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miércoles, 17 de agosto de 2011

El gobierno mundial invisible.-


El senado de los Estados Unidos aprobó en 1913 un proyecto por el que la famosa y poderosa familia de los Rothschild quedaba facultada para unir sus riquezas y objetivos económico-financieros a la familia Morgan dueña de la banca e inmensamente influyente y a los célebres Rockefeller de incalculable fortuna.


Hasta ese momento, estaba prohibido que capitales extranjeros se involucrasen en la banca estadounidense, como era el caso de los Rothschild, poseedores de capital alemán.


El 23 de Diciembre de 1913, el Banco Privado de la Reserva Federal adquirido por esas tres familias, se apoderó de los Estados Unidos de Norteamérica.


Por voluntad de ellos se declaran guerras, se financian atentados terroristas de funestas consecuencias como los de las Torres Gemelas, según algunas hipótesis, los atentados en Londres y en Madrid, o se asesinan presidentes como los del ecuatoriano Jaime Roldós Aguilera, del panameño Omar Torrijos, de J.F. Kennedy, Warren Harding, McKinley, Jonas Garfield, del africano Patricio Lumumba o de decenas de atentados para acabar con la vida de Fidel Castro.


Esas familias, junto a grupos que ejercen innegable poder, trafican con armas de destrucción masiva o siembran de muerte y destrucción en cualquier parte del mundo. Esos grupos son Carlyle, Bechtel, Lookheed Martin, Raytheon, General Dynamics, McDonnel Douglas, Boeing, Northrop Grumman.


En 1913, el famoso aviador Charles Lindbergh, que en su calidad de senador se opuso al proyecto de los multimillonarios, refiriéndose al proyecto aprobado, declaró: “…con esta ley se constituirá el Consorcio más gigantesco de la Tierra.


Cuando el presidente la firme, legalizará el Gobierno Invisible de los amos del mundo”. Algunos analistas sostienen que como consecuencia de estas afirmaciones, su hijo fue secuestrado y asesinado.


Hace algunos años, James Warburg, banquero asociado a los Rothschild y a los Rockefeller, con absoluto convencimiento no exento de cinismo, anunció en el senado norteamericano que “guste o no, tendremos un gobierno mundial.


La cuestión es si se logrará mediante consentimiento o por imposición”.


Son nueve familias las que tienen dinero y ejercen un poder absoluto. Han desarrollado la infraestructura necesaria para que la maquinaria de control de la humanidad funcione.


Miles de millones de dólares pagan la infraestructura humana y una organización que domine los medios de comunicación y controle la información.


En su libro “Tragedia y Esperanza”, Carrol Quigley escribía: “la red de conspiración que mueve los hilos del mundo, está formada por banqueros y capitalistas internacionales: es decir el alto mundo de las finanzas. Reúnen a su alrededor un ejército de científicos, tecnócratas, políticos y agentes marionetas, para hacer desde las sombras su alta política”.


Y agregando datos muy interesantes, remata con que “los imperios económicos internacionales están interesados en promover el endeudamiento de los Gobiernos. Cuanto más alta sea la deuda, más caros serán los intereses.


Pero además pueden exigir al presidente de turno privilegios fiscales, monopolios de servicios o contratos de obras.


Si este no acepta, provocarán su caída, promoviendo disturbios y huelgas que, al empobrecer a la nación, les obliga a claudicar ante lo que piden”.


Cuando a George Bush padre le preguntaron luego del derrumbe de la Unión Soviética qué sucedería, respondió “What we says, goes” (“Lo que decimos, sucede”).


Ese “we” (nosotros) no hacía referencia específica al Gobierno de Estados Unidos, sino -según una teoría del investigador Garry Adler- al CFR, que es una agencia financiada por los Rockefeller conocida en el “establishmen” norteamericano, por “El Gobierno Invisible”.


El propio Adler escuchó de boca de unos de sus dirigentes la siguiente afirmación “no importa a quien voten los pueblos, siempre nos votará a nosotros…”. Las principales “delegaciones” de la CFR están en Alemania y en Tokio.


Un ex presidente del gobierno albano en el exilio también declaró: “…un puñado de personas y la CFR toman las decisiones. Es un poderoso ‘club privado‘ que domina todos los gobiernos del mundo. Están confabulados. Quieras o no, hay que hacer lo que ellos dicen…”.

