Emisario de la Hermandad Blanca
Débora Goldstern

"Desapareceré de Europa, para ir a la región del Himalaya.
Allí descansaré.
Tengo que descansar.
Dentro de ochenta y cinco años se me volverá a ver”.
Saint Germain, 1790
La figura de Saint Germain evoca uno de los misterios más fascinantes y perturbadores, dentro del universo de los enigmas. Inspirador de los relatos más audaces, su leyenda perdura hasta nuestros días, envuelto en un sin fin de rumores, donde el inmortal conde pervive, a pesar del tiempo transcurrido desde que desapareciera del ojo público.
Desde Crónica Subterránea legamos una vez un informe donde “otro Saint Germain”, se aparece bajo una aureola muy distinta a la que estamos por reseñar, siendo una “contracara” perversa, que poco se asemeja a la criatura que supo encandilar a la Europa de sus contemporáneos.
Uno de los primeros escollos que encontramos al tratar de reconstruir su vida, es la poca visión integradora de la información existente, que no parece capaz de profundizar en el “más allá de Saint Germain”, perdiéndose en datos confusos, y que pretenden racionalizar a este personaje, evitando tratar su costado mítico, que es la clave para acceder a su interior.
Por otra parte Saint Germain es erigido por muchos grupos de corte esotérico como el ideal supremo, que representa el espíritu de muchas de estas órdenes, donde su aspecto mágico y paranormal, termina muchas veces opacando su verdadera esencia.
Nuestro viaje al corazón de Saint Germain llevó incursionar en muchas lecturas, aunque para ser sinceros, salvo la mirada siempre certera de Andrew Thomas, autor más que conocido dentro de este blog, no encontramos sino un conjunto de historias deshilvanadas, que como ya dijimos carecen de una visión integradora, lo cual convierten a nuestro conde dependiendo de la mirada interesada, en un personaje incomprendido, fantástico, fraudulento, o esquivo, lo cual resulta poca evidencia en tratar de dilucidar cual fue la real misión, que motivó la presencia del conde en la Francia pre-revolucionaria.
Como dijimos, este repaso bibliográfico que emprendimos, centró nuestra mirada en Andrew Thomas[1], porque creemos es quién mejor refleja a Saint Germain, ya que este autor no solo contempla la vida del conde desde una óptica histórica, sino que descubre su vinculación esotérica que conduce hacia los caminos de la Hermandad Blanca, del cual Saint Germain fue uno de sus hijos dilectos, como a continuación veremos. Valga decir que Thomas fue además un iniciado rosacruz, que le confieren una voz especial, puesto que sin esta condición, es imposible lograr comprender el universo Saint Germain.
Veamos los datos recogidos. No hay referencia válida sobre año de nacimiento y deceso, el conde aparece de un día para otro presentándose en la Francia Luis XV, introduciéndose de inmediato en las esferas más altas de la corte, llegando a confraternizar con el mismo rey.
Según la descripción legada “era de estatura media, de bella prestancia y constitución robusta. Se dirigía a los grandes personajes sin consideración de rango o título, mientras que con las personas sencillas era simple y bueno. El conde se sentaba a la mesa de los reyes y de los príncipes, pero no probaba ni alimento ni vino alguno. En su casa su alimento habitual se componía de un planto de sémola, lo cual recordaba poco o más o menos la comida corriente de los tibetanos: la cebada”.
Otras características lo definen como un músico consumado, ya que tocaba maravillosamente el violín, que para algunos podría llegar rivalizar con el mismísimo Paganini. Contaba con el “don de lenguas”, pudiendo expresarse en varios idiomas tales, como “el francés, alemán, italiano, inglés, ruso, portugués, español, griego, latín, sánscrito, árabe y chino”, una verdadera babel que asombraban a sus conocedores. A esto debemos sumarle, sus hazañas alquímicas, que le hacían poseedor de una fortuna incalculable, así como los rumores sobre su envidiable lozanía, cuya edad no se correspondía con su poseedor.
Digamos que Saint Germain no estaba destinado a pasar desapercibido, sino que su misión era precisamente introducirse en las altas esferas europeas, para inducirlos a cambiar de actitud, ante los hechos que estaban por conmocionar aquella Europa monárquica que ya no atendía las suplicas populares que ansiaban cambios a su deplorable situación, donde reinaba la pobreza más esclavizante. Es por eso que de pronto vemos al conde realizando extraños viajes que lo llevaban de un lugar a otro, para tratar de llamar la atención hacia esta causa, y así evitar un derramamiento de sangre, lo cual finalmente como las historia enseña, no pudo ser impedido. Podríamos hablar de fracaso, pero si repasamos una vez más las acciones emprendidas por Saint Germain, vemos que su venida significó un soplo de esperanza, porque demuestra que la Humanidad tiene quién vele por ella, a pesar de su testarudez.
