lunes, 2 de mayo de 2011

GRACIAS, PERO ESTO NO ME LO TRAGO..-

La “boda del siglo”, el populacho alienado y la detención “preventiva” de Charlie Veitch

2 mayo 2011

por Freeman

| La reciente boda real entre el Príncipe Guillermo de Inglaterra y Catherine Middleton ha acaparado el centro de la atención mediática estos últimos días, siendo el punto culminante la retransmisión televisiva global que cientos de millones de personas siguieron atentamente alrededor de todo el mundo. Fastos, glamour, oropel, marketing, merchandising, tontería, borreguismo, control de masas, estupidez colectiva, elitismo, exhibicionismo monárquico-aristocrático desfachatado, abuso, represion de la disidencia, indecencia, locura y esclavitud alegremente asumida por el pueblo adocenado… son algunas de las más visibles manifestaciones que ha dejado semejante evento. Para quien tenga ojos para ver, claro.

A mí me parece estupendo que estos dos jóvenes se amen y contraigan matrimonio; o bueno, más bien, ni me va ni me viene. Pero lo que ya no es de recibo -sino una completa afrenta y un abuso para la Humanidad- es cómo se explota este acontecimiento entre dos personas (de “clase” altísima, privilegiada y exclusiva) para atontar, distraer, manipular e inducir sistematicamente a las masas a un estado de admiración-sumisión hacia las instituciones y títeres del Sistema.

Un estado de enajenación colectiva donde el pueblo -sumiso y atontado- se entrega hacia sus propios opresores y verdugos, al Sistema mismo -dirigido por la élite corporativa- y sus instituciones arcaicas, nefastas y aberrantes -tales como la monarquía-, que hacen su papel de lustrosos y convencionalmente aceptados escaparates de un orden mundial sumamente abusivo, depredador y criminal en el más amplio, intenso y profundo sentido de la palabra.

Así, el súbdito-esclavo asume su condición de forma acrítica, “natural”, sin reparar en ello si quiera. Porque en su cabeza tiene implantada la creencia de que “la vida es así”, y que todo lo que ve a su alrededor es “parte natural de la vida en sociedad”. Ha sido programado concienzudamente para pensar así; de un modo “políticamente correcto”.

Y, ahora con respecto al “enlace real” acaecido en Inglaterra, es tremendo comprobar cómo la maquinaria propagandística y desinformativa del Sistema opera de forma tan coordinada, con tanta profusión de medios técnicos, económicos y de personal (la mayoría “buenos ciudadanos cumpliendo sus funciones”), todo para montar el mayor circo posible, donde se maten varios pájaros de un tiro:

Distraer a la población de los asuntos realmente importantes y graves que están aconteciendo.
Fomentar la aceptación del orden impuesto, en este caso representado por la realeza y la monarquía (y también la Iglesia anglicana).
Hacer enormes ganancias con la boda, de muy diversas formas, aprovechando la banalidad, alienación y consumismo de las masas.
Bajo pretexto de la seguridad y sacando partido del gran movimiento y bullicio existente, golpear y acallar a las voces disidentes.

Desgraciadamente, este último punto afectó a un joven activista inglés que muchos de nuestros lectores conocen como “el chico del megáfono de La Policía del Amor“.

Sí, porque la otra policía (esta vez la londinense), la que en vez de proteger al pueblo lo reprime y sanciona para proteger a la élite corrupta; esa policía dormida y cómplice -digo- detuvo a Charlie Veitch de forma injustificada; es decir, sin existir evidencias o cargos de delito, alegando algo tan sumamente peregrino y forzado como la sospecha de que él estuviese “conspirando” (textualmente) con otros para hacer públicas informaciones simuladas con respecto a la boda real que iba a celebrarse el día siguiente. Los agentes añadieron también que la detención era necesaria para investigar algunas alegaciones referentes a recientes eventos de activismo en los que Charlie había participado.

Con estos pretextos le mantuvieron 24 horas encerrado en dependencias policiales, mientras la gran boda y sus celebraciones multitudinarias se desarrollaban con insidiosa normalidad, para alegría y solaz de los controladores, los zopencos y los borregos.

De esas 24 horas de arbitraria reclusión, Charlie pasó las primeras 16 en una celda de Cambridge, para luego ser llevado a otro centro policial (no revelado) en Londres, donde pasaría las siguientes 8 horas incomunicado. Tanto a su compañera, familia y amigos -e incluso a su abogado- se les obstruyó en el intento de contactar con él, y aún de saber a dónde lo estaban llevando.

¿Por qué es tan peligroso este activista pacífico, cortés y educado, cuya única “arma” es la palabra, gracil e inspiradora, a través de un megáfono?

Ciertamente, los videos de Charlie en YouTube -ilustrando a las muchedumbres, de forma magistral e ingeniosa, por las calles de Londres- son de los más visitados y celebrados en el ámbito de la información libre, por el gran impacto, eficacia, naturalidad y brillantez de sus acciones, consistentes en estimular, informar y empoderar a la gente a través de la palabra, por el megáfono.

Eso es lo que el Sistema no puede consentir, de ninguna manera. Que la gente abra los ojos, los oídos, que despierte su corazón, que se empodere, que indague información más allá de los mass media controlados, que descubran cómo funciona el Sistema detrás de los velos; que puedan concebir que la vida es algo más que este miserable trasunto que nos venden las instituciones, los políticos, la televisión y algunas tradiciones; y que alberguen la esperanza y acrecienten su confianza en que todos juntos, sin caer en la trampa de las ideologías y de la falsa democracia, pueden plantarse de forma pacífica, exitosa y definitiva ante tamaño despropósito socioeconómico en que la Humanidad y el planeta están inmersos.

Mientras tanto, la vida parece seguir igual, y ya hay dos nuevos duques de Cambridge en el mundo, pues como anunció el Palacio de Buckingham, la reina Isabel II de Inglaterra concedió ese título -el de mayor rango en la nobleza británica- a sus altezas (¿los demás mortales somos “bajezas”?) recién casadas, príncipes, representantes y herederos de un gigantesco emporio, cargado de historia, de tradición, de oro, de odio, de sangre, de miedo, de crímenes y de sociedades secretas. A la par que ese otro emporio estatal-económico-religioso, directamente emparentado con la Corona Británica y aún más “sacrosanto”: el Vaticano.

Que sean felices, que coman perdices… y que aprovechen mientras puedan. Porque la Humanidad, irremisiblemente, está empezando a captar TODO, sacudiéndose de un letargo de milenios; y ya no será más súbdita, esclava y rehén de la élite demente y su nefasto Sistema.

Suenan ya otras campanas, las de la LIBERACIÓN…

Sí… está sucediendo AHORA.

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