Vista del interior de la torre de Jericó. Foto: American Friends of Tel Aviv University
Vía: THE JERUSALEM POST |ARIEH O´SULLIVAN / THE MEDIA LINE| 14 de febrero de 2011 (Traducción: G.C.C.)
El primer "rascacielos" del mundo fue construido por los primeros  agricultores, quienes fueron atemorizados por los primeros jefes de la  humanidad para que erigieran un marcador solar, dicen los arqueólogos.
Mucho  antes de que sus muros bíblicos se vinieran abajo, los habitantes de  Jericó estuvieron tentados a renunciar a la caza y a la recolección y  comenzar la actividad agrícola a fin de ganarse la vida. Se  establecieron en este oasis junto al Río Jordán y construyeron una  misteriosa torre de piedra de 8,5 metros en el borde de la ciudad.
Cuando  la descubrieron los arqueólogos en 1952 fue fechada en más de 11.000  años, por lo que es el primer edificio público más antiguo que se ha  hallado. Pero su propósito y motivación para edificarla ha sido debatido  desde entonces.
Ahora, utilizando la tecnología informática, los  arqueólogos israelíes argumentan que fue construida para señalizar el  solsticio de verano y como un símbolo que atraería a la gente para que  abandonara su forma de vida nómada y se estableciera."La  torre fue construida con un gran esfuerzo. La gente  trabajó muy duro  en ella durante largo tiempo. No fue como en los otros edificios  domésticos de Jericó", dijo  Ran Barkai (foto  a la izquierda) del Departamento de Arqueología en la Universidad de  Tel Aviv, quien formó parte de un equipo que hizo el análisis  informático.
La torre de piedra es de unos nueve metros de  diámetro en su base y cónica en su forma. Fue construida en filas  concéntricas de piedras y contiene también una escalera interior. Los  arqueólogos dicen que no fue usada como una tumba.
Barkai y su compañero arqueólogo, Roy Liran,  usaron computadoras para reconstruir las puestas de sol (del pasado) y  encontraron que cuando se construyó la torre las montañas cercanas  proyectaban una sombra sobre ella cuando el sol corresponde al día más  largo del año. La sombra caía exactamente sobre la estructura de la  torre y luego se extendía hasta cubrir el pueblo entero.
"La  torre es un indicio de las luchas de poder en los comienzos del período  Neolítico y, de hecho, una determinada persona o personas aprovecharon  los temores primitivos de los residentes y los convencieron para  construirla", dijo Barkai a The Media Line.
Barkai  argumentó que la arquitectura fue diseñada para impresionar y dar  confianza, sin ningún proposito funcional obvio, y no es la única del  período megalítico. Incluso, hoy en día, los gobiernos erigen  monumentos, tales como un Arco de Triunfo, para influir en la opinión  pública y realzar su estima.
El período en que la torre fue  construida fue un momento en que la gente comenzó, literalmente, a echar  raíces, a abandonar la caza y la recolección, y practicar la  agricultura. Pero, de acuerdo con Barkai, la gente no hizo la transición  fácilmente, pues la agricultura era, en realidad, una forma más difícil  de vida.
Vista de la torre desde el este mostrando las dos aberturas, superior e inferior (Kenyon y Holland 1981 vol. 3.2 pl. 9) Foto: Antiquity
"Este fue el momento cuando la jerarquía y el liderazgo  fueron establecidos. Este es el momento en el que las formaciones  sociales se llevaron a cabo, y muchos científicos se han preguntado por  qué las personas se inclinaron a produccir alimentos y hacer la  transición a la agricultura", dijo Barkai. "Trabajaban  la agricultura  para el beneficio de ciertos individuos de la  comunidad, dado que la gente producia excedentes que se almacenaban y  luego se dividían entre los individuos".
"Se  ha demostrado que las personas trabajaron mucho más duramente durante  el período Neolítico que en atapas anteriores. Era más fácil vivir de la  caza y la recolección, por lo que creemos que esta torre fue uno de los  mecanismos para motivar a la gente a tomar parte en un estilo de vida  comunal", señaló.
Misteriosamente, la torre fue  construida en las afueras de la ciudad y no como parte de las  fortificaciones de la misma, la cual fue la primera del mundo.
Una  torre era algo tan ajeno a su mundo conceptual de edificaciones que  probablemente nunca la había visto o podrían concebir tal construcción,  la cual debe haber cumplido algún propósito más que el meramente  defensivo, considera Barkai.
