Hace 30.000 años un meteorito de 93 kg. y unos 0,5 metros de ancho cayó en Stonehenge, quizá la roca más grande de este tipo hallada en Gran Bretaña. Al parecer, como podemos leer en la información facilitada por Discovery News, los druidas lo encontraron y lo usaron en la construcción de una cámara funeraria cercana al famoso monumento megalítico.
Probablemente, en algún momento los druidas recogieron el enorme meteorito con aquella intención, ya que, según dijo Colin Pillinger (de la Open University), aquellos estaban muy interesados en la construcción de lugares de enterramiento […], de la misma manera que los egipcios construyeron las pirámides.
El meteorito pertenece al grupo de las condritas, donde se incluyen meteoritos primitivos que, según se estima, en algún momento se desprendieron de los restos de los cimientos originales de los planetas. La mayoría de los meteoritos encontrados en la Tierra pertenecen a este grupo.
Llama la atención de los científicos el perfecto estado de conservación en el que se ha encontrado el meteorito, ya que, como dice Pillinger, los únicos meteoritos que conocemos que han sobrevivido al paso del tiempo durante tantos años, son los hallados en la Antártida; si bien agregó, no obstante, que más recientemente se han encontrado también algunos antiguos meteoritos en el desierto del Sáhara. Gran Bretaña estuvo bajo la edad de hielo durante 20.000 años, dijo Pillinger a LiveScience, explicando que sería el duro clima el que, en efecto, habría conservado la roca en tan buen estado.
Se encuentra ahora en la exposición titulada Objets in Space, en la Royal Society de Londres, hasta el 30 de marzo.
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