Los amos del poder mundial; es decir los poderosos entre los poderosos y que actúan –no siempre dentro de la legalidad-, sino como verdaderas familias con prácticas al estilo mafioso y, en calidad de dueñas de la Reserva Federal estadounidense, son:


1.- Familia Rothschild con sede en Estados Unidos y tentáculos en Inglaterra, Alemania e Israel.


2.- Familia Rockefeller desarrollada en Estados Unidos y con fuerte influencia en el imperio y en Israel.


3.- Familia Morgan propietaria, además, de poderosos bancos en Estados Unidos, Inglaterra y otros países del mundo.


4.- Familia Warburg con sede en Estados Unidos y poderosas extensiones en Alemania.


5.- Familia Lazard de Estados Unidos y grandes influencias e inversiones en Francia.


6.- Familia Mosés Israel Seif de origen judío ortodoxo con poderes económicos y políticos en Estados Unidos, Italia e Israel.


7.- Familia Kuhn, Loeb con sede en Estados Unidos y fuertes intereses en Alemania


8.- Familia Lehman Brothers con sede e influencia en Estados Unidos


9.- Familia Goldman de indudable poder en Estados Unidos


A estas familias es necesario agregar al grupo Bildenberg. Todas son miembros de selectos “clubes”, integrados por los quinientos hombres y organizaciones más ricas e influyentes del mundo que se proponen la instauración del un “Nuevo Orden Mundial”, sostenía Martha González, periodista y directora del Círculo Bolivariano de Galicia.


El “club Bildenberg” está integrado por titereteros que, por encargo de las nueve familias, mueven los hilos del gobierno mundial invisible.


La misma periodista, refiriéndose a un documento sobre el tema señalaba: “También hay una estrecha vinculación entre estos grupos de los Estados Unidos y el mundo judío.


La enigmática secta judía “B’Nai B’Rit” cuenta entre sus miembros de elite a todos los “poderosos” nombrados anteriormente y por supuesto a Henry Kissinger.


Fundadores de “La Triateral” o del mismísimo “Lyons Internacional”, extienden su poder por todo el planeta”.


Estos son los aliados incondicionales en la lucha para derrotar a los árabes y palestinos. Es más, al actual Estado de Israel se lo conoce con el mote de “el acorazado de arena” en clara alusión a su subordinación estratégica en Medio Oriente con respecto a los intereses del imperio gobernado por las nueve familias y sus tétricas actividades:


Desestabilizar naciones y Estados libres, soberanos e independientes, derrocar gobiernos, planificar y ejecutar asesinatos, encarcelamientos, torturas, desapariciones forzadas de personas y, en especial de líderes políticos, sindicales, sociales, de intelectuales, periodistas y hasta religiosos son sus actividades cotidianas.


Esas actividades cuestan mucho dinero, tanto como practicar el terrorismo de Estado en contra de otros Estados, pueblos y sus dirigentes u organizar actos de sabotaje, pagar chantajes y sobornos a civiles, militares y policías.


Pero dinero es lo que les sobra y esas inmorales inversiones son recuperadas con intereses de usura, luego de cada acto criminal.


Violar los derechos humanos, provocar genocidios, imponer bloqueos como el violento y genocida bloqueo a Cuba, provocar otros genocidios en cualquier parte de la tierra, burlarse de elementales principios del derecho internacional y aparecer, en tanto imperio, como guardián de las libertades, de las democracias y defensores de los derechos humanos, cuesta mucho dinero y dinero por montones es lo que les sobra a esa familias.


Desatar guerras, cometer toda clase de crímenes por horrendos y execrables que sean, incluso los de lesa humanidad y quedar impunes cuesta mucho dinero tanto como crear, organizar y movilizar fuerzas de intervención en cualquier parte y contra cualquier


Estado o mantener más de mil bases militares, aéreas y navales esparcidas por los cinco continentes, en mares e islas cuesta mucho dinero y el imperio y los propietarios del imperio tienen todo el dinero del mundo, precisamente acumulado por el sistema de explotación impuesto a nivel global y por la incesante e inmisericorde depredación de los recursos naturales y humanos.


La impunidad impuesta por Estados Unidos en convenios y tratados con otros países es una garantía para cometer todos los atropellos y crímenes.


Recuérdese que Estados Unidos no es miembro de la Corte Penal Internacional porque se negó a suscribir el Tratado de Roma.


Los dueños del mundo, jefes del Gobierno Mundial Invisible, en tanto banqueros, financistas, petroleros son, también, dueños de los medios de comunicación que forman los grande monopolios como: FOX, CNN, NBC, ABC, CBS, BBC, de las agencias transnacionales de prensa, entre ellas, la UPI, AP, Reuteres, AFP que se manejan, inclusive con capitales judíos, son copropietarios de inmensos estudios de cine o de los periódicos New York Times, Washington Post y un largo etcétera.