Si alguien duda sobre la relación Hermandad Blanca –Saint Germain, debe entonces adentrarse en el único escrito que se conserva de este fascinante personaje, y que a todas luces revela a un iniciado de primer grado. El texto se conoce como “La Muy Santa Trinosofía”[2] y se conserva actualmente en la Biblioteca de Troyes, Francia. De por si su lectura es intrincada y sumamente simbólica, pero escudriñando el velo, encontramos señales de nuestra búsqueda del siempre esquivo “mundo subterráneo”.
Como siempre, juzgue el lector.
CAPITULO I
Era de noche, la luna oculta por las nubes sombrías no emitía más que un brillo incierto sobre los bloques de lava que rodean el cráter (de volcán apagado). La cabeza cubierta por un velo de lino, sosteniendo en mis manos el ramo de oro, me dirigí sin temor al lugar donde yo rabia recibido la orden de pasar la noche. Errando sobre una arena quemante, la sentía por momentos ablandarse bajo mis pies; las nubes se amontonaban sobre mi cabeza; el rayo surcaba la neblina, y daba un matiz sangrante a las llamas del volcán... Finalmente, llegué, encuentro un altar de fierro, coloco en él la rama misteriosa..., pronuncio las temidas palabras....
En el mismo momento la tierra tiembla bajo mis pies, el trueno estalla...., los rugidos del Vesubio responden a sus golpes redoblados; sus fuegos se unen, a los fuegos del rayo... Los coros de los genios se elevan en los aires y hacen repetir a los ecos alabanzas del Creador.... La rama consagrada que yo había colocado sobre el altar triangular se enciende; de repente un humo espeso me rodea, dejo de ver. Hundido en las tinieblas, creí descender a un abismo. Ignoro cuanto tiempo permanecí en esta situación, pero abriendo los ojos, buscaba vehemente los objetos que me rodeaban algunos instantes antes. El altar, el Vesubio, la campiña de Nápoles habían escapado lejos de mis ojos, yo estaba en un amplio subterráneo, solo, alejado del mundo entero... Cerca mío había una vestidura larga, blanca; su tejido sin mucha trama me parecía compuesto de hilo de lino; sobre una mesa de granito estaba colocada una lámpara de cobre; encima, una mesa negra cargada de caracteres griegos me indicaban el camino que debía seguir. Tome la lámpara y, luego de haberme puesto la túnica, me dirigí por un camino estrecho cuyas paredes estaban revestidas de mármol negro....
Tenia tres millas de largo; mis pasos repercutían de una manera aterrante bajo las cúpulas silenciosas (de la caverna); finalmente encontré una puerta; ella conducía a unas gradas, las descendí. Luego de haber marchado por mucho tiempo, creí percibir una luz errante delante mío; oculte mí lámpara; fije mis ojos sobre los objetos que entreveía; se disipo, se desvaneció, como una sombra. Sin reproches sobre el pasado, sin temores sobre el futuro, continué mi ruta; la cual se volvía cada vez más penosa.... Metido siempre dentro de estas galerías compuestas de bloques de piedra negra.... no me atrevía a fijar el término de mi viaje subterráneo. Finalmente, después de una larga marcha, llegue a una plaza cuadrada; una puerta se abría al medio de cada una de las cuatro caras; tenia cuatro colores diferentes, y cada una estaba colocada en uno de los cuatro puntos cardinales. Entre por la septentrional; era negra.
Aquella que se encontraba al frente era roja; la puerta del oriente era azul; aquella que estaba al lado opuesto, era de un blanco brillante.... En el centro de la sala estaba una maza cuadrada; una estrella de cristal brillaba al medio. Se veía una pintura en la cara septentrional; representaba a una mujer desnuda hasta la cintura, una tele negra le caía sobre las rodillas, dos bandas de plata adornaban su vestido; en su mano tenia una varita; que ella colocaba sobre la frente de un hombre colocado frente a ella. Una, mesa que tenia un solo píe estaba entre ellos; sobre la mesa estaba una copa y una punta de lanza. Repentinamente una llama se elevo de la tierra y pareció dirigirse al hombre. Una inscripción explica el motivo de la pintura; otra me indicaba los medios que yo debía emplear para salir de esa sala. Quería retirarme luego de haber estudiado el cuadro y la estrella. Iba a entrar en la puerta roja, cuando, volteando sobre sus goznes con un ruido espantoso, se cerró delante mío. Quise tentar la misma suerte sobre la, que estaba pintada de color cielo, ella no se cerro, pero un ruido repentino me hizo dar vuelta la cabeza; ví la estrella agitarse, se desprende de su lugar, rueda y se introduce rápidamente por la abertura de la puerta blanca. Yo la seguí inmediatamente.
[2] Véase: http://www.upasika.com/docs/masoneria/Saint%20Germain%20-%20Santisima%20Trinosofia.pdf
5 de agosto de 2008
Saint Germain y el Mundo Subterráneo de Royal Teton

