Preparando esta segunda entrega, hemos efectuado una revisión completa de nuestros archivos. Encontramos que pueden ser de interés un mayor número de estructuras de las que en principio teníamos planteado presentar. Amenazamos por tanto con una tercera o incluso una cuarta entrega.
Quizá no convenga por tanto extenderse en largas explicaciones, ni en formular hipótesis, más o menos aceptables, con poco o ningún fundamento. Nos limitaremos a ofrecer detalles que consideremos puedan tener relación directa con la estructura y el lugar concreto en que se manifiesta, dividiendo el trabajo en zonas; con el ánimo de que ustedes juzguen por sí mismos si un lugar les merece mayor o menor interés que otro. El ámbito sigue siendo el mismo que el de nuestro primer artículo.
Comenzaremos mostrando elementos de una zona con reconocido interés arqueológico: Gilbuena, Medinilla y El Tejado, con la que terminamos la exposición anterior. Hay evidencia de habitación en estos parajes desde muy antiguo. Ya en la primera parte presentamos el círculo de piedra que estudió Santonja y que llevaba a épocas anteriores al Calcolítico, en relación con el poblamiento contiguo en la Ladera Alta. Por no mencionar las trazas aún más antiguas en la falda del Berrueco. Entre estos dos lugares, se manifiestan evidencias de habitación de muy diversas épocas, con continuidad hasta nuestros días, salvo hiatos importantes entre el Paleolítico y el Neolítico; la causa puede ser la temporalidad en la ocupación o la falta de prospección arqueológica. No entraremos a valorar estas cuestiones.
Círculos Tallados:
Tenemos que llamar la atención sobre este conjunto -son en realidad dos rocas- que se encuentra algo más arriba de la Cuna de los Moros, más adentro de las lindes de Medinilla. Y lo hacemos porque está dotado de un carácter especial sobre el resto de las estructuras que conocemos.
Una de las rocas presenta dos círculos de piedra en relieve en su parte central, arriba, rodeado de al menos (está muy desgastado) cinco estructuras circulares más que los circundan. Uno de ellos es completamente cilíndrico, el otro está rebajado en doble relieve.
En la otra roca se aprecian unas oquedades que muy bien pudieron ser pequeños escalones que facilitan la subida a la piedra y presenta también unas piletas con acusado relieve, del mismo tipo que los de la roca anterior. En nuestra opinión cabría otorgarle una atención especial por su singularidad. Cuestión esta a la que instamos desde aquí a quien corresponda.
La Cuna de los Moros:
Es un “sepulcro antropomorfo” doble. Cabe resaltar que vamos observando ya con cierta frecuencia una serie de estructuras duales. En la primera parte les presentábamos una pileta con brazo de separación tallado que poníamos en relación con el sepulcro doble de Ocos, e incluso con la talla que separa las dos partes, ya diferenciadas por la propia geometría de la talla en el Santuario de Ulaca. Cabe mencionar la pila del Conjunto Lítico, también en Ulaca, y la de la Era de los Moros, todas ellas publicadas en el artículo anterior, y otra en la Cuesta de las Viñas comentada en el artículo de Guillermo Caso en esta misma página, además de las que presentamos a continuación.
Este “sepulcro”, en el término de Medinilla lindando con el de Santibáñez de Béjar, aparece aislado en un prado, pero muy cerca de una cruz que aún señala el lugar donde posiblemente se hallaba una ermita, hoy prácticamente desaparecida, salvo vestigios que nos atrevemos a relacionar. Unas piletas en la roca que se encuentra detrás del “sepulcro”; otro elemento también tallado -probablemente de la misma época- que por su escaso tamaño y profundidad no podemos tomar como “sepulcro”, pero que tampoco podemos dejar de poner en relación por encontrarse a escasos metros de la estructura; un elemento de pileta doble que aparece también en las proximidades y unas pilas de piedra que hoy cumplen la función de comederos para ganado; bien que a todas luces insuficientes.