El mini imperio Murdoch, comparado con los demás, sirve muy bien a los intereses conservadores de los amos de la tierra.


Todos se especializaron en utilizar estrategias tendentes a distraer a la población con la prensa amarillista, con cursis programas de televisión caracterizados por la superficialidad, para ofertar productos tecnológicos de corta duración, reality shows y dibujos animados violentos que ridiculizan los valores fundamentales de la familia o menosprecian los valores esenciales del humanismo universal, además, con la difusión de noticias violentas de agresiones bélicas que son transmitidas en vivo y en directo para demostrara el “poder invencible” de las fuerzas imperiales o difunden asesinatos y crímenes que colman el amarillismo noticioso que terminan por destruir poco a poco la confianza en el próximo, evitan la unión, solidaridad y fraternidad entre las personas, y con sus técnicas manipuladoras tratan de impedir una revuelta popular mundial.


Las familias de la Reserva Federal, son propietarias de la NSA, la CIA, el Pentágono y son accionistas mayoritarias del Banco Interamericano de Desarrollo, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, en tanto que sus delegados y sirvientes ejercen, además, el derecho al voto en la Organización de las Naciones Unidas y en la OTAN; en la primera con derecho a veto.


Las nueve familias mega- ricas y sus descendientes son intocables por la justicia y exoneradas de impuestos de por vida.


Son dueñas de la paz, la guerra y las finanzas, por eso, cada vez que “conmovedoramente”, hacen un “salvataje económico” en realidad compran los bancos y financieras del mundo, y así se apropian poco a poco del país al que “salvan”, para luego llevarse los recursos naturales que les permite multiplicar, hasta la gula, sus desmesuradas fortunas.


Los Estados Unidos y las familias que los gobiernan poseen los recursos económicos, tecnológicos, fuerzas militares, sistemas de inteligencia con la CIA a la cabeza, para realizar todo clase de operaciones públicas o clandestinas, “legales” o criminales con el agravante de que los pueblos del mundo terminan por pagar las carreras armamentistas, las intervenciones armadas y los crímenes imperiales, por intermedio del atraco a sus recursos. Absurda e infame ironía es que los pueblos “salvados” deban quedar agradecidos por los intervencionismos e injerencias que liquidan “la barbarie, el caos, la anarquía”, en defensa de los derechos humanos, las libertades y las democracias al estilo occidental y cristiano.


Los pueblos pagan con muertos y heridos esos salvajes “salvatajes”.


Las nueve familias y sus millonarios sirvientes y empleados anglosajones se constituyen en la “clase superior” gobernante.


Al respecto, bien se puede afirmar que la famosa Revista Forbes es una farsa porque muestra millonarios populares de segundo nivel como Bill Gates o Warren Buffet, logrando desviar la atención sobre las actividades ilícitas que cometen los verdaderos mega-ricos dentro de la Reserva Federal.


El gobierno invisible es una realidad innegable y está conformado por los multimillonarios y magnates que son los que realmente gobiernan los Estados Unidos en su rol de imperio.


No existe gobierno, presidente o ejército que esté por encima de ellos porque en verdad son los jefes del gobierno de Estados Unidos.


Ellos, organizan unas veces, otras dirigen o controlan los poderosísimos grupos como los Bilderberg, la CFR, el Instituto Tavistok, y la CIA. Son la “clase superior” en el ejercicio del poder real y, lógicamente, forman la élite que decide qué guerra planificar y ejecutar, qué invasión realizar o qué país atacar, qué presidente matar, qué “atentado terrorista” por monstruoso o infame que sea financiar o cometer, qué crisis económica planear y desatar, qué “pandemia” inventar.


El escritor-investigador estadounidense G. William Domhoff, en su obra “Quién gobierna Estados Unidos”, sostiene que la clase superior anglosajona de Estados Unidos es la clase de multimillonarios que constan en la lista anual especializada “Social Register”, de mejor calidad que la Forbes.


Esta “clase superior” social, económica y política es el poder del poder, y ejerce férreo control sobre la CIA inclusive, y, por tanto, sobre la agencia transnacional del crimen.


Domhoff señala: “La relación entre los conceptos de “clase gobernante” y “élite del poder” es perfectamente clara, pero es cierto así mismo que puede producirse confusión al respecto a menos que se los compare y se los contraponga.


