Tal y como funciona actualmente la justicia y la política en nuestros queridos y desarrollados sistemas democráticos, no hay la menor duda de que el amianto o asbesto ha sido, es y seguirá siendo la causa de millones de terribles muertes por todo el planeta a pesar de que hace más de 80 años que el asbesto fue reconocido como material mortal y prohibido en muchos países. El cáncer provocado por el amianto puede aparecer incluso hasta 30 años después de haber respirado o haber estado en contacto con las fibras del polvo de amianto resultando prácticamente imposible demostrar quién fue el culpable de ello. Cuando el polvo de amianto se esparce por el aire, las fibras de amianto se pegan a la ropa o a la piel y la persona queda fatalmente expuesta a la muerte. Se están produciendo casos de tumores en mujeres y niñas que nunca trabajaron con amianto. ¿De dónde salieron las fibras para matar a estas personas?
Conocedores de todo esto, nuestros queridos y vendidos políticos que nos gobiernan siguen haciendo la vista gorda a la producción, exportación e importación de este criminal asesino que vive entre nosotros, las corruptas y asesinas industrias productoras de este material en su día cambiaron el nombre de amianto disfrazándolo por el de crisotilo (amianto blanco) para evitar problemas legales y, ahora se están exportando millones de toneladas de este polvo mortal desde lugares como Canadá, Rusia, Kazajistán y China a todo el planeta.
AMIANTO y CRISOTILO nos rodean por doquier, se encuentran ocultos en los materiales de la construcción y de los hogares en los que vivimos, techos, tejas, tuberías, incluso en los termos que utilizamos para beber, frenos y embragues, arandelas, juntas, lámparas de jardín, en el fibrocemento, en baldosas, azulejos y en los respaldos de las láminas de vinilo.
Cada vez que lijamos un material de este tipo lo más probable es que al hacerlo se liberen fibras al aire que puedan contaminar nuestro organismo, lo mismo ocurre con las láminas de vinilo cuando las quitamos. Las cañerías de vapor, las calderas y los conductos para hornos también cuentan con dicho material, todos estos elementos se encuentran aislados con mantas de asbesto (amianto) o cinta de papel del mismo material. Las juntas para puertas de hornos y estufas de leña o carbón, junto con los tableros de fibra prensada, contienen amianto; los últimos se utilizan como aislamiento alrededor de las calderas y estufas. Estos elementos pueden desprender fibras al aire cuando se corten, rompan, lijen, o rasguen. Créase o no, el asbesto está por todas partes, cuando decidimos remodelar nuestra casa y llevar a cabo procesos de insonorización o decoración es muy probable que estemos en contacto con dicho material. Los rociadores que se aplican en las paredes o los cielos rasos contienen amianto; los materiales flojos o dañados por el agua pueden soltar fibras de asbesto. Los techos, las tejas, los enchapados de paredes externas hechas de asbesto-cemento contienen amianto, por eso se aconseja no serruchar ni perforarestos materiales.
Quizás lo más grave si cabe es que incluso se ha llegado a encontrar las fibras de amianto en ciertas bebidas gaseosas o en prendas textiles.
Si en algo aprecia su vida y la de sus seres queridos, vea el siguiente reportaje y difúndalo a todo el mundo.
Fuente: chemtrailsevilla