Bajo los restos de las termas de Trajano, en Roma, un grupo de arqueólogos halló en 1998 un fresco de gran tamaño. A pesar de su deplorable estado, resultado de la humedad y las filtraciones de agua, la pintura mostraba claramente la representación de una ciudad con mar. Años después la noticia llegó a oídos del arqueólogo Ángel Ventura, profesor de la Universidad de Córdoba, que se impuso el difícil reto de determinar qué urbe de la antigua Roma podría ser esa. Consultó un gran número de fuentes documentales y empezó a comparar la pintura con imágenes de las principales ciudades portuarias del Mediterráneo. Después de un exhaustivo trabajo, llegó a la conclusión. La 'cittá dipinta' era Gades, la Cádiz romana.
Fuente: Ana Leñador | La Voz Digital.es, 23 de diciembre de 2011
Reportaje fotográfico: Roma, Colle Oppio - Autore: © Giovanni Lattanzi
En 2007 presentó su investigación en forma de conferencia en el Museo de Cádiz, y tres años después la plasmó en un libro, titulado 'Arte romano de la Bética'.
Según Ventura, se trata de una hipótesis, pero «desde el punto de vista topográfico, encaja».
Hace un par de años los italianos empezaron a restaurar el fresco, pero la llegada de la crisis provocó que se pararan los trabajos. Aun así, son muchos los fragmentos de estuco hallados en las inmediaciones y los arqueólogos esperan encontrar alguna inscripción que aclare el misterio.
El fresco, de unos diez metros cuadrados, no es visible, ya que se encuentra a siete metros de profundidad. Se encontró en el criptopórtico de las Termas de Trajano, en el llamado 'Colle Oppio', una de las siete colinas de Roma. «En su día, se pintó en el lado derecho de un arco, de la portada de un edificio público», sostiene Ventura. Aunque el arqueólogo no puede afirmar el uso del mismo, cree que podría estar vinculado al abastecimiento de alimentos, posiblemente «una prefectura destinada a controlar las importaciones».
Como la pintura estaba en la parte superior derecha del tímpano, Ventura se atreve a decir que siguiendo la simetría, «es muy probable que a la izquierda hubiera otra ciudad pintada». Su osadía sigue. «Podría ser Alejandría, y que los dos frescos representaran los extremos del mundo», los confines del Imperio.
El fresco data del año 70 d.C., es de época Alto Imperial. Treinta años después, Trajano decidió aprovechar los cimientos de este edificio para construir sus famosas termas, costrumbre extendida en la época. «Construyó encima, por eso se ha conservado tan bien el edificio», aclara el arqueólogo de la UCO.
Una ciudad concreta
Desde el primer momento del hallazgo, los arqueólogos se dieron cuenta que el fresco representaba una ciudad concreta y no ideal, dado su peculiar urbanismo. Según Ángel Ventura, el profesor Larocca, el primero en dar a conocer el descubrimiento en Italia, se decantaba por una ciudad italiana. «Ya se sabe, los italianos apuntaron hacia casa», bromea Ventura.
El español recuerda haber tenido en cuenta antes otras opciones: Cartagena, Tarragona e incluso Valencia. Pero no, en la pintura aparecían las columnas de Hércules.
De confirmarse la hipótesis del profesor Ventura, estaríamos ante un descubrimiento de primer orden, que pondría de relieve la importancia de Gades en la Roma de entonces. Asimismo, se trataría, ni más ni menos, que de la primera representación de la capital gaditana.
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