Repitámoslo: La “clase gobernante” se refiere a la clase social superior que posee una cantidad desproporcionada de la riqueza del país (Estados Unidos), recibe una parte desproporcionada del ingreso anual del país, y proporciona una cantidad desproporcionada de miembros a los cargos del gobierno. Sin embargo, puede ocurrir que algunos de los miembros de este grupo no se ocupen de otra cosa que de criar caballos, asistir a las carreras de galgos o codearse con la nata de la colonia extranjera.


La “élite del poder”, por otra parte, comprende a todos aquellos que ocupan cargos de mando en instituciones controladas por miembros de la clase superior (gobernante).


Todo miembro de la “élite del poder” podrá pertenecer a no a la clase superior.


(Caso Obama).


Lo importante es si la institución a la que sirve está o no regida por miembros de dicha clase…”


Para ser miembro de la clase superior estadounidense, si no pertenece a las nueve sagradas familias, debe ser anglosajón-hombre o mujer de empresa al mejor estilo de la iniciativa privada; es decir sin principios éticos, controlar algún sector de las industrias o financieras, los sistemas de producción y los mercados, los bancos y comercios de importación y exportación; y en especial dirigir o controlar el inmenso complejo industrial-militar o poseer o ser parte de las compañías autoescogidas por el Departamento de Defensa o el Pentágono para fabricar y producir todo tipo de armas, desde las convencionales hasta las de destrucción masiva como las nucleares, químico-bacteriológicas, armas satelitales, armas dotadas con tecnología de punta o de última generación.


Naturalmente que el Departamento de Defensa, como la totalidad del gobierno, están controlados por la misma “clase superior” que gobierna férreamente al Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral, la economía nacional y transnacional, las finanzas públicas y privadas para lo que cuenta con políticos, diplomáticos, abogados, periodistas, científicos y técnicos, a la vez que es propietaria o accionista de las principales cadenas de radio y televisión, de las agencias transnacionales de prensa y de los periódicos y revistas más influyentes en todos los idiomas, medios a los que controlan, también, con miles de millones de dólares entregados a través de las más grandes agencias mundiales de publicidad de las que, curiosamente, son dueños o accionistas o por lo menos las dirigen económicamente por medio de sus agentes.


Tan inmenso es el poder económico y político de las nueve familias y sus grupos que si se hiciese un ligero cálculo intelectual, sólo si la fortuna de las familias Rothschild y Rockefeller se repartiera entre seis mil millones de personas de las más de siete mil que pueblan el planeta tierra, a cada una le correspondería la suma de tres millones de dólares.


Para defender ese poder económico, mantenerlo y acrecentarlo, el Gobierno Mundial Invisible no conoce barreras de la ética o la moral y, por tanto, no hay acto criminal que esté decidido a cometerlo, por monstruoso que sea.


La periodista y directora del Círculo Bolivariano de Galicia, Martha González, en su correspondencia de cortesía señala que Terry Meyssan, saltó a la luz pública cuando salió a la venta su libro “La Gran Impostura”.


Este autor afirma que “los atentados del 11-S fueron llevados a cabo por un sector del Ejército de Estados Unidos. Meyssan, cuyo libro fue uno de los best sellers a nivel mundial, difundió fotos aéreas del Pentágono, probando que ningún avión se hubo estrellado allí y afirma que el 10 de septiembre de 2001, Osama Ben Laden estaba internado en un hospital de Pakistán, realizándose una diálisis, y que ese mismo día recibió la visita de un alto funcionario de la CIA en ese país.


“Me gustaría -declaró Meyssan en una rueda de prensa en Madrid- que los ciudadanos volvieran a desempeñar un papel más activo y a meditar sobre lo que sucede, sin creerse cualquier estupidez que se les diga, aunque venga del Departamento de Defensa de Estados Unidos.


González afirma que el 1° de Agosto de 1972, después de “el sábado de las brujas” Philip von Rothschild anunció en el Casino Building de San Antonio, Texas (el Estado de los Busch) y ante los “honorables” miembros del “Consejo de los Trece”, los planes establecidos para dominar al mundo desde 1980 en adelante. La siguiente sentencia marcaba el punto de partida: “Cuando vean apagarse las luces de Nueva York, sabrán que nuestro objetivo se ha conseguido” ¿casualidad? No.


Imposible creer en ese tipo de casualidades.


Así, algunos analistas e investigadores científicos afirman que la obra maestra de los dueños de la Reserva Federal fue el atentado de las Torres Gemelas en New York.