Acerca de su experiencia el ingeniero de minas contó que Saint Germain lo llevó a visitar algunos retiros subterráneos en el corazón del Grand Teton, complejo montañoso del estado de Wyoming.
La visión de Ballard es la de un mundo subterráneo gobernado por Maestros Ascendidos, una antigua Hermandad que gobierna los destinos de la tierra, y preserva documentos, reliquias, y metales preciosos en aquellos enclaves intraterrenos.
La primera impresión de su lectura es la de estar contemplando a la Hermandad Blanca, que en algunas de nuestras crónicas ya publicadas tuvimos oportunidad de conocer, pero, una segunda relectura, alerta sobre el error de considerar a estos seres como custodios amorosos y vigilantes silenciosos, ya que estas entidades actúan de una forma un tanto sospechosa, así como manipuladora, y atendiendo extraños designios, muy alejados del ideal de Hermandad rectora, que también es objeto de nuestra búsqueda.

Alertamos a su vez al lector, que mucho del contenido de Ballard tiene un origen que lleva hacia “Habitantes de dos Planetas”, canalizado en 1884 por Frederick Spencer Olivier, oriundo de Shasta, que tuvo como mentor a un tal Phylos el Tibetano, quién le dictó ciertas revelaciones acerca de la Atlántida. Sin embargo aunque con reservas, la historia de Saint Germain y Ballard, debe ser tenida en cuenta, ya que nuevamente somos adentrados en otro de los desvíos del mundo subterráneo.
El Regreso de San Germain (Capítulo 35)
"Los acontecimientos de los primeros años del siglo XX, convencieron a mucha gente que el Día del Juicio había llegado. Muchos cristianos y místicos anticiparon una inminente Segunda Venida de Cristo. En verdad, para la profecía, llegó.

Guy Warren Ballard era un ingeniero de minas. En 1930 hizo un viaje de negocios a Monte Shasta en el norte de California. Ballard estaba interesado en el misticismo antes de viajar y quería usar sus horas libres en Monte Shasta para desenmarañar los rumores acerca de la existencia de una rama secreta de la Hermandad llamada, la “Hermandad del Monte Shasta”.
La leyenda que había cautivado el interés de Ballard comenzó a circular antes del cambio de siglo. Rumores persistentes hablaban de moradores secretos viviendo dentro de la montaña de Shasta que practicaban una profunda tradición mística. Se afirmaba que los moradores secretos eran descendientes de los pobladores del antiguo continente desaparecido de Lemuria en el Océano Pacífico.


