Minutos antes de la represión, el jefe del operativo le leyó a los manifestantes la orden de desalojo judicial, aunque los ambientalistas advirtieron que iban a resistir "hasta las últimas consecuencias". Es así que los ecologistas, entre los que había niños y mujeres, resistieron la liberación y varios arrojaron piedras contra los camiones que se dirigían a la mina, mientras los efectivos policiales los sacaban de la ruta en medio de disparos de balas de goma y gases.
"Cumplimos con una orden judicial. Los camiones que iban con insumos a la minera representaban un peligro para la sociedad de Tinogasta porque contenían explosivos", adujo el funcionario Gordillo.
http://eltigreverde.blogspot.com/