Sostienen que “utilizando el poder de convencimiento de la televisión, se mostró un falso video en donde un actor se hizo pasar por Osama Bin Laden, para autoproclamarse autor del atentado, cuando en verdad, las Torres contenían poderosos explosivos colocados por agentes especializados de la CIA y aviones previamente preparados por el ejército estadounidense para que chocaran contra las Torres.


De llegar a comprobarse fehacientemente esta hipótesis, la humanidad habría sido testigo de uno de los hechos de mayor brutalidad y sanguinario de la historia de la humanidad.


Para abundar en detalles, los investigadores que sostienen la tesis del autoatentado, presentan las siguientes pruebas:


1.- Derrumbe al estilo demolición controlada de ambas torres. Ese derrumbe se constata a simple vista.


2.- Desaparición de videos que muestran explosivos, muy por debajo de donde chocaron los aviones y donde se ve metal derretido. El combustible inflamado de los aviones jamás derrite el acero ni pulveriza el concreto que requieren temperaturas de mayor magnitud.


3.- Derrumbe a las 5 pm (17H00) de una Tercera Torre: la WWC 7, sin que ningún avión la haya tocado, hecho que casi pasó desapercibido.


4.- Restos de “thermite”, poderoso explosivo usado por la industria de la demolición, que fueron encontrados en el lugar de la ubicación de las Torres Gemelas.


5.- Al Qaeda es el nombre que le dio la CIA al movimiento de los mujaidines que combatió a las tropas soviéticas en la década de los 80s ¡La más hipócrita acusación de la historia!


6.- Estados Unidos se está quedando sin petróleo y planeó el atentado para saquear los campos petroleros de Irak, comercializar con órganos humanos, apropiarse de los campos de droga amapola/opio de Afganistán, para exportar a Europa y Asia.


Se ha denunciado que aviones de la OTAN transportan el opio hacia los mercados europeos.


7.- Lo que impactó en el Pentágono no fue un avión.


Testigos silenciados por la CIA, vieron un misil teledirigido a un área en construcción del Pentágono donde casi no había oficinas.


Por eso se vio sólo un agujero y no las marcas de las alas de un supuesto avión. Nunca pudieron presentar los restos del avión estrellado y tampoco cuerpos de tripulantes o pasajeros.


8.- Luego del atentado a las Torres Gemelas que sirvió de pretexto para que Bush declarara la guerra global contra el terrorismo, el propio gobierno de Estados Unidos dio facilidades a la familia del verdadero Osama Bin Laden, socio, además, en los negocios petroleros de Bush, para que abandonara Estados Unidos y para que no se presentara o contactara con la prensa.


9.- Presentación en televisión de una fraudulenta lista de supuestos “terroristas” que pilotearon los aviones, cuando la mayoría de ellos, ni siquiera estaba en Estado Unidos, según se comprobó posteriormente.


10.- El testimonio del famoso cineasta y político Aaron Russo sobre el anuncio que le hiciera, durante una fiesta, Nick Rockefeller al informarle sobre un “evento” (atentado terrorista”) que le ayudaría a Estados Unidos a llevarse el petróleo de Irak, nada menos que nueve meses antes de que ocurriera la destrucción de las Torres Gemelas.


La mafia banquero-petrolera de la Reserva Federal es el origen de los males de nuestro mundo actual.


Todas las guerras, todos los atentados, provocaciones por ejemplo contra Corea del Norte e Irán o el cuento de la pandemia de la Gripe AH1 para favorecer a la empresa farmacéutica Gileas Sciencies de propiedad de Donald Rumsfeld quien fuera Secretario de Defensa de Bush II, la crisis económica mundial anticipada por la supercomputadora High Frecuency, instalada en Wall Street, son obra de las familias de la Reserva Federal.


Todos estos actos y muchos más que quizá nunca sabremos, tienen su origen en las decisiones que toman las familias banquero-petroleras de la Reserva Federal.


“Al parecer, los acontecimientos que hoy vivimos están programados desde hace más de doscientos años por una elite de personajes famosos, cuyos seguidores siguen actuando en las sombras”.


El gobierno en las sombras es una realidad.


En el último libro del escritor estadounidense, Daniel Estulin, “El Imperio Invisible. La auténtica conspiración del gobierno mundial en la sombra”, constan informaciones espeluznantes, pero al parecer muy bien documentadas.


