Vía: Mail Online | Francesca Stavrakopoulou | 6 de marzo de 2011 (Traducción: G.C.C.)
Usted puede conocerlo como Yahvé, Alá o de Dios. Pero sobre este hecho, judios, musulmanes y cristianos, los pueblos de las grandes religiones abrahámicas, están de acuerdo: sólamente hay un Dios. Él es una figura solitaria, un creador único y universal, no un Dios entre otros muchos.
O al menos eso nos gusta creer. Sin embargo, después de años de investigación especializada en la historia y religión de Israel, he llegado a un corolario, y que puede parecer -a algunos- una conclusión incómoda: Dios tenía una esposa.
La evidencia arqueológica, que incluye inscripciones, figuras y textos antiguos, así como detalles en la Biblia, indica no sólo que Él fue uno de los varios cultos adorados en el antiguo Israel, sino que estaba también emparejado con una diosa. Ella era adorada junto a Él en su templo de Jerusalén.
Mi interés en la Biblia surgió de mi fascinación por mi herencia griega. A pesar de que me crié en un hogar secular en Londres, la religión estaba por todas partes en casa: libros de historia que relataban mitos acerca de los dioses y diosas del Monte Olimpo estaban junto a los iconos ortodoxos de la Virgen María.
Continué mi interés en Oxford, donde consumí varios años especializándome en los contextos culturales y sociales de la Biblia. Descubrí que Yahvé, el Dios que hemos llegado a conocer, tuvo que desplazar a un número de competidores para lograr su posición como el único y verdadero dios de los antiguos israelitas.
Los textos bíblicos nombran muchos de ellos: Él, Baal, Molek , Asera . A pesar de la afirmación de Yahvé en los Diez Mandamientos de que "No tendrás otros dioses delante de mí", parece que estos dioses eran adorados junto a él, y la Biblia lo reconoce.
Mucho más significativo es la admisión de la Biblia de que la diosa Asera era adorada en el templo de Yahvé en Jerusalén. En el Libro de los Reyes, se nos dice que una estatua de Asera se encontraba en el templo y que el personal femenino del mismo tejía textiles rituales para ella.
De hecho, aunque la Biblia condena todas estas prácticas, sus textos indican que el culto a la diosa era una característica floreciente de la prestigiosa religión de Jerusalén. Entonces, ¿cuál era su relación con Yahvé?
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Traté de rastrear a esta pareja divina en mi nueva serie documental de la BBC2, "Secretos enterrados de la Biblia". Hasta el descubrimiento, a principios del siglo XX, de una antigua ciudad costera cananea llamada Ugarit, y que está hoy en día en Siria, muy poco se sabe acerca de la diosa Asera.
Pero los textos antiguos, amuletos y figurillas, descubiertos aquí, revelan que ella era una poderosa diosa de la fertilidad.
Ahora bien, quizá lo más significativo de todo, es que Asera era también la esposa de Él, el dios más importante de Ugarit, un dios que comparte mucho en común con Yahvé. Dada la evidencia en la Biblia de que ella era adorada en el templo de Jerusalén, ¿podría haber jugado también el papel de una esposa divina en el antiguo Israel?
Sorprendentemente, el Señor es a menudo llamado "Él" en la Biblia, y realiza muchas de las mismas funciones.
A pesar de las numerosas referencias al culto de Asera en la Biblia, no había pruebas suficientes para su vinculación explícita con el dios supremo del antiguo Israel, Yahvé. Es decir, hasta el descubrimiento de una extraordinaria inscripción de cerámica en el desierto del Sinaí.
Foto: ¿La evidencia? La Dra. Stavrakopoulou muestra una reconstrucción de la inscripción bíblica que cita a Yahvé y a Asera.
Datada alrededor del S. VIII a. C., fue encontrada en un remoto lugar llamado Kuntillet'Ajrud, y fue escrita en una gran pieza de cerámica fragmentada.
Su autor fue probablemente un viajero o un comerciante, que se desplazaba entre los pueblos del antiguo Israel. Para cualquier viajero, el recorrido era peligroso, así es que la protección divina era importante.
