Fotos: Cortesía de la Universidad Anahuác Sur (México)
Vía: EL UNIVERSAL.mx | Abida Ventura | 6 de agosto de 2011
Arqueólogos mexicanos hallaron en Magdala, lugar de nacimiento de María Magdalena, en Israel, un mosaico típico del siglo I d. C. y un baño ritual judío.
El mosaico de cuatro por cuatro metros, en forma de roseta con ocho pétalos en blanco y negro, fue localizado durante los trabajos de excavación que un grupo de arqueólogos de la Universidad Anáhuac del Sur y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizan a orillas del mar de Galilea, en Israel.
El grupo de especialistas encabezados por la arqueóloga Marcela Zapata, descubrió también un miqwe, una estructura en forma de piscina que funcionaba como baño de purificación ritual para acceder a la sinagoga. Esta estructura de 3,5 metros de profundidad tiene siete escalones, los cuales, según Zapata, “hacen referencia a los siete días de la creación y a siete momentos históricos de contacto entre Yahvé y el pueblo judío”.
“Este 'miqwe' nos ayudará a entender las costumbres religiosa del pueblo judío” , explicó en entrevista telefónica desde Israel, Marcela Zapata.
Este proyecto de arqueología bíblica, que asesora la arqueóloga Linda Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, tiene como objetivo comprender el desarrollo histórico-cultural del pueblo de Magdala.
El proyecto que inicio en 2010, a raíz del hallazgo de una sinagoga del Siglo I en un predio propiedad de los legionarios de Cristo, ha logrado excavar mil 250 metros cuadrados y continúa con la búsqueda de vestigios que permitan conocer la forma de vida de los habitantes de ese pueblo, considerado como centro de resistencia hacia los romanos.
Los resultados
Hasta ahora, indicó Zapata, se han encontrado varias piezas de cerámica como ánforas, jarras y platos; vasos de piedra caliza que utilizaban los judíos para purificarse en el miqwe, además de 700 monedas del siglo I, objetos de metal como campanas y anillos, algunos dados, así como algunas moliendas de basalto para hacer pan o para moler granos.
“Son hallazgos pequeños pero que nos ayudan a entender la grandeza de este pueblo”, dijo la arqueóloga. Pero el análisis de esos objetos comienzan a dar resultados. Ahora se sabe que el pueblo de Magdala fue abandonado y no destruido a raíz de alguna guerra contra los romanos o por un terremoto, como se había creído: “Después del año 60, cuando llegan los romanos rumbo a Jerusalén, los habitantes del pueblo comienzan a moverse hacia el sur de Magdala, llevándose sus cosas, eso explica porque no se han localizado muchos objetos en el sitio”, considera Marcela Zapata.
“La traza, la cerámica, todo nos indica que estamos hablando de un pueblo del siglo I y no tenemos indicios de ocupaciones posteriores”.
Sin embargo, Zapata advierte que falta mucho por explorar en ese predio de tres hectáreas, donde se planea la construcción del Magdala Center.
La siguente etapa del proyecto, que además se apoya de los métodos de la arqueología científica (arqueometría), a cargo del arqueólogo Luis Barba de del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, consistirá en la exploración del área del puerto, a orillas del mar de Galilea.
Esta etapa, indicó Zapata, permitirá conocer la parte económica de esa región, que durante el siglo I destacó por la pesca, la agricultura y la fabricación de objetos de vidrio.
“Hasta ahora hemos encontrado objetos de uso doméstico y fragmentos de vidrio, pero no se ha encontrado un taller de vidrio” , señaló.
El Proyecto Magdala representa el primer trabajo liderado por arqueólogos mexicanos en Israel y se trata de “la última oportunidad para comprender la vida de un pueblo del siglo I”, ya que los pueblos que existieron a las orillas del Mar de Galilea, la principal reserva de agua dulce de Israel, han sido excavados o urbanizados.TERRAE ANTICVAE