“Estulin aborda varios temas, todos ellos desde la misma perspectiva de un gobierno mundial en la sombra que lo controla todo y que su única razón de ser es la de proteger los intereses económicos y de poder de una elite mundial que ha estado ahí desde siempre, y ésta parece ser su autolegitimación para hacer todo lo que hacen.


El autor sostiene: “Desde ese punto de vista, sus planes para la destrucción de la demanda y el cataclismo económico tenían sentido.


Si el Imperio Invisible no hubiera realizado ese tipo de intervención para ralentizar el ritmo del crecimiento económico, las naciones-Estado comprometidas con el progreso científico y tecnológico se habrían convertido en dominantes.


Eso habría significado la muerte de la oligarquía. Implicaría el final del Imperio Invisible. Las naciones que fomentan el desarrollo mental y creativo de sus pueblos producen personas que no tolerarán indefinidamente las formas de gobierno oligárquicas. Los pueblos analfabetos, tecnológica e intelectualmente atrasados, sí lo harán”.


“En el último capítulo del libro, el más inquietante, habla sobre terrorismo atómico.


Sostiene que se han venido llevando a cabo en los últimos años, unos cuantos atentados con minibombas nucleares, entre los cuales destacan:


El edificio federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma en 1995.

El club nocturno de Bali (Indonesia), el 12 de octubre de 2002.

El asesinato del ex primer ministro libanés Rafiq Hariri, en Beirut (Líbano) en 2005.

El de las Torres Khobar, en Dhahran (Arabia Saudí) en 1996.

El del aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas en 2004.

E incluso menciona como ataques atómicos el “desastre nuclear” de Chernóbil, las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998, el 11-S de las Torres Gemelas o la embajada australiana en Yakarta en 2004”.


Asombroso, espeluznante, inquietante. Cabe preguntarse aún con un poco de escepticismo:


¿Es verdad o ficción o el escritor sufre de alucinaciones? Perro conociendo al imperio y sus actos criminales, todo es posible.


Beatriz Navés, de conformidad con un estudio reseñado, sostiene que el Grupo Bilderberg es parte del gobierno mundial en la sombra, que decide el futuro del mundo en absoluto secreto.


El Grupo Bilderberg o Club Bilderberg es una conferencia anual no oficial de alrededor de 130 invitados.


El grupo de elite se encuentra anualmente, en el mes de mayo, en un exclusivo hotel de 4 o 5 estrellas en Europa, y una vez cada cuatro años lo hacen en Estados Unidos o Canadá.


Los asistentes a esta conferencia incluyen banqueros, expertos en defensa, barones de los medios, ministros de gobierno, primeros ministros, financistas internacionales y líderes políticos, que se encuentran durante cuatro días en total reclusión, y no permiten el acceso de la prensa.


El nombre “Bilderberg” viene del Hotel de Bilderberg, en Oosterbeek, Países Bajos, donde se llevó a cabo la primera reunión en 1954. Actualmente tienen una sede no oficial en Leiden, Holanda.


Los fundadores fueron el Príncipe Bernardo de Holanda y David Rockefeller pero fue Joseph Retinger, un consultor político polaco preocupado por el crecimiento del anti-americanismo en Europa occidental, quien finalmente propuso hacer una conferencia internacional con el propósito de promover el entendimiento entre las culturas de los Estados Unidos y Europa occidental. La lista de invitados incluyó dos asistentes de cada nación que representaran los puntos de vista de los partidos conservador y liberal.


El éxito de la reunión los llevó a organizar una conferencia anual. Se formó un Comité Directivo de 39 miembros que nombraron a Joseph Retinger como secretario permanente hasta que murió en 1960, siguiendo en el cargo Ernst van der Bengel.


El Príncipe Bernardo de Holanda fue su Presidente hasta su muerte en 2004. El Comité mantiene un registro de asistentes para crear una red informal de gente importante.


Sus asistentes más famosos son: Juan Carlos I y la Reina Sofía de España, Henry Kissinger, la Reina Beatriz de Holanda, Tony Blair, Bill Clinton, David Rockefeller, Angela Merkel, George Soros, Jacques Chirac, Donald Rumsfeld, pero también concurren los presidentes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo.


Otros asiduos visitantes son los presidentes de las mayores compañías globales: Coca Cola, Pepsi Co., Ford, General Motors, Nokia, Motorola, American Express, Microsoft, Oracle, Ericsson, Shell, JP Morgan, Xerox, directores de la CIA y el FBI, secretarios generales de la OTAN y muchos representantes de los principales bancos de todo el mundo.