“Muchos dan testimonio de haber visto una extraña embarcación o bote que navegaba en el Océano Pacífico, entonces se elevó en la costa y navegó por el aire para descender otra vez en la vecindad de Shasta. Este mismo barco fue visto varias veces por oficiales empleados de la estación de cables localizada cerca de Vancouver, y el bote ha sido visto tan al norte como las islas Aleutianas…”.
De acuerdo al mismo artículo, el barco “no tiene velas ni chimenea”161. Considerando este ambiente, la experiencia de Ballard en Monte Shasta toma más significación.
El señor Ballard escribió que cuando estaba subiendo por un lado de la montaña hizo un alto en un manantial. Al inclinarse para llenar un envase con agua, sintió cómo una corriente eléctrica pasaba a través de su cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Vio a todos lados y detrás suyo estaba un hombre barbudo el cual aparentaba tener entre 20 y 30 años. De seguida, el extraño se presentó como el Conde de San Germain. (*)

Como un resultado de este encuentro, Ballard comienza una campaña a tiempo completo para diseminar las enseñanzas del nuevo San Germain. Ballard fundó la “Fundación I AM” (YO SOY), una organización con iniciación secreta y enseñanza paso-por-paso.
Ballard afirma que se le presentó a los miembros de los más altos niveles la Hermandad, bajo quienes fue fundada I AM.
Los relatos de Ballard hablan de sus experiencias con San Germain en forma tan extraordinaria, que mucha gente los toma como fantásticos y se burlan de ellos.
Es sorprendente, que cuando ponemos a un lado las interpretaciones que el mismo Ballard y sus críticos dan a sus experiencias, encontramos que su historia presenta una imagen no sólo consistente con el resto de la historia que hemos estado viendo, sino que añade afirmaciones notablemente nuevas, con abundantes consecuencias sobrecogedoras para nuestro propio tiempo.

Ballard alega que mientras estaba en alguno de sus estados “fuera del cuerpo”, San Germain, quien también estaba fuera del cuerpo, lo llevó a muchos lugares importantes. Uno de los lugares fue una montaña en Teton Range, Wyoming; una montaña que Ballard llama “Teton Royal”.
De acuerdo a Ballard, había una entrada a un túnel sellado cerca de la cima de la montaña que conducía a un ascensor.
El ascensor llevaba a sus ocupantes a un local dos mil pies hacia abajo dentro de un complejo subterráneo de enormes salas, espacios de almacenamiento y minas.
En uno de los grandes salones subterráneos, Ballard declara haber visto el símbolo del “ojo que lo ve todo” en una pared. Había también una gran máquina, la cual describe Ballard como:

(*) Ballard en sus escritos separa las oraciones con guiones (-). Se incluyen los guiones como aparecen en el texto original.
Alrededor del disco principal habían siete discos pequeños, los cuales Ballard dio un significado simbólico. Sin embargo, Ballard rápidamente reveló que su gran máquina no era un mero símbolo:
“Como supe más tarde, en ciertas ocasiones y para propósitos especiales—los ’Grandes Seres Cósmicos’ vierten a través de esos discos—sus poderosas corrientes de fuerzas”.

Ballard estaba diciendo que las corrientes de fuerza emitidas por la máquina estaban dirigidas hacia la “humanidad de la Tierra”. ¿El propósito?
“Esta radiación afecta—los siete centros ganglionares (centros nerviosos fuera del cerebro y la médula espinal) dentro de cada cuerpo humano en nuestro planeta – así como a toda la vida vegetal y animal”.
Esta es una asombrosa declaración, porque esto significa que una poderosa electrónica estaba siendo usada por los “Grandes Seres Cósmicos” de la Hermandad para afectar el sistema nervioso de los humanos en gran escala. De acuerdo a una revista de la Fundación I AM, el propósito de la radiación era la alteración del comportamiento de la persona, diseñada para “consumo y purificación del vórtice de fuerza producido por la actividad discordante y viciosa de la humanidad”.
La idea de modificar el comportamiento mediante radiación electrónica, por lo menos no es tan absurda. En años pasados recientes, la URSS ha estado desarrollando y usando máquinas electrónicas “tranquilizantes” para afectar el comportamiento de grandes poblaciones. Tales equipos también han sido propuestos en los Estados Unidos para usarlos en salones de clases. Discutiremos esos instrumentos en un capítulo posterior.

¿Es que la máquina de los Grandes Seres Cósmicos no funcionó? ¿O sí?
En su primer libro, Ballard declara haber visitado cuatro locales subterráneos secretos totalmente: dos de ellos mientras estaba “fuera del cuerpo” y dos por medios humanos corrientes. Asombrosamente, cada local correspondía a una región en la cual existía en los comienzos de la historia, una civilización mayor devota de los “dioses” Custodios.

