Cuando observas el comportamiento de las nuevas generaciones en la calle, en lugares públicos, esto es: de todos, te das cuenta de que algo va francamente mal. Nuestros eminentes políticos se pasan el día desparramando frases geniales sobre desarrollo sostenible (como seguir robando y que dure más), respeto por el medio y la biodiversidad, etc.. Pero no se dan cuenta, que esto empieza por la base y como cualquier proyecto, si la base no es sólida..ADIOS.
Vivo en una zona de marcha y cuando salgo por las noches y compruebo como paulatinamente, la calle va adquiriendo proporciones de basurero-letrina gigantesco, siento una desazón especial. No digamos cuando salgo por el campo y la montaña y al pasar por zonas de recreo y esparcimiento, no se da crédito en muchas ocasiones a lo que puedes ver sobre el terreno. Por dejarse se dejan hasta la vergüenza. 
Y de vuelta a la ciudad, observas como unos mocetes tronchan las ramas de un joven árbol o como un mueble viejo abandonado al lado de un contenedor es desparramado a golpe limpio por una pandilla a la que el momento le es superdivertido.
La educación medioambiental, esa que tanto cacarean, es parte de la educación general. ¿Quien pretende mejorar el legado que dejemos, si antes no se mejora el concepto de respeto por lo de todos? Mientras tanto, ya lo dice el refrán: "arrieros somos y en el camino nos encontraremos". Sigamos alegremente descuidando este factor tan importante y veremos el resultado: APOTEÓSICO.
Mis mejores deseos para el año nuevo.
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