El propósito declarado de los integrantes del Grupo Bilderberg es promover la cooperación y el desarrollo económico entre los países occidentales, contra el peligro comunista global, pero se sabe que realmente su fin es el petróleo y el gas natural del planeta, porque los que controlan el petróleo controlan la Tierra.


El periodista estadounidense de investigación Daniel Estulin, un estudioso de los planes del Grupo, dice que “todo eso forma parte de un conflicto global para controlar a la Humanidad: el objetivo final es un futuro que transformará la tierra en un planeta con un mercado único globalizado, controlado por un gobierno mundial único.


Nada escapa al poder del Gobierno Mundial Invisible que aspirfa a controlar todo cuanto ocurre sobre la epidermis terrestre y sus habitahntes humanos.


Así creó el famoso Instituto Tavistok. En un trabajo presentado por el Dr. Byron T. Weeks, MD, se afirma que el Instituto Tavistok tiene como objetivo fundamental desarrollar campañas de insidiosa propaganda y la manipulación de la opinión pública a nivel global.


Uno de los puntos fundamentales de su agenda es desarrollar programas científicos que permitan el control mental de las personas, para lo que efectúan tenebrosos experimentos que incluyen el lavado cerebral o facilitan conocimientos y técnicas a la CIA para la ejecución de sus experimentos como el secreto proyecto MK-ULTRA.


El fundador de la Corporación Rand, Herman Kahn, fundó también el Instituto Hudson en 1961. En Educating for the New World Order, B.K. Eakman cuenta acerca del manual de entrenamiento para los "agentes del cambio" desarrollado para el gobierno estadounidense por la Corporación Rand.


El autor John Quinn (NewsHawk) se refiere a un artículo de Byron Weeks, que informa lo que sucede “exactamente en muchos niveles con los extraordinariamente extendidos "viajes de control... actualmente dirigidos contra las personas del mundo por elementos del gobierno global en la sombra. Weeks, con muchos documentos permite una ojeada del Instituto Tavistok, un instituto británico globalmente activo, que maneja todo movimiento político/ gubernamental de relieve en la mayor parte del mundo desde hace 50 años.


Por ejemplo, ¿nunca se preguntaron quién está "detrás" de, digamos, la CIA? Bien.


No le juran lealtad a América, eso es seguro. Prueben con la familia real británica, decía. Quinn expresaba que “Constituido en 1947, el Instituto Tavistock (30 Tabernacle Street, London EC2A 4DD) es una organización que combina la investigación en las ciencias sociales con la práctica profesional.


Se abordan problemas de construcción institucional y de diseño y cambio organizativo, en todos los sectores: gobierno, industria y comercio, salud y bienestar, educación, etc., tanto nacionales como internacionales, y los clientes van desde grandes multinacionales a pequeños grupos comunitarios.


La ideología de las fundaciones americanas fue creada por el Instituto Tavistockof de Relaciones Humanas de Londres. En 1921, el Duque de Bedford, Marqués de Tavistock, el 11º duque, regaló el edificio al Instituto para el estudio del efecto traumático, causado por los bombardeos, en los soldados británicos supervivientes de la Primera Guerra Mundial.


Su propósito era establecer el "punto de rotura" de los hombres bajo estrés, bajo la dirección del Departamento de Guerra Psicológica del Ejército Británico.


Sir John Rawlings-Reese señala que el trabajo pionero de Tavistock es la ciencia comportamental, siguiendo las líneas freudianas de "control" de los seres humanos, lo colocó como centro mundial de la ideología fundacional.


“Su red de trabajo se extiende ahora desde la Universidad de Sussex hasta Estados Unidos, a través del Instituto de Investigación de Stanford; Esalen; el M.I.T.; el Instituto Hudson, la Fundación Heritage); el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de Georgetown, donde el personal del Departamento de Estado recibe formación; el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea estadounidense, y las corporaciones Rand y Mitre.


El personal de las corporaciones debe seguir adoctrinamiento en una o más de las instituciones controladas por Tavistock. Una red de grupos secretos: la Sociedad Mont Pelerin, la Comisión Trilateral, la Fundación Ditchley, y el Club de Roma, es dirigida siguiendo las instrucciones de la red Tavistock.


El Instituto Tavistock desarrolló las técnicas de lavado de cerebro masivo que fueron utilizadas por primera vez de forma experimental en los prisioneros americanos de la guerra de Corea. Sus experimentos en métodos de control de masas han sido ampliamente utilizados en el público americano, un sutil aunque vergonzoso asalto a la libertad humana, modificando el comportamiento individual a través de la psicología de tópicos.