Las localidades subterráneas eran declaradamente muy extensas y servían a numerosas funciones. Además de las instalaciones de los equipos electrónicos, se dice que las galerías estaban llenas con enormes cantidades de metales preciosos y joyas. Esto es interesante debido a que sabemos que la mayoría de las antiguas civilizaciones que veneraban a los “dioses” Custodios, regularmente hacían sustanciales ofrendas en oro, plata, joyas y otros minerales preciosos a sus adorados “dioses”.
Ballard alegaba que los tesoros vistos por él venían de alguna de aquellas civilizaciones:
“En esos almacenes, el oro de los continentes perdidos está depositado—de Mu y la Atlántida—antiguas civilizaciones del Gobi y del desierto del Sahara (*) –- Egipto—Caldea—Babilonia—Grecia—Roma—otros dos más”.

Los geólogos modernos han descubierto trazas de explosiones atómicas en esas regiones, pero estos indicios se explican comúnmente causados por la combustión espontánea de elementos radiactivos naturales hace mucho tiempo. Otros creen que las trazas son el resultado probable de armas atómicas usadas miles de años atrás en la destrucción de las antiguas civilizaciones, donde también se destruyó la vegetación circundante, causando que sus áreas se convirtieran en los desiertos que hoy conocemos.
Los historiadores generalmente asumen que las antiguas ofrendas iban a la clase sacerdotal. Sin embargo, si tomamos en serio la existencia de los “dioses” Custodios, es muy probable que los “dioses” realmente cargaron con la materia prima.

Los metales y piedras preciosas son enormemente caros debido a su escasez artificial. Cuando Cecil Rhodes desarrolló su casi monopolio con las minas de diamantes en Sur África, logró mantener altos los precios, creando un rígido canal de comercialización mediante el cual vendía sus diamantes. Todavía hoy, así funciona el comercio del diamante. De acuerdo a Ballard, los “Maestros Ascendidos” de la Hermandad intentan mantener escasos los metales y piedras preciosas.
Dice Ballard:
“Si todo este oro pudiera ser liberado hacia la actividad exterior del mundo –podría obligar a un reajuste repentino– en cada fase de la experiencia humana. En el presente—no forma parte—del buen juicio”.
Se dice que San Germain estableció que la enorme cantidad de oro y tesoros sería liberado en el mundo externo “cuando la humanidad haya sobrepasado su desenfrenado egoísmo”.
La consecuencia es que esos minerales y gemas existen en cantidades suficientes en la Tierra como para causar una dramática caída en su valor si fueran liberados dentro del dominio público. Una consecuencia más es que ellos lo han acumulado y hecho escaso para proteger la riqueza de la Hermandad. Si verdaderamente existen los tesoros, entonces la Hermandad es un poder económico bastante grande oculto en la Tierra. De acuerdo a Ballard esta economía escondida puede existir y ha sido usada para influir en las actividades humanas.
Durante su gira por la localidad de Teton, San Germain le dijo a Ballard:
“Nadie—en este mundo—nunca acumuló una gran cantidad de riqueza—sin la ayuda y radiación de algunos—Maestros Ascendidos. Hay ocasiones—en las cuales individuos pueden ser usados como un foco de gran riqueza—para un propósito específico—y en tales casos—gran poder adicional es irradiado a ellos—para que por su intermedio—ellos puedan recibir ayuda personal. Tal experiencia es—una prueba—y oportunidad—para su crecimiento”.
Es completamente cierto que la riqueza ha estado concentrada en una pequeña minoría. También es verdad que muchos de los miembros de esa minoría se han afiliado a la red mística de la Hermandad, a través de la historia. El problema con este estado de cosas no sería, el estricto control de la riqueza; sería que este control con mucha frecuencia tiene que ser usado para engendrar la guerra y la degradación espiritual.

El Banco de Inglaterra ha seguido siendo centro principal de este sistema hasta el día de hoy. La pretendida capacidad de la “estación de escucha” de los “Maestros Ascendidos” de Ballard es por lo tanto, notable, porque podría indicar un monitoreo directo de un banco central principal del sistema internacional de papel moneda, por la más alta jerarquía de la Hermandad.
Al principio de este libro, anotamos la destrucción en gran escala de los irremplazables registros históricos y religiosos en los Hemisferios Oriental y Occidental por fanáticos cristianos. De todas formas, los historiadores han sido capaces de reconstruir mucho de la historia; pero ¿Es completa esta historia?

