Vía:eldia.com.ar| 18 de septiembre de 2011
Los restos fosilizados de un canino encontrados en la década de 1970 en las montañas siberianas de Altai corresponden al primer perro doméstico.
Los perros -los animales domesticados más antiguos- son comunes en el registro fósil de 14.000 años a esta parte. Pero los especímenes de hace más de 26.500 años son muy raros. Esto puede deberse al inicio del último máximo glacial, época en que la capa de hielo es más grande durante una era de hielo.
Con un registro histórico tan espaciado, nunca se supo cómo y cuándo los lobos se convirtieron en perros, proceso que pudo haber sucedido en un período de 50 a 100 años.
"Por eso nuestro descubrimiento es muy importante; tuvimos mucha suerte", afirmó Yaroslav Kuzmin, coautor del estudio y científico de la Academia Rusa de Ciencias de Novosibirsk.
En el caso del especimen ruso, el animal estaba a punto de convertirse en un perro completamente domesticado cuando su raza se extinguió.
Kuzmin y sus colegas se valieron del método de fechado por radiocarbono para examinar el cráneo y la mandíbula del perro ruso en tres laboratorios independientes. Cada laboratorio confirmó que el fósil rondaba los 33.000 años.
Foto: Montañas siberianas de Altai
En el sitio, conocido como Cueva Razboinichya, se encontraron también ramas quemadas, que sugieren que el lugar fue usado por cazadores-recolectores para algo, y es probable que el perro haya sido su mascota antes de morir por causas desconocidas, añadió Kuzmin, explicando que las bajas temperaturas y el suelo no ácido de la cueva probablemente hayan contribuido a impedir la descomposición total de los restos.
El equipo comparó estos fósiles rusos con huesos de lobos salvajes, lobos modernos, perros domesticados y cánidos primitivos semejantes a perros que vivieron hace más de 26.500 años.
Según los resultados, el perro -que probablemente se asemejara a un samoyedo moderno- se parecía por su forma y su tamaño a los perros totalmente domesticados de Groenlandia. Eso no implica que ambos tipos de perro estén relacionados dado que el nuevo estudio no incluye análisis de ADN.
Foto: A: vista cenital; B: vista de perfil; C: paladar; D: mandíbula izquierda; E: fila inferior izquierda de dientes. PLoS ONE.
Al no estar totalmente domesticado, el perro ruso retuvo ciertos rasgos de su ancestros, como los dientes semejantes a los del lobo. Pero el animal no presentó otras similitudes con lobos antiguos o modernos ni con razas de perros de otras partes de Rusia, constataron Kuzmin y sus colegas.
Este descubrimiento sugiere que este perro comenzó su asociación con los humanos independientemente de otras razas, lo cual podría implicar que la domesticación no tuvo un solo lugar de origen, contrariamente a lo que indican algunas pruebas de ADN.
En general, es probable que los perros se hayan domesticado cuando los lobos curiosos empezaron a merodear alrededor de los pueblos de la Edad de Piedra, que cerca de sus campamentos dejaban restos de los animales que cazaban, según la coautora del estudio, Susan Crockford, antropóloga y zooarqueóloga de la Universidad de Victoria en Canadá.
Este fenómeno ocurrió en Europa, Medio Oriente y China, según el estudio publicado en PLoS ONE.
Los animales que se sentían más cómodos cerca de los humanos sufrieron cambios en su ritmo de crecimiento -probablemente regulado por hormonas- que finalmente cambiaron sus esquemas reproductivos, su tamaño y forma convirtiéndolos en perros, explicó Crockford.
Por ejemplo, los perros se achicaron, desarrollaron cráneos más anchos, tuvieron crías más grandes que los lobos, añadió la científica. "Los más curiosos y menos miedosos acentuaron aun más estos rasgos al cruzarse entre sí."
Un proceso caótico
El proceso de domesticación en Europa y Asia fue caótico; muchas razas nuevas evolucionaron y se extinguieron, observó Kuzmin.
El perro ruso se perdió, por ejemplo, posiblemente porque el avance de la era glacial llevó a los cazadores-recolectores a moverse más para encontrar alimento.
Algunos expertos sostienen que los lobos necesitan estar en el mismo lugar durante varias décadas antes de convertirse en perros totalmente domesticados, explicó Kuzmin.
De hecho, "la domesticación es un proceso, no un suceso", señala R. Lee Lyman, antropólogo de la Universidad de Missouri. "Se necesita tiempo para que se produzca un cambio genético suficiente como para que una población evoluciones de una especie salvaje a una doméstica".
Y lo que es más, "no todo cambio evolutivo tiene éxito en el sentido que una población se separa de su linaje ancestral y produce un linaje o especie nueva, doméstica o no".
El estudio, expresó Lyman "subraya estos dos hechos importantes que los arqueólogos en ocasiones no tienen en cuenta".
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de Terrae Antiqvae