Él apoya esta afirmación con  registros históricos que indican que no hubo invasores que estuvieron  presentes en la zona en el momento de su construcción, alrededor de  8.300 a. C. Según las estimaciones arqueológicas, se debieron emplear  cerca de 11.000 días de trabajo para construirla.
"Es  algo fuera de lugar y del tiempo, y parece como  si ella no  perteneciera al sitio donde está. Fue un esfuerzo monumental  construirla, como las pirámides (construidas 5.000 años más tarde), sólo  por un pueblo de cazadores y recolectores", subrayó Barkai.
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Fotografía  aérea mostrando la posición del torre en el poblado de Jericó y su  relación con el pico montañoso de Quruntul (Kenyon 1981 vol. 3/1 fig.  2). Foto: Antiquity
Para una mayor comprensión de la teoría que el artículo pretende  transmitir (éste está sumamente deslavazado respecto al informe que los  arqueólogos presentaron, el cual puede leerse en formato PDF), véase a continuación la conclusión que también ofrece Antiquity al respecto:
"Este momento es dramático (se refiere a la proyección de la sombra sobre el poblado de Jericó).  Viendo lo que sucede en la pantalla del ordenador es una experiencia  intensa: podemos imaginar que asistimos al avance creciente de la sombra  sobre el pueblo y que debe haber sido atemorizante en la etapa  neolítica. Por tanto, creemos que la posición de la torre en el extremo  oeste de la ciudad, precisamente donde la oscuridad de la sombra  empezaba sobre el poblado en el solsticio de verano no fue accidental.
 Sugerimos que la torre fue construido no sólo como un marcador o  dispositivo de observación, sino como un guardián contra los peligros  presentes en la oscuridad a consecuencia de los últimos rayos de luz un  sol agonizante.
 Por otra parte, la comunidad instalada ya no era capaz de simplemente  empaquetar y dejar el lugar en caso de peligro físico o metafísico. La  protección tuvo que ser construida de modo permanente y la comunidad  tuvo que ser convencida de la necesidad de tales operaciones. La  construcción de la estructura de la torre era, pues, un símbolo de la  fuerza, la potencia y la durabilidad de la comunidad del Neolítico, y de  su capacidad para resistir las fuerzas de la naturaleza aterradora.
 No sabemos quiénes concibieron esta antigua torre, y cómo llegaron a ser  tantos que se movilizaron para cumplir con esta visión, destinada,  según sugerimos, a transformar los temores metafísicos de los seres  humanos del Neolítico en un verdadero «edificio del poder". Queremos  llegar lo más lejos, proponiendo que los temores primordiales de toda  una comunidad fueron utilizados por algunos individuos  que, reconociendo las incertidumbres inherentes a las etapas más  tempranas del sedentarismo, aprovecharon la oportunidad para tomar el  control de la población. La torre de Jericó neolítica puede muy bien ser  la primera evidencia concreta de la manipulación ciudadana organizada, y  de la utilización de la arquitectura como un medio de control humano  calculado".
Otro aspecto de la torre con la pared contigua. Foto: Bibleplaces
Como se ve, parece una interesante teoría la que aquí proponen los  arqueólogos israelíes, con Ran Barkai a la cabeza (por cierto, el mismo  arqueólogo que ha excavado la cueva Quesem donde se hallaron los restos más antiguos de un posible Homo sapiens, de unos 400.000 años), si bien se diría que aparenta un tanto artificiosa e incompleta.
En principio, la idea de que el fenómeno astronómico-geográfico de la  sombra podía provoca temores metafísicos en la población (bien por lo  que percibieran ellos así directamente, bien porque fuera inducido,  además, por determinada clase dirigente incipiente), dado que tal  fenómeno coincidía con un momento muy significativo del calendario  agrícola (solsticio de verano), y que tal circunstancia fue aprovechada  de manera ideológica por esa inicial clase dirigente para justificar su  control y dominio sobre la población y la actividad agrícola que la  misma trataba de desarrollar, se diría que tal idea, repito, puede tener  su fundamento.
Por un lado, la construcción de la torre sería así un elemento de  salvaguardia de la población ante los temores o pavores que se  experimentaban, a modo de conjuro y guardián, y un factor de  legitimación de la incipiente clase dirigente al aparecer ante aquélla  como garante de esa protección. Y por el otro, la dirección, control y  administración de su edificación y posterior uso, conllevaría, a su vez,  el mismo dominio sobre los recursos y excedentes agrícolas que  población producía.