La inscripción es la petición de una bendición. Fundamentalmente, la inscripción pide una bendición de "Yahvé y su Asera". Aquí era evidente que presentaba a Yahvé y Asera como una pareja divina. Y ahora un puñado de inscripciones similares se han hallado desde entonces, todo lo cual contribuye a fortalecer el caso de que el Dios de la Biblia tuvo una vez una esposa.
Encontrar la inscripción original, sin embargo, ha resultado imposible. Descubierta en el Sinaí en los años setenta, la pieza original se ha perdido "misteriosamente" desde entonces. Ni el equipo de investigadores de la BBC, ni mis colegas académicos y contactos pudieron localizarla.
Las autoridades de antigüedades de Israel y Egipto afirman no tener conocimiento de su paradero. Fue la inscripción, simple y casualmente, una víctima de la confusión burocrática derivada de las secuelas de la Guerra de los Seis Días en 1967?
¿O alguien tomó la decisión de que semejante pieza, tan potencialmente perturbadora de la evidencia entre el Dios del Judaísmo y el Cristianismo, era mejor ocultarla?
La relación de Dios con Asera llegó a su fin con el surgimiento del monoteísmo sólo unos pocos siglos después de que nuestro viajero inscribiera su solicitud de bendición en una vieja pieza de alfarería.
Al igual que otras deidades adoradas en el antiguo Israel fueron relegadas a convertirse en ángeles, o rechazadas como "aborrecibles", así también Asera fue eliminada.
En consecuencia, dos de las más grandes religiones monoteístas del mundo, el judaísmo y el cristianismo, tienen ahora en su corazón a una solitaria deidad masculina.
No puedo ayudar, salvo imaginarme cómo sería el mundo si la diosa hubiera permanecido.
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Discovery News, que se hizo eco de la noticia, aporta la opinión de dos expertos:
J. Edward Wright (foto a la izquierda), presidente de Centro de Estudios Judaicos de Arizona y del Instituto Albright de Investigación Arqueológica, declaró que estaba de acuerdo en que varias inscripciones en hebreo mencionan a "Yahvé y su Asera".
"Asera no fue enteramente mencionada en la Biblia debido a sus editores masculinos. Las huellas de ella permanecen, y con base a estos rastros, a las evidencias y referencias arqueológicas sobre la misma en los textos de las naciones limítrofes de Israel y de Judá, podemos reconstruir su papel en las religiones del Levante Sur", afirmó
Asera -conocida en todo el antiguo Oriente Próximo por varios otros nombres, tales como Astarté e Istar- era "una deidad importante, una diosa que era a la vez poderosa y fertilizadora", añadió Wright.
"Muchas traducciones inglesas prefieren traducir "Asera" como "Árbol Sagrado". Esto parece ser, en parte, derivado de un deseo moderno, claramente inspirado por los relatos bíblicos, de ocultar a Asera detrás de un velo, una vez más".
Por su parte, Aarón Brody (foto a la izquierda), director del Museo Bade y profesor asociado de Biblia y Arqueología en la Escuela Pacifica de Religión, Berkeley, Universidad de California, afirma: "Menciones a la diosa Asera en la Biblia hebrea (Antiguo Testamento) son raras y han sido fuertemente soslayadas por los autores antiguos quienes reunieron los textos a la vez".
Asera, como un símbolo del árbol, se dice incluso que ha sido "talado y quemado fuera del Templo, en los actos de ciertos gobernantes, los cuales estaban tratando de 'purificar' el culto, y centrarlo en la adoración de un único Dios hombre, Yahvé", añadió .
Los antiguos israelitas eran politeístas, recordó Brody a Discovery News, "con sólo una pequeña minoría adoradores a Yahvé (como único Dios) antes de los acontecimientos históricos de 586 a. C.". En ese año, una élite de la comunidad dentro de Judea fue exiliada a Babilonia y el Templo de Jerusalén fue destruido. Esto, dijo Brody, dio lugar a "una visión más universal del monoteísmo estricto: un dios, no sólo para Judá, sino para todas las naciones."