Reproducción del 'Osario de Jonás' con el pez a la izquierda.
Vía: Universidad de Carolina del Norte, Charlotte | James Hathaway | 19 de abril de 2012 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Tras el reciente anuncio del descubrimiento de las primeras imágenes cristianas, a raíz de la exploración de una tumba sellada del siglo I d. C., en Jerusalén, la controversia como era predecible estalló, con numerosos miembros de la comunidad de estudiosos de la Biblia ofreciendo interpretaciones alternativas sobre la iconografía hallada y rechazando que se afirmase que la tumba estuviera vinculada con los cristianos.
Ahora, el equipo de exploración ha anunciado un detalle que anteriormente pasó desapercibido, pero que es altamente significativo, pues parece confirmar la interpretación original de las imágenes inscritas. James H. Charlesworth (izquierda) del Seminario Teológico de Princeton, ha anunciado la identificación y el desciframiento de una inscripción de cuatro letras en hebreo antiguo, que fue pasada por alto, en el controvertido osario de "Jonás". La inscripción parece deletrear el nombre de "Jonás" en hebreo.
La tumba, correspondiente al siglo I d.C., y situada en el suburbio de Talpiot, en Jerusalén, dos metros por debajo de un edificio en condominio, se exploró a través del uso de cámaras-robot. Las imágenes asociadas y su interpretación polémica se anunciaron el 28 de febrero de 2012.
Foto: Robot fotografiando la tumba donde se halló el "Osario de Jonás".
La expedición, llevada a cabo en 2010-2011, fue dirigida por el historiador James D.Tabor (izquierda) de la Universidad de Carolina del Norte, en Charlotte, y el arqueólogo Rami Arav, de la Universidad de Nebraska, en Omaha, y financiada por Discovery Channel, siendo objeto de una documental producido por el cineasta Simcha Jacobovici el cual se transmitió en el Discovery Channel el pasado 12 de abril.
Entre los hallazgos más controvertidos de la exploración robótica estaba un osario, o "caja de huesos", con un grabado que el equipo identificó como "Jonás y el pez", un símbolo asociado a los primeros seguidores judíos de Jesús en Jerusalén. Si es correcta esta interpretación haría del osario el primer grabado artístico cristiano que se ha encontrado, así como la primera evidencia arqueológica relacionada con la fe en la resurrección de Jesús.
La imagen de Jonás y el pez fue utilizada más tarde por los primeros grupos cristianos como símbolo de Cristo y su resurrección, en base a una referencia de Jesús sobre Jonás en un pasaje del evangelio de San Mateo (12:39-40). El "símbolo" de Jonás se convirtió en la expresión por excelencia de la fe en la resurrección cristiana en los siglos posteriores, con más de un centenar de ejemplos de imágenes de Jonás en las catacumbas cristianas de Roma.
El descubrimiento de una imagen de Jonás en una tumba del Jerusalén del siglo I -un tipo de tumba que dejó de usarse en el 70 d.C., cuando los romanos destruyeron la ciudad- fue una sorpresa y una controversia predecible. Varios investigadores han cuestionado la identificación de Jonás insistiendo en que la imagen es más probable que fuera un monumento funerario, o una vasija parecida a una ánfora de algún tipo, y no un pez en absoluto.
Foto: Posible interpretación de la figura del supuesto pez.
Tras el anuncio en febrero de los resultados de la exploración, el equipo continuó el examen de las fotografías del grabado. Al observar unas misteriosas marcas crípticas sobre la cabeza del pez se dieron cuenta de que parecía ser escritura hebrea dentro del diseño. James H. Charlesworth, al ser un experto en escritura hebrea de la época, fue llamado para que analizara tales marcas.
Los descubridores del osario de Jonás reclaman que las líneas (en amarillo) en la boca del pez significan la palabra YONAH. Sin embargo, los escépticos argumentan que la segunda letra son en realidad dos líneas desconectadas, al margen de que no se tienen en cuenta otras lineas anexas.
Foto: Jonás escrito en hebreo moderno y en escritura antigua similar a la de los Rollos del Mar Muerto.
El descubrimiento de Charlesworth parece confirmar la interpretación original del equipo. Parece que las líneas que el equipo originalmente interpretó como la representación de una figura esquemática en la boca del pez también forman cuatro letras hebreas crípticas (en la escritura hebrea familiar de los Rollos del Mar Muerto): Yod, Vav, Nun, Heh, deletreando (de derecha a izquierda) YONH o YONAH, el nombre hebreo del profeta Jonás. La inscripción está grabada con letras de menos de 4 centímetros de altura, están demasiado profundas como para haber sido unos rasguños naturales en la piedra, y son demasiado intrincadas en su forma como para que sean señales al azar realizadas por un grabador.
James H. Charlesworth es profesor de Lengua y Literatura del Nuevo Testamento en el George L. Collord, y director del Proyecto sobre los Rollos del Mar Muerto en Princeton. Ha dedicado su carrera al estudio epigráfico de los textos originales de la Rollos del Mar Muerto y se ha especializado en descifrar los escritos herodianos de este período. Hasta ahora, el epigrafista israelí Robert Deutsch ha confirmado la lectura de Charlesworth de YONAH, y Hageo Misgav, de la Universidad Hebrea, dice que allí hay definitivamente letras, aunque él las interpreta como ZOLAH en lugar de YONAH. Charlesworth ha invitado a otros epigrafistas a evaluar también la inscripción.
"Este descubrimiento, realizado por el profesor Charlesworth, es bastante notable y había sido pasado por alto en nuestro análisis inicial", señaló el Tabor. "El grabador había al parecer combinado ingeniosamente lo que nosotros tomamos como una figura esquemática de Jonás con las cuatro letras hebreas que deletrean su nombre".