Tanto la construcción como el control de la torre es evidente que podría  no sólo aglutinar a la comunidad en un objetivo de salvaguardia común,  sino darle al mismo tiempo a la surgente clase dirigente la posibilidad  de establecer la organización política, económica y social, que el nuevo  modo de explotar los recursos de la tierra conllevaba y exigía. Mutatis mutandis,  sería algo semejante a como en dichos planos o ámbitos de actuación se  derivaron similares consecuencias de la construcción de las pirámides y  templos egipcios.
Sin embargo, como he dicho, uno tiene la sensación de que la teoría se  apoya en cierta artificiosidad, máxime al basarlo todo en un supuesto  temor de la comunidad de Jericó a una sombra que llegaba desde lo alto y  cubría a todo el poblado en el solsticio de verano. Es decir, ¿hasta  qué punto puede considerarse que dicha sombra (que se suponía,  obviamente, de naturaleza negativa) generaba tales supuestos temores?  Hablar de que había un temor o pavor como consecuencia de ello es un  argumento sumamente especulativo en el que no basta con decir que la  torre estaba alineada con el solsticio de verano para justificar  semejante conducta y tampoco su función protectora, puesto que no se nos  dice por qué precisamente esta torre podía desempeñar tal papel.
Esto es, ¿por qué la torre podía proteger a la comunidad de esos temores metafisicos derivados de tan tenebrosa sombra? ¿Qué aspectos ideológicos se tuvieron que haber transmitido para que se creyera en su eficacia protectora, máxime cuando se nos dice que no dicha edificación era ajena a su mundo conceptual? Resulta claro que nunca lo sabremos.
En este sentido, sólo se me ocurre barruntar que fuese una especie de  edificación religiosa dedicada a aplacar y reverenciar al supuesto dios  cósmico que manifestaba su poder mediante la referida sombra tenebrosa.  No obstante, compruebo que esta posibilidad no se ha considerado  siquiera en el estudio de la misma. No hay ninguna referencia a este  aspecto, lo que no deja de llamar la atención, pues el contexto  histórico invita más pensar que la función de la torre podría ser de  tipo religioso y no la que se nos dice de mero guardíán y símbolo de la  manifestación de la fuerza, la potencia y la durabilidad de la  comunidad, y de su capacidad para resistir las fuerzas de la naturaleza  aterradora (naturaleza aterradora que no se ha contemplar a secas, sino  que ha de ir referida a poderes divinos cósmicos).
Entre las variadas interpretaciones que se han venido dando a la torre  (de caracter defensivo, hidráulico, notoriedad, etc.) observo que  tampoco nadie apunta a que pudiera ser, por ejemplo, una especie de  silo, esto es, una clase de almacén para los cereales que se cultivaban,  sin ir más lejos. Sobre todo, teniendo en cuenta que ostentaba una  escalera en su interior y que disponía de dos aberturas, una en la parte  inferior y otra en la superior, al igual que se comprueba en los  llamados silos de torre. Tal edificación interpretada como un silo o  almacén no entraría, además, en contradicción con la idea de edificación  de tipo religioso, pues, como sabemos, esta conjunción se daba ya en la  antigua Mesopotamia y en el antiguo Egipto, donde los templos eran  también centros de dirección, administración y almacenaje, de los  productos agrícolas. Y, por supuesto, es asimismo evidente que el  dominio y control de un almacén de este tipo conlleva ya la idea de una  clase dirigente que se ocupa del mismo.
Pero, en fin, supongo se habrá desechado estas ideas por algún motivo  (quizá porque, en lo que se refiere a esta última, no se encontró ni un  sólo triste grano o semilla de cereal en su seno). El caso es que, según  el parecer de Ran Barkai, la estructura de la torre no tenía ninguna  funcionalidad, salvo la que él apunta: que servía a modo de conjuro y  guardián contra la sombra que se proyectaba desde el pico montañoso de  Quruntul que estaba enfrente de Jericó. Así que, sintiéndolo mucho, sin  más datos o argumentaciones a muchos lectores no nos queda más remedio  que torcer un tanto el gesto, y elucubrar, desde la distancia, posibles  alternativas sobre ello.
Diferentes  posiciones del avance de la sombra que proyecta la montaña de Quruntul  sobre el poblado de Jericó durante el solsticio de verano, según el  programa informático. Fotos: Antiquity