Todas las técnicas fundacionales americanas y de Tavistock tienen un único objetivo: romper la fuerza psicológica del individuo, y dejarlo incapacitado para oponerse a los dictadores del Orden Mundial. Cualquier técnica que ayude a romper la unidad familiar, y los principios inculcados por la familia acera de la religión, el honor, el patriotismo y el comportamiento sexual, es utilizada por los científicos de Tavistock como arma de control de masas”.


Como se ve, nada escapa al poder imperial del Gobierno Mundial Invisible.


“El Council on Foreign Relations (CFR) conforma una organización discreta, de muy bajo perfil público, y de alta efectividad, integrada por unos 3.600 miembros del más alto nivel, prestigio e influencia en sus respectivas disciplinas y ámbitos de poder, tanto en EEUU como en Europa.


Reúne a los más altos directivos de instituciones financieras, colosos industriales y medios de comunicación social, investigadores, académicos, oficiales militares de máxima graduación, políticos, funcionarios públicos, decanos de universidades y centros de estudios. Un verdadero gobierno mundial invisible.


El Council on Foreign Relations (CFR) es una organización poco conocida pero muy influyente en los asuntos internacionales que ha ido creciendo en poder, prestigio y amplitud de ámbitos de acción, hasta tal punto que ya en nuestros días podemos decir que conforma el auténtico “cerebro del mundo” que direcciona el rumbo complejo e incierto hacia el que se empuja y arrastra al planeta entero.


No existe pueblo, región o segmento económico, social, o político que pueda extraerse a su influencia y es, precisamente, el hecho de haber logrado permanecer “detrás del telón” lo que le otorga al CFR su inusitada fuerza e influencia.


CFR reúne a altos directivos de instituciones financieras, colosos industriales y medios de comunicación social; a investigadores y académicos; a oficiales militares de máxima jerarquía; y a políticos, funcionarios públicos y decanos de universidades, facultades y centros de estudios.


Sus objetivos fundamentales consisten en identificar y evaluar amplios conjuntos de factores políticos, económicos, financieros, sociales, culturales y militares que abarcan a toda faceta imaginable de la vida pública y privada de los Estados Unidos, de sus Aliados y del resto del mundo. Hoy, gracias al enorme poder de Estados Unidos, el ámbito de análisis del CFR abarca al planeta entero.


En rigor de verdad, el CFR conforma un poderoso centro de análisis y planeamiento geopolítico y estratégico. Sus investigaciones y evaluaciones son realizadas por distintos investigadores y grupos de trabajo conformados dentro del seno del CFR, que se dedican a identificar amenazas y oportunidades del entorno mundial, evaluar las fuerzas y debilidades de los intereses agrupados dentro del CFR, y realizar amplios planes estratégicos, tácticos y operativos en todos los ámbitos…


Son miembros del CFR los máximos directivos de los grandes bancos como el Chase Manhattan de la familia Rockefeller que se fusionó con el banco J. P. Morgan, el Bank of America y el actual número, CitiGroup, cuya capitalización hoy excede los 250.000 millones de dólares; los directivos y formadores de opinión de los ocho monopolios multimedia mundiales; los rectores y decanos de las grandes universidades y facultades como Harvard, MIT Massachussets Institute of Technology, Columbia, Johns Hopkins, Princeton, Yale, Stanford, y Chicago; y -factor clave en esta verdadera rueda de poder planetario-, los 150 puestos clave del gobierno estadounidense incluyendo los cargos más relevantes en sus fuerzas armadas.”


La humanidad en su conjunto debe poner fin a las guerras. Si la Reserva Federal no entregaría el dinero, la CIA no podría cometer tantos crímenes que permanecen en la impunidad y tampoco se producirían las crisis mundiales que dejan tanto dolor y lágrimas entre los pueblos empobrecidos que son los que pagan las gulas económicas de los que se creen amos del mundo.


Sin los dueños de la Reserva Federal, se pondría a disposición de los necesitados las medicinas que ya existen contra el cáncer y el SIDA y se pondrían en circulación los vehículos que no necesitan gasolinas derivadas del petróleo, pero como esas transnacionales de la guerra y el crimen son dueñas del negocio petrolero, el globo terráqueo seguirá contaminándose hasta el fin de su existencia albergadora de la vida humana.


Es la hora de romper el cerco de la desinformación. Hay que destruir el aislamiento.



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