Académico de Stanford quiere que los buscadores señalen el escepticismo del calentamiento global y las vacunas como opiniones delictivas.
Un ex compañero de George Soros en la Open Society y actual académico de la Universidad de Stanford, Evgeny Morozov pidió a Google y otros motores de búsqueda convertirse en guardianes del pensamiento, ofreciendo advertencias sobre sitios web que contengan “teorías conspirativas” como la creencia sostenida por la mayoría de los estadounidenses, de que el calentamiento global no es provocado principalmente por el hombre.
Morozov, cuya biografía lo confirma como un bien conectado insider, denuncia en un artículo de Slate cómo el internet es una herramienta útil para “Personas que niegan el calentamiento global” así como “el movimiento anti-vacunación”, pidiendo a Google proveer un “tratamiento socialmente responsable de curación” que marginalizaría estas creencias modificando los resultados de búsqueda.
Su solución es “Empujar a los motores de búsqueda a tomar más responsabilidad por sus índices y ejercitar un fuerte control curativo en la presentación de resultados de búsqueda para consultas como ‘calentamiento global’ o ‘vacunación’. Google ya tiene una lista de búsquedas que envían más tráfico a sitios que comercian con pseudociencias y teorías conspirativas; ¿por qué no tratarlas diferentes a consultas normales? Por lo tanto, siempre que a los usuarios se les presenten resultados de búsqueda que puedan enviarlos a sitios operador por pseudocientíficos o teóricos conspirativos, Google simplemente puede mostrar un gran recuadro rojo pidiendo a los usuarios extremar precauciones y revisar una lista de recursos previamente autorizados antes de tomar una decisión”.
Morozov describe el potencial del cual de que esta medida sea juzgada como un “ayuda para las grandes farmacéuticas o Al Gore” por parte de Google, como “un riesgo que se debe tomar”.
Esto representa un argumento similar a la “infiltración cognitiva” de Cass Sunstein, en un esfuerzo por el zar de información de Obama para dar unas palmaditas a las advertencias del gobierno sobre sitios web controversiales (incluyendo aquellos que afirman que la exposición solar es saludable). En un altamente ridiculizado artículo Sunstein llamó a forzar a los blogs políticos a incluir ventanas emergentes que mostraran “un rápido argumento para una visión competente”. También exigió que impuestos fueran aplicados a opiniones disidentes e incluso sugirió que la prohibición absoluta de ciertos pensamientos debieran aplicarse.
Dando a compañías como Google, que han crecido hasta convertirse prácticamente en los guardianes de la totalidad de internet y ya están participando en actos de censura similares a SOPA, el poder para indicar qué posiciones políticas y científicas son aceptables y cuales son marginales “teorías conspirativas” es un insulto para el libre pensamiento y huele más al control de pensamiento de estilo chino.
El argumento de Morozov también está completamente socavado por el hecho de que las llamadas marginales “teorías conspirativas” que remite como necesidad para un control delictivo por parte de Google, como el escepticismo acerca del calentamiento global y los peligros de las vacunas son compartidas por millones de americanos, y no son “marginales” en absoluto.
De acuerdo a las más recientes encuestas menos de la mitad de estadounidenses creen que el calentamiento global es causado por actividad humana, un número que ha disminuido en los últimos años.
Adicionalmente, encuestas muestran que un cuarto de los estadounidenses, unos 75 millones de ellos, creen que las vacunas no son seguras y pueden causar autismo. Caracterizar esto como una teoría conspirativa minoritaria es como etiquetar al Catolicismo como una doctrina de un pequeño margen.
A lo sumo, puntos de vista acerca del calentamiento global y la seguridad de las vacunas pueden ser descritos como una división, pero señalan que el escepticismo acerca del cambio climático provocado por el hombre y los peligros de las vacunas son “excéntricas” creencias de conspiración marginales, como Morozov dice en su artículo, es descaradamente inexacto y expone el sesgo de una retórica manejada por su agenda.
Esto se ilustra por los comentarios de los lectores, quienes casi todos se burlan de Morozov y atacan su argumento como una demanda velada por la censura de internet.
“El día que Google empiece haciendo cosas como estas es el día en que buscaré un nuevo buscador”, escribe uno.
“Entonces, ¿apoyas la censura de internet? Sólo de la información con la que estás en desacuerdo, por supuesto. ¿Entonces asumo que Slate y NAF no apoyan la reciente acción respecto a SOPA?”, añade otro.
La retórica de Morozov es meramente un aspecto del gran movimiento para convertir a internet en una cámara de repetición de la propaganda del establishment, sacando voces alternativas para el beneficio de grandes compañías farmacéuticas que hacen millones de la venta de riesgosas vacunas y cuerpos científicos que su supervivencia depende del apoyo del mito del calentamiento global.
Esto representa otro esfuerzo por ganar una guerra de la información que el establishment está actualmente perdiendo, como Hillary Clinton misma admitió, por no crear un Orwelliano nuevo Ministerio de la Verdad de Internet, como Bill Clinton pidió, mejor atribuir este rol al mayor guardián del internet – Google.
Fuente: verdadahora.cl