NASSAU.- El litoral nororiental de Estados Unidos, incluyendo su capital Washington y el centro financiero Nueva York, se preparaban para los posibles efectos del huracán Irene que llegaría a la costa estadounidense este fin de semana.
Desde Carolina del Norte y Sur hasta Cabo Cod, más de 50 millones de personas se encontraban en el probable camino de Irene. Estados, ciudades, puertos, industrias, refinerías de crudo y plantas nucleares se preparaban para activar planes de emergencia, mientras los residentes se aprovisionan de alimentos y agua y aseguran sus casas, automóviles y botes.
Irene, un huracán categoría 3, azotó las Bahamas -islas situadas al sureste de Florida y está previsto que toque tierra el sábado en Carolina del Norte, antes de avanzar hacia el resto del litoral atlántico de Estados Unidos.
"Todas las grandes áreas metropolitanas del noreste sufrirán el impacto debido a la cercana trayectoria de Irene", dijo el director del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, Bill Read, a Reuters Insider. "Al ser un gran huracán, los vientos con fuerza de tormenta tropical se extenderán mucho tierra adentro", agregó.
Read pronosticó que luego de azotar la costa de Carolina del Norte como un gran huracán en la escala de Saffir Simpson, Irene continuará avanzando el domingo, como una menos intensa pero aún peligrosa tormenta categoría 2, hacia la región costera de Delaware, Maryland y Virginia y luego hacia Nueva York el lunes.
El camino del huracán
El huracán provocó cortes de energía en la capital de las Bahamas y la caída de árboles, que bloquearon caminos. Previamente, medios locales reportaron que el huracán arrasó con casas en la isla Acklins en las Bahamas.
Muchos turistas en las Bahamas ya habían huido de la tormenta y las principales cadenas de cruceros cancelaron las escalas en las islas por los próximos días.
Irene será el primer huracán que azote el país norteamericano desde que Ike destrozó la costa de Texas en el 2008.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo que la ciudad más poblada de Estados Unidos se estaba preparando para experimentar al menos condiciones de una tormenta tropical e inundaciones a partir del domingo a causa de Irene, que podría llegar a Long Island como un huracán categoría 2.
"Esperamos lo mejor pero nos preparamos para lo peor", advirtió Bloomberg a una conferencia de prensa.
La ciudad está posicionando botes y helicópteros de rescate, trabajando para minimizar las inundaciones en calles y reforzando hospitales.
"La ciudad ya sintió el poder de la Madre Naturaleza una vez esta semana, y la Madre Naturaleza podría no haber terminado con nosotros todavía", agregó en referencia al sismo del martes.
Los meteorólogos advirtieron que aunque el centro de Irene se mantenga costa afuera, su extensión podría afectar ciudades como Washington, Baltimore, Filadelfia y Nueva York con vientos y lluvia, causando cortes de energía e inundaciones.
Los residentes de áreas bajas en Nueva York deberán comenzar a evacuar el viernes, dijo Bloomberg. De lo contrario, se arriesgan a quedar varados ya que el sistema de tránsito de la ciudad podría ser cerrado el sábado.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el jueves estado de emergencia para prepararse para el posible impacto de Irene. Esto permite que el estado asista a los condados, ciudades y pueblos con más rapidez.
Irene ya causó la muerte esta semana de al menos una persona en Puerto Rico y dos en República Dominicana, con reportes de otras desaparecidas por inundaciones y desbordamiento de ríos.
Pero los pronósticos muestran que no representa ninguna amenaza para las instalaciones petroleras y gasíferas estadounidenses en el Golfo de México.
Agencias AFP, ANSA y Reuters