propaganda. Si hoy Wikipedia se ha convertido en la enciclopedia del mundo, toma más fuerza que nunca la frase de “la historia es de quien la escribe”, sobre todo si esta es completamente editable. Y Wikipedia crea la falsa impresión de que en la era de la información todos editamos esta historia, o de que esta se edita conforme a la objetividad democrática, cuando en el fondo hay una ideología política y una serie de intereses que tejen la trama.