Última actualización: 22 nov 2011 | 18:22 MSK
Una vez cambiados los gobiernos, Italia y Grecia implementan a toda marcha las medidas de austeridad exigidas por la Unión Europea como condición para su rescate. Lo hacen para mantenerse en la UE, ya que las consecuencias de su derrumbe serían inciertas para toda la zona euro. Pero el problema es que tampoco se vislumbran las consecuencias de un creciente malestar social.
Cada día se hace más obvio que es imposible conciliar los programas de recortes con la vocación democrática: implementar los ajustes implica sacrificar el bienestar de los ciudadanos. Los dos pueblos no dejan de protestar, mientras que varios expertos opinan que en realidad las presiones de la UE hacia estos países no tienen como objetivo rescatar sus economías, sino beneficiarse de ellas.
Es imposible satisfacer a la vez a las dos partes, cualquiera que sea el gobierno en turno, comentó a RT el economista español Mikel Noval. Las demandas que está planteando la UE de acuerdo con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional no son compatibles con los intereses de los ciudadanos, asegura el analista.
"La democracia por definición debería optar por defender los intereses del pueblo. Porque la democracia no es otra cosa que gobernar para el pueblo", insiste Noval. Sin embargo, subraya que la realidad es completamente distinta: "Lo que están haciendo es todo lo contrario: es empobrecer a la mayoría de la población para enriquecer a una minoría."
“Los apoyos que la UE otorga no son realmente una ayuda”, se trata de créditos que se deberán devolver en un determinado tiempo pagando además un cierto interés. Asegura que "para eliminar el debate se dice que esto es lo que piden los expertos, pero en realidad no hay expertos, son neoliberales, son personas que tienen una determinada ideología, que han trabajado al servicio de los bancos de inversión, como el mismo BCE, y son estas mismas personas las que están haciendo lo que manda este poder económico".
Nuevos gobiernos, pero la misma canción
La misma idea también la comparte el documentalista griego Aris Hatzistefanou, quien acentúa que los nuevos gobiernos tampoco ofrecen alguna alternativa concreta a los recortes. Subraya que Italia y Grecia "cada día son chantajeados". "Les dicen 'mire, si usted no acepta las medidas de austeridad impuestas por el FMI va a ser un infierno'".
Según el economista italiano Marcello de Cecco, al exigir la adopción de medidas de austeridad, Alemania quiere abrir un nuevo capítulo para la eurozona. “Los alemanes quieren una Alemania grande porque piensan que su modo de actuar funciona bien y su economía es la correcta, así que todos debemos ser como ellos”, comentó.
La única solución que Cecco plantea es la misma idea que le costó al primer ministro griego Giorgos Papandreu su puesto: un referéndum "en el que los ciudadanos decidan si están preparados para sacrificarse por la eurozona o no".
Las numerosas negociaciones entre los representantes de Italia y Grecia y los de la Unión Europea, además de los reiterados recortes y despidos no han paliado las crisis locales, por lo que la constante indignación poblacional es permanente. La salida de Grecia de la eurozona tendría consecuencias negativas para los estados miembros, pero se desconoce cuál será el futuro del país si sigue el camino elegido por Bruselas.
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