Vía: The Courier | 20 de marzo de 2012 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Se espera que los visitantes acudan en tropel al Museo y Galería de Arte de Perth para ver la "embarcación Carpow" de 3.000 años de antigüedad.
Ha llevado años de minuciosa restauración y conservación preparar el ejemplo más antiguo de Escocia de una de las primeras primeras embarcaciones conocidas.
La lancha hizo su tan esperado regreso a Perthshire el pasado mes, cuando fue acondicionado el Museo Perth en secciones. Ahora se ha hecho todo nuevo y el centro del escenario ofrece una nueva e importante exposición -la cual se inauguró el lunes pasado- sobre la historia de la embarcación y sus orígenes en la Edad del Bronce.
El historiador oficial del Museo y Galería de Arte de Perth, Mark Hall, dijo: "Es como dar la bienvenida de nuevo a un viejo amigo que no se ha visto desde hace varios años, y animo a todos a venir y contemplar la embarcación y el fuego de su imaginación.
La exposición guía a los visitantes a través de la aventura del descubrimiento, excavación y conservación, de dicha embarcación, y también ofrece una recreación de cómo era la vida hace 3.000 años en el valle de Tay. Se explora quienes hicieron y usaron la lancha, y cómo ellos vivían, morían y eran enterrados.
La embarcación está en exhibición abierta con el fin de ofrecer a los visitantes el mejor punto de vista de la misma -aunque no se puede tocar- y estará en el museo hasta el final de enero de 2013".
La lancha fue descubierta parcialmente sumergida en el fango, arena y grava, en la ribera de Carpow, en la cabecera del estuario del río Tay.
Tallada de un solo tronco de árbol, esta simple lancha es un ejemplo de las primeras embarcaciones conocidas, y fue datada mediante carbono-14 entre 1130 - 970 a. C. Mide en torno a nueve metros, y su casco y popa quedaron enterrados en excelentes condiciones, aunque la proa fue erosionada por la acción de las mareas.
Al lugar sólo se podía acceder durante el verano, alrededor de tres a cuatro horas cada día, dado que el sitio volvía a ser enterrado en barro y arena en cada marea alta.
Un factor desconocido del descubrimiento de la embarcación fue el deterioro que siguió, pues al quedar la proa expuesta comenzó a erosionarse rápidamente.
A medida que el equipo de la "Comisión Patrimonial de Perth y Kinross" condujo las investigaciones, éstas revelaron que el barco de roble sólo había sobrevivido porque permaneció inundado durante todos esos años del pasado, iniciándose los esfuerzos para sacarlo del río Tay.
Hubo que esperar hasta 2006 para que la financiación permitiera elevar la lancha y transportarla al "Centro de Conservación e Investigación Analítica" del Museo Nacional de Escocia, en Granton, Edimburgo.
Una vez fuera del agua, la embarcación se encontraba en grave riesgo de desintegración y necesitó ser limpiada, conservada y, finalmente, liofilizada, antes de que los equipos estuvieran contentos y seguros de mostrarla en un museo.
El tratamiento de conservación implicaba reemplazar el agua que saturaba la embarcación con una cera química, y así evitar su resecación, encogimiento y ruptura. Una vez saturada con la cera fue liofilizada para expulsar la humedad restante que podía afectar a la estabilidad de la embarcación. Para ayudar a la penetración de la cera, y adaptar la embarcación al liofilizador, tuvo que ser cortada en tres piezas.
La lancha forma ahora la pieza central de una exposición que explora la Edad de Bronce en Perthshire. Una réplica parcial de una casa de máquinas construida por el "Centro Escocés Crannog" forma parte de la muestra, mientras que hay ejemplos de orfebrería fina que los antepasados escoceses ofrecían a la diosa del río Tay.
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