Publicado: 29 ene 2012 | 01:06 MSK
Última actualización: 29 ene 2012 | 03:43 MSK
Frente a la Fiscalía General del Estado en Madrid se manifestaron unas 200 personas, con las casi 90.000 firmas recogidas previamente, para exigir que se ponga fin a la práctica del 'archivo masivo' de las denuncias de personas afectadas por el robo de bebés durante el franquismo (1939-1975) y en los años posteriores. Las protestas se llevaron a cabo también ante las autoridades judiciales de ciudades como Cádiz, Huelva, Barcelona, Valencia, Valladolid y Vitoria.
Los hijos que han descubierto que fueron robados y los padres a quienes mintieron diciendo que su bebé murió al nacer, se quejan de que muchos de los casos presentados a la Fiscalía, se cierran injustificadamente. Los manifestantes exigen que se reabran los casos y abogan por la creación de una comisión especial, parecida a la que existe en Argentina, para recuperar la identidad de niños robados durante la última dictadura militar.
David Serra, abogado de una de las asociaciones que participaron en la recogida de firmas, Anadir, explicó en una conferencia de prensa que se habían presentado un total de 1.079 denuncias de las que se archivaron un 30%. El porcentaje de casos archivados puede llegar hasta un 90%, pero también hay comunidades, como el País Vasco, donde apenas pasa esto.
“Esto es una lotería, que si te toca en Málaga o Barcelona va bien y si te toca en Madrid, tienes un 40% de posibilidades de que te lo archiven”, lamenta un miembro de Anadir, Mabel Escuder, de 59 años de edad y que hace dos descubrió que los que la habían criado no eran sus padres biológicos.
Se estima que puede haber hasta 300.000 niños españoles nacidos entre 1950 y 1990 que fueron, presuntamente, separados de sus padres para ser vendidos por redes que aparecieron durante la dictadura de Franco, una práctica que no acabó ni siquiera durante los años de la transición. Entre las pruebas que tiene en su poder organizaciones como SOS Bebés Robados, Anadir y Aberoa, figuran partidas de nacimiento falsificadas, exámenes de ADN, testimonios de enfermeras o enterradores y confesiones de padres que compraron a sus hijos.
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