El añade que los registros no serían liberados a la raza humana hasta que los Maestros Ascendidos así lo ordenaran:
“Esos registros no serán sacados y puestos en uso del mundo exterior en el presente tiempo, debido a la falta de crecimiento espiritual y de comprensión de la gente. La raza tiene inquietud y sentido crítico por lo que es una actividad muy destructiva …..los Maestros Ascendidos de la Gran Hermandad Blanca siempre han previsto tales impulsos destructivos y han apartado todos los registros importantes de cada civilización y los han guardado, dejando los menos importantes para que fueran destruidos por los impulsos viciosos de los vándalos.”
Si eso es verdad, lo señalado arriba es una asombrosa admisión. La “falta de crecimiento espiritual” de la humanidad ha sido causada por muchas de las organizaciones a las cuales pertenecen esos presuntos “Maestros Ascendidos”.
Fue la Hermandad la que convirtió el conocimiento espiritual en,
símbolos incomprensibles
misterios inalcanzables
ritos supersticiosos,
apocalitcismo salvaje
y todas las demás enfermedades derivadas de todo esto...
En tales circunstancias, no es sorprendente que los seres humanos experimentasen “inquietud y sentimiento crítico”.

El movimiento I Am creado por Ballard predicaba una filosofía del Día del Juicio y un fuerte anti-comunismo. A pesar de los ataques de la prensa y del gobierno de los EUA, el movimiento I Am atrajo una gran cantidad de partidarios en los finales de los 30’s y principio de los 40’s. I Am enseñaba que el comunismo era el real mal en el mundo y que pronto sería destruido por los Maestros Ascendidos. Extrañamente ninguna mención fue hecha del Nazismo, el cual crecía rápidamente en Alemania en esos tiempos.
Los Maestros Ascendidos y sus seguidores eran claramente criaturas políticas. Según Ballard, los miembros de la Hermandad estaban profundamente involucrados en organizaciones policiales y de espionaje en la década de los 30’s. Los miembros de la Hermandad supuestamente servían en el Servicio Secreto Americano y Ballard declaró que había encontrado agentes del Servicio Secreto Francés (Organización Nacional de Inteligencia Francesa) que eran miembros de la Hermandad y quienes se llamaban entre sí, “Hermanos de la Luz”.

Lo que esto pudo haber sido: ¿puedo presentar respetuosamente esto como una auténtica “Segunda Venida” de Jesús tal y como las religiones siempre lo habían ofrecido? Esta “Segunda Venida” de Jesús en los 1930’s fue patrocinada por la misma red de la Hermandad que había auspiciado y traicionado a Jesús siglos antes y que continuaba manteniendo vivas las enseñanzas apocalípticas prediciendo desde entonces el regreso de Jesús. Naturalmente que esta novedosa “Segunda Venida” no resultó en los mil años de paz y salvación espiritual. Concretamente, ayudó a colocar el piso para la II Guerra Mundial.
El movimiento I Am murió muy rápidamente después de haber alcanzado la cumbre en los años 1940’s. Actualmente es bastante pequeño (*).

Nunca ganó el seguimiento y la influencia que alcanzaron muchas otras ramas de la Hermandad. Para mucha gente, la Fundación I Am es algo así como una curiosidad, gobernada por personas retiradas principalmente. En verdad, I Am no es importante para nosotros por lo que es hoy sino por lo que fue en los 30’s y 40’s.
¿Fue la Fundación I Am de Ballard la evidente mezcolanza de un curandero espiritual ofreciendo un elixir hecho en casa para la gente que está buscando un rayo de esperanza en un mundo sombrío?
¿Ballard realmente encontró a alguien esa tarde de 1930 sobre Mount Shasta?
¿Fue I Am simplemente un pedazo de una juerga mística deslumbrante programada para hacer dinero por la familia Ballard, como lo han sostenido los críticos; o el señor Ballard, con sus relatadas experiencias, ofrece un extraño vislumbre dentro de las actividades de la Hermandad en el siglo XX?
Misterios Develados