El conjunto podría estar indicando un lugar ritual -quizá de exposición de cadáver y ceremonia en el caso del “sepulcro”- con elementos contiguos tallados en roca fija, que podrían indicar continuidad, o superposición de culto en épocas más modernas.
¿Estructura tumular?
No puede dejar de llamarnos la atención esta manifestación rupestre, posiblemente asociada también a recinto de habitación, que parece haber sido expoliada. Nos parece también pertinente sugerir su estudio porque, como puede observarse, el interior de la oquedad presenta trazas interesantes. Sabemos -y desde aquí nos permitimos hacer una seria advertencia- que cualquier intento por sacar a la luz posibles grabados o pinturas rupestres podría poner en peligro cualquier hallazgo. Es por ello que nuestra intervención ha sido nula en este sentido, limitándonos a fotografiar su interior, sin utilizar el flash.
Piedra estriada con pileta:
Es una roca caballera estriada que vierte sobre una pileta tallada con muy poca profundidad. Se encuentra también en el ámbito de un posible recinto de habitación
Trono Individual:
Como muy bien comentaba la doctora Canto en el artículo anterior, son relativamente frecuentes las estructuras de tipo “trono” o asiento. Esta presenta la peculiaridad de encontrarse claramente individualizada, debajo de un canchal de roca elevado, con bolos graníticos arriba. Un espacio que merecería seguramente la pena estudiar con más detenimiento. Puede apreciarse bien este extremo en la imagen sobre la que hemos colocado un punto rojo para señalar la vista posterior del conjunto y la estructura, con “dimensión humana”.
¿Mesa de ofrendas?
Un elemento francamente interesante desde el punto de vista de las estructuras que podrían ser asociadas a altares o santuarios rupestres. Se trata de una especia de “mesa” con elementos geométricos en la talla de la pileta y en un reborde lateral.
Otras estructuras de Medinilla:
Las que presentamos a continuación se encuentran algo más dispersas, siempre dentro del término de Medinilla. Algunas se encuentran claramente relacionadas con yacimientos arqueológicos que ignoramos si están debidamente documentados, por lo que omitimos su localización exacta.
Todas se encuentran en una zona en la que presumiblemente se hallarían indicios de poblamiento con muy poco esfuerzo, porque aparecen señales evidentes como vallados de piedra casi ciclópeos y vestigios de modificación de la roca y estructuras de habitación bastante visibles.
No nos detendremos a describir cada una de ellas porque pensamos que las imágenes hablan por sí mismas sin necesidad de demasiadas explicaciones. Se darán no obstante las precisas si alguien lo solicita en los comentarios.
El Tejado - Peñaflor
El Tejado es el pueblo que se encuentra al pie del Berrueco y que comparte lindes con Medinilla y el Puente del Congosto. No lejos de esta localidad se halla el despoblado de Peñaflor, publicado por Jesús Antonio González Calle en su libro “Despoblados en la Comarca de El Barco de Ávila” http://lafozdelpielgu.org/spip.php?auteur2, estudiando la peripecia medieval. A nosotros nos parece observar aquí una peculiar estructura monolítica en relación con una roca horadada, en un lugar preeminente del despoblado, que nos atrevemos a llevar a épocas más antiguas que la medieval; en la que está datado el lugar. Hay otras estructuras interesantes en el entorno que dejaremos para mejor ocasión por ser menos llamativas.
Pileta en la Mariselva:
Esta pequeña pileta está tallada en un elemento elevado y saliente sobre el valle en el cerro del Berrueco, en el paraje de la Mariselva que, como ya hemos comentado, está catalogado por Maluquer como de época Neolítica.
No presenta particularidades especiales, sin embargo, la traemos aquí porque pensamos que puede ser una de las manifestaciones más antiguas, habida cuenta de lo que expongo anteriormente, y ofrece una evidencia sencilla pero palpable. Tiene en su superficie un trozo de cerámica y un canto rodado. Cómo pudieron ir a parar ahí esos elementos será fácil esclarecerlo, pero el detalle no deja de resultar bastante evocador.
por ANGEL MAYORAL CASTILLO