Tabor considera que la inscripción confirma ahora la imagen como "el símbolo de Jonás", lo que apoya firmemente la opinión de que la tumba ofrece la primera evidencia arqueológica encontrada que puede vincularse con los primeros seguidores judíos de Jesús. La importancia de esta tumba se ve incrementada en que está a menos de 60 metros de la polémica "tumba de la familia de Jesús", descubierta en 1980, la cual tenía osarios con las inscripciones "Yehshúah Bar Yoshef" ("Jesús hijo de José"), "Mariamne", "Yoshe" y "Yehudah Bar Yehshúah" ("Judas hijo de Jesús"), nombres que Tabor ha vinculado a Jesús de Nazaret en su reciente libro, en coautoría con Simcha Jacobovici, The Jesus discovery: The new archaelogical find that reveals the bi... (El descubrimiento de Jesús: el nuevo descubrimiento arqueológico que revela el nacimiento del cristianismo. Simon & Schuster, 2012).
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Pero a pesar del posible descubrimiento de esta inscripción, avalado por tan importantes especialistas en la materia, la polémica sobre su real existencia y su significado no ha hecho más que aumentar con opiniones en contrario de otros especialistas de no menor categoría profesional. Tal como se pueden leer sus opiniones resumidas, por ejemplo en msnbc.com, paso a reflejarlas seguidamente:
Los escépticos están calificando las nuevas interpretaciones como "el test Rorschach de la arqueología". Steve Caruso (izquierda) un traductor profesional que analiza inscripciones en artefactos antiguos para los distribuidores de antigüedades, dijo que la interpretación de Charlesworth de la inscripción es "más bien un ejercicio de lectura de hojas de té".
Robert Cargill (izquierda) profesor de clásicas y estudios religiosos en la Universidad de Iowa, está de acuerdo. "Uno debe hacer algo más extenuantes los ejercicios de gimnasia mental para llegar a las letras del nombre de Jonás en esta imagen, incluso haciendo caso omiso de las líneas que están claramente presentes, pero no se ajustan a la inscripción deseada, uniendo las líneas que no están claramente unidas, remodelando las letras, y eliminando cualquier atisbo de la alineación lineal", dice Cargill en su blog.
Si todos estos ajustes son permisibles en la interpretación de textos antiguos, las líneas de la inscripción se pueden hacer para explicar cualquier cosa, desde "Jesús" a "Yo Yo Ma", anotan los especialistas.
Garabatos al azar
Además del hecho de que varias líneas deben ser ignoradas para leer la inscripción como YONAH, la segunda supuesta letra de la serie, que Charlesworth afirma que es la letra 'nun' hebrea (en forma de L al revés), parece tener dos líneas inconexas en lugar de una línea continua. "Esto no es una letra 'nun'; se trata de dos líneas al azar", escribió Mark Goodacre, profesor de Nuevo Testamento en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte.
En su blog académico, Goodacre explica que era común que las bases de los monumentos funerarios (que, según él, esta parte del grabado representa, en lugar de la cabeza de un pez) estuvieran decorados con diseños geométricos, los cuales podrían fácilmente representarse con la líneas de la imagen.
Los críticos dicen que los descubridores del osario de Jonás están viendo lo que quieren en las líneas grabadas al azar en el artefacto. Foto: Steve Caruso
Las líneas de la letra "nun" se representan como dos líneas, no como una.
Los escépticos también señalan que las propias fotos del equipo del descubrimiento, proporcionadas antes de que Charlesworth y Tabor comenzaran a reclamar que la inscripción dice "YONAH", muestran claramente dos líneas inconexas, en lugar de una 'L' vuelta del revés representando una letra hebrea 'nun'. Tabor ha proporcionado, desde entonces, una imagen diferente de la inscripción en la que la letra "nun" aparece ininterrumpida, y ha abordado la controversia de este modo: "La 'nun' no está rota. Hay algunas manchas blancas en la superficie del osario en nuestras fotos de cercanía, y una de ellas (las manchas) está en la junta, lo que podría hacer parecer que la línea se rompe, sino que se cruza".
La discrepancia entre las fotos levanta aún más escepticismo acerca del descubrimiento. "Cada fotografía de la supuesta 'inscripción' parece que pinta un cuadro diferente, y desde el inicio de este desastre una serie desconcertante de fotografías se han encontrado para ser filtradas, alteradas o mal etiquetadas", dijo Caruso en Life's Little Mysteries.
Charlesworth no respondió a las peticiones sobre estos comentarios.
Afirmaciones acerca de los primeros cristianos
Hace un año, durante la temporada de Pascua, otra reclamación surgió sobre el descubrimiento de unos artefactos sobre los primeros cristianos -en aquel tiempo, los libros de plomo que contenían referencias a Jesús- y Caruso, y otros, también demostraron de manera decisiva que estos eran falsos.
Como Kimberley Bowes, una arqueóloga de la Universidad de Pennsylvania, dijo en su momento: "El deseo de la gente moderna de encontrar pruebas materiales del cristianismo en los dos primeros siglos es mucho más fuerte que la evidencia actual en sí misma. Esto es porque el número de cristianos de este período fue increíblemente pequeño -probablemente menos de 7.000 en el año 100 d.C.- y no se distinguían sustancialmente de sus hermanos judíos".
"Parece que cada Pascua hay algún 'gran descubrimiento'", agregó Caruso. "En gran parte son cineastas u otros sensacionalistas tratando de golpear mientras el hierro está caliente, durante la temporada donde cada uno está más bien centrado en Jesús. El descubrimiento de una tumba originaria, relativamente inalterada, en sí mismo es fascinante; sin embargo, una tumba genérica judía del primer siglo no vendería bastante".
http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/continua-la-polemica-sobre-el-osario-de-jonas-tras-descubrirse-al