Un anillo de oro y zafiro, encontrado por un "detectorista" y recientemente adquirido por el Museo de Yorkshire, casi seguro que pertenecía, dicen los historiadores, a la realeza anglosajona o vikinga, el clero de muy alto nivel o a un destacado miembro de la aristocracia.
De gran importancia histórica es el único zafiro de la era anglosajona encontrado en el suelo de Gran Bretaña. El único otro zafiro de la época es el que la reina lleva en su corona imperial, que se utiliza en la apertura del Parlamento. Conocido como el zafiro de San Eduardo, esta última joya fue una vez parte del anillo del rey Eduardo el Confesor y es la más antigua gema de las joyas de la corona británica.
La asociación de los zafiros con el alto rango - demostrada por gema San Eduardo - sugiere que el anillo de zafiro, que acaba de comprar por el Museo de Yorkshire, tiene un significado histórico muy importante. Se encontró en un campo a unas seis millas al sur de York por un detectorista local, Michael Greenhorn, técnico de ferrocarril, fue posteriormente declarado tesoro y ahora ha sido comprado por el museo por 35.000 £.
Es muy probable que el anillo perteneciera originalmente a un arzobispo anglosajón de York, uno de los condes de Northumbria o un miembro de alto rango de una de las familias reales anglosajónas de Inglaterra.
Sin embargo, estrechar el campo no es un imposible. El Museo de Yorkshire va a poner en marcha una investigación multidisciplinar para desvelar los secretos de su recién adquirida y única obra.
Aunque el anillo data probablemente de principios del siglo X a mediados del XI, podría ser muy anterior, incluso del VII. Así que la primera tarea del museo será el de reducir el rango de edad mediante la búsqueda de paralelos estilísticos en otras piezas de origen anglosajón y otras joyas del primer milenio.
En segundo lugar quieren entender mejor la sofisticada tecnología empleada para crear el anillo - especialmente la orfebrería. La aleación de metales preciosos es de un nivel muy alto - oro 90%, 8% de plata y 2% de cobre.
El museo, en York, también planea rastrear el origen último del propio zafiro. Es posible que viniera originalmente de la India o Sri Lanka y es casi seguro que se llevará a cabo un examen de la gema mediante un escaneo con un microscopio de electrones, para identificar las trazas de los elementos y determinar sus antecedentes geológicos.
Esto también puede ayudar a reconstruir su historia pre-anglosajona. ¿Es posible que se hayan importado, en la época anglosajona, a Inglaterra o a Europa desde miles de kilómetros de distancia, o es más probable que se importaran en la época romana y fueran reutilizados para diferentes signos de alto estatus durante cientos de años, antes de que se perdiera hace mil años, o más, al sur de York?
El examen microscópico de las marcas en el anillo también pueden arrojar luz sobre su historia, como puede hacerlo un examen histórico detallado de la zona donde fue encontrado.
El anillo de Yorkshire, que pesa 10,2 gramos, es de 25,5 milímetros de diámetro, y está adornado con un zafiro de seis milímetros de grosor y piezas de vidrio de color rojo, todo ello engarzado en oro.
En la época medieval, los zafiros fueron vistos como objetos mágicos, capaces de proteger a los reyes y otros miembros de la elite gobernante contra el asesinato. ¡Eran vistos como especialmente eficaces contra la muerte por envenenamiento! En la mentalidad medieval, la capacidad de un zafiro para combatir el veneno incluso podría ponerse a prueba moviendo la piedra encima de una araña. Si la criatura moría, el zafiro estaba en un buen estado de funcionamiento.
Los zafiros también fueron considerados como "ayudas a la salud de alto nivel" (capaces de curar una amplia gama de problemas), y como garantía de la moral, capaces de reducir la lujuria y los pensamientos impuros.
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Bueno, la traducción la he hecho de aquella manera, espero que sean benevolentes ;-).