Son miles de casos de pasivo ambiental que superarían los U$S 10 mil millones reclamados por el grupo español al Estado. El directorio de la petrolera fue denunciado penalmente por contaminar agua para el consumo humano.
Por:
Daniel Enzetti
Los daños en el ambiente, ocasionados por YPF sólo en la cuenca neuquina, alcanzarían los 5000 millones de dólares. La cifra no es oficial, pero se desprende de estudios realizados por la Asociación de Superficiarios de Petróleo de la Patagonia (ASSUPA), que demandó a la empresa ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y logró que el alto tribunal aceptara la denuncia y se encuentre en estos momentos a punto de abrir la etapa de peritaje y comprobación de los ilícitos.
En una declaración de finales de 2006 que pasó desapercibida, pero que ahora los encargados de la intervención deberían rastrear antes de que el Estado ponga un solo peso para nacionalizar la compañía, el mismo abogado de YPF, Gabriel Macchiavello, sostuvo que ASSUPA “pretende la remodelación de toda esa cuenca, aduciendo la supuesta contaminación producto de la actividad hidrocarburífera”, y que el monto necesario “puede llegar a una cifra multimillonaria de alrededor de 5000 millones de dólares por las tareas de remodelación que habría que realizar”.
Para Ricardo Apis, presidente de la Asociación, “la decisión que tomó Cristina Kirchner es extraordinaria, pero hoy la responsabilidad pasa absolutamente por el gobierno. Sólo conociendo el pasivo ambiental se podrá llegar al verdadero valor de la empresa. Y si hilamos fino, creo que YPF hasta debe plata.”
El relevamiento llevado a cabo por los superficiarios –dueños o arrendatarios de la superficie afectada a la actividad petrolera– abarca unos 800 mil kilómetros cuadrados. Es decir, la totalidad del territorio destinado para explotación. Se trata del estudio más completo realizado para identificar episodios de daño ambiental generados por la extracción del crudo, que ASSUPA inició hace dos décadas y hoy es la prueba documental de un total de cinco demandas contra YPF y el resto de las petroleras que operan en el país.
Las acciones nunca reclamaron dinero ni tampoco lo hacen ahora, sino la remediación y reparación ante casos de aguas contaminadas, derrames, desertificación o muerte masiva de animales. Pero ante el anuncio de la reestatización de los yacimientos, hoy se convierte en una base de datos imprescindible para saber si los españoles son acreedores, o en realidad deudores del Estado argentino.
TIERRA ARRASADA. La demanda vinculada a la zona neuquina se caratula “Asociación Superficiarios de la Patagonia c/ YPF Y Otros s/ daño ambiental”, tramita por expediente A 1274/03, C.S.J.N. Y las otras cuatro corresponden al resto de las cuencas: Golfo San Jorge (ASSUPA c/Alianza Petrolera Argentina S.A. y Otros s/daño ambiental, Expte. 28/2009 -Tomo 45 Letra A; Austral (ASSUPA c/ YPF S.A. y Otros s/ daño ambiental, Expte. A 556 XLIII; Noroeste (ASSUPA c/Braspetrol y Otros s/ daño ambiental, Expte. 750/2010 Tº 46 Letra A; y Cuyana (ASSUPA c/YPF y Otros s/AMPARO, Expte. 45.058/3, Juzgado Federal de Mendoza Nro. 1.
Además de YPF, las empresas acusadas son, entre otras, Ingeniería Sima SA, Hidrocarburos del Neuquén SA, Capex SA, Pluspetrol SA, Petrobrás Energía SA, Petrolera Entre Lomas SA, Total Austral SA, Pan American Energy LLC Sucursal Argentina, Petroquímica Comodoro Rivadavia SA, Apache Energía Argentina SRL (nueva denominación y tipo social de Pioneer Natural Resources Argentina SA), Wintershall Energía SA, Medanito SA y Chevron San Jorge SRL.
Los escritos incluyen información referida a tierras arruinadas, derrame de hidrocarburos, modificación de la flora y la fauna, contaminación de lagos y napas subterráneas de agua, muerte de animales, desertificación, y construcción ilegal de caminos que tajean la llanura y miles de hectáreas de suelo fértil.
A diferencia de otras normas mineras en el mundo (como por ejemplo la de Estados Unidos, que establece el principio de propiedad de la tierra y también de la riqueza subterránea), en la Argentina existe la figura del “superficiario de petróleo”, aproximadamente 20 mil personas en todo el mapa nacional. Se trata tanto de propietarios de grandes extensiones como chacareros con dos o tres hectáreas, minifundistas o comunidades originarias. Dueños de la superficie, pero obligados a ceder el terreno si su propiedad entra en una zona de exploración. A cambio de resarcimientos que, por supuesto, las empresas no pagan. Y condenados a soportar que una vez agotados los pozos de extracción, el campo por donde pasó la petrolera sea tierra arrasada.
Se calcula que sólo en la cuenca neuquina hay 10 mil pozos contaminantes, y que a nivel nacional existen 18 mil “pozos satélite”, como se denomina a las perforaciones que cumplieron su ciclo, pero que a pesar de seguir filtrando desechos a las napas subterráneas, fueron abandonadas por las concesionarias sin ningún tipo de saneamiento.
Otro de los pasivos ambientales son los caminos interiores y “picadas”, que conectan los pozos con obradores, depósitos de maquinaria y oficinas administrativas levantadas en medio del campo. La misma cuenca neuquina está cortada por 120 mil kilómetros lineales de estos caminos (gigantesca superficie quitada a la siembra y al pastoreo de animales). Y se estima que contiene 12 mil piletones de 50m x 50m, y 3m de profundidad, destinados a volcar los residuos del petróleo extraído.
Entre otras cosas, YPF y varias compañías fueron denunciadas en los últimos años por camuflar esas piletas, para evitar fotografías que puedan ser usadas como prueba para el inicio de juicios millonarios.
CAUSAS PENDIENTES. La Ley 25.675 establece, entre otras obligaciones, que todo aquel que genere daño ambiental colectivo esté obligado a recomponer la situación al estado anterior, hasta donde sea posible. Por ejemplo, reforestando áreas peladas fruto de la instalación de pozos, o instalando plantas de tratamiento de agua para potabilizar lagos o napas contaminadas, y volverlas aptas para el consumo humano. Las empresas, incluida YPF, no sólo no repararon ni un solo caso, sino que además se niegan a la contratación de un Seguro Ambiental, también fijado expresamente en la norma.
“Las obligaciones de los grupos varían según la región –afirma a Tiempo Argentino Luis Arellano, apoderado legal de ASSUPA–, porque nunca el daño es el mismo. El problema de la desertificación es grave. Un tema es la Patagonia, donde las tierras áridas no tienen una capa fértil mayor que tres o cuatro milímetros; y otra realidad es la fertilidad de la Pampa Húmeda y el centro del país. Sin embargo, la superficie patagónica es árida, pero no estéril. Es decir, llueve poco, pero a pesar de eso la tierra tiene mucha vida si se la cuida.” Y agrega: “Las petroleras hacen lo contrario, en lugar de conservar, empeoran las cosas. La dureza del suelo patagónico la revierten con aditivos que ablandan, y a su vez esos aditivos contaminan de una manera gravísