¿Os acordáis del caso de las sedaciones excesivas del Hospital Severo Ochoa?. Los medios hicieron lo posible porque no se entendiera nada del caso, finalmente. Pero la clave de esto es muy sencilla. Ese tipo de procedimiento se está aplicando en hospitales, públicos y no públicos, desde hace algunos años en muchos países. No sólo no son prácticas “irregulares”, sino que están formalizadas o de forma sutil y sibilina o de forma completamente abierta, como el caso de Inglaterra, donde la nueva normativa del Servicio de Seguridad Social se ha convertido en una herramienta letal para miles de personas.
He rescatado este artículo de 2009 del Telegraph.
Artículo original en el The Daily Telegraph
En una carta al The Daily Telegraph, un grupo de expertos preocupados por los enfermos crónicos aseguran que algunos pacientes están siendo sentenciados a muerte por error.
Bajo la guia del NHS (servicio de seguridad social) introducido en Inglaterra para ayudar a doctores y personal médico con los pacientes moribundos, pueden obtener drogas sin límite y muchos son puestos en sedación continua hasta que se mueren.
Pero este procedimiento enmascara también signos de que sus condiciones físicas están mejorando, advierten los expertos.
Como resultado de ello, se está causando una “crisis nacional en el cuuidado de los pacientes”, asegura la carta. Ha sido firmada por expertos en cuidados paliativos incluido el profesor Peter Millard, Emérito en Geriatria, Universidad de Londres y el Dr. Peter Hargreaves, un médico de consulta en medicina paliativa en el Centro St Luke de cáncer, así como otros cuatro profesionales.
“Predecir la muerte es una ciencia inexacta” dicen. Los pacientes están siendo diagnosticados como “cercanos a la muerte” sin mirar el hecho de que el diagnóstico pudiera ser erróneo.
“Como resultado, una ola nacional de descontento se está generando cuando la familia y amigos son testigos de cómo se niega comida y agua a los pacientes”.
La advertencia viene justo una semana después del informe de Asociación de Pacientes que ha estimado que un milón de pacientes ha recibido pobre o cuidado cruel en la NHS.