Un equipo de investigadores japoneses  descubrió en las pampas de Nasca más de un centenar de centros de  líneas. Un hallazgo sin precedentes en la región. Y más, si se tiene en  cuenta que habrían sido una especie de mapas.
“Se trata de 138 montículos  circulares de donde salen conjuntos de líneas en los que hemos  encontrado, además, más de 8.000 fragmentos de cerámicas decoradas que  fueron arrojadas y en algunos casos ligeramente enterradas y que  muestran figuras geométricas y de plantas y animales, donde predominan  los colores blanco, rojo, naranja y ocre”, explicaron el arqueólogo  japonés Masato Sakai y el peruano Jorge Olano, codirector de este  proyecto que auspicia la Universidad de Yamagata (Japón).
Tras el hallazgo de los 138  centros de líneas, el grupo de investigación, encabezado por Masato  Sakai, estudia arduamente no solo la relación que estos tuvieron con las  enigmáticas figuras y su principal centro de culto, sino también su  posible significado. Por el tipo de dibujos y los colores de la cerámica  encontrada, se puede deducir que pudieron ser diseñados entre Paracas  Tardío (400 a.C.) y Nasca Temprano (200-600 d.C.).
“Si bien podemos determinar el  probable período en que estos diseños fueron realizados, el estudio de  laboratorio permitirá conocer también el eventual uso que les dieron. No  descartamos que estos centros de líneas hayan sido utilizados para  actividades ceremoniales, de tránsito y orientación [caminos] a sus  templos principales e inclusive como probables indicadores de cursos de  agua”, afirmaron.
Los investigadores habían  anunciado antes el hallazgo de dos nuevas figuras, una con forma de  cabeza humana y otra de un ser antropomorfo. Estos descubrimientos se  ubicaron al extremo sur de esta zona monumental, muy cerca del templo  ceremonial de Cahuachi.
CAMINOS A TEMPLOS
Los  investigadores aseguran que este hallazgo constituye el mayor  descubrimiento de este tipo en las pampas de Nasca. “Hasta antes de esta  investigación y, desde que se iniciaron los primeros estudios de las  líneas en 1927, por el arqueólogo Toribio Mejía Xesspe, los diferentes  equipos de investigación solo habían podido ubicar y registrar 62  centros de líneas, los cuales ahora suman 200 con este nuevo aporte  científico”, afirmaron.
Recordaron que el estudio de  este equipo japonés, compuesto, además, por geólogos, biólogos,  científicos informáticos y ocho arqueólogos peruanos, fue propuesto en  el 2006 a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de  Yamagata, luego de que analizaran y registraran con satélites toda la  inmensidad de la pampa, y detectaran formas circulares. Luego del  estudio de campo y recorrido, se constató que se trataban de estos  sorprendentes centros de líneas.
Con relación a los dos nuevos  dibujos encontrados, Sakai y Olano explicaron que una corresponde a una  figura semejante a la cabeza humana de unos 4,2 m de largo y 3,1 m de  ancho, en la que se pueden reconocer los ojos, la boca y la oreja  derecha, mientras que el otro diseño tiene la forma de un animal aún no  identificado de 2,7 m de largo y 6,9 m de ancho.
Confirmaron que ambos geoglifos  no pudieron ser detectados antes desde el aire debido a que son pequeños  en comparación con las conocidas figuras de Nasca, algunas de las  cuales alcanzan 275 m de largo.
ESTUDIANDO A LOS NASCAS
El  arqueólogo residente del Ministerio de Cultura de Nasca, Alberto  Urbano, señaló que por las características estilísticas y morfológicas  de las dos figuras y los centros de líneas, estas corresponderían a la  fase final del período del Horizonte Formativo (Paracas para esta  región) e inicios de Nasca. Urbano consideró importante la  identificación de nuevas figuras y trazos para el estudio del desarrollo  cultural de las diversas sociedades que habitaron el territorio  Nasca-Palpa, y pidió, además, medidas urgentes que preserven y conserven  estos dibujos y centros de líneas.
El historiador Josué Lancho  señaló que estas nuevas figuras permitirán reconstruir las actividades  domésticas, religiosas y culturales de los nascas.
EN PUNTOS
La  zona trabajada por este equipo de investigadores japoneses fue  recorrida anteriormente por los investigadores del Proyecto Antonini,  como Giuseppe Orefici (1990), Clive Rugles (2004) y Masato Sakai (2006).
En las investigaciones que  realizó el arqueólogo inglés Clive Rugles, se identificaron enormes  trazos zigzagueantes que representarían figuras como las que se observan  en las pampas de Nasca.
Las nuevas figuras encontradas  se encuentran en la parte posterior de Cahuachi (vista frontal) y con  dirección al suroeste, donde podrían existir otros dibujos y trazos que  no se han identificado.
(FUENTE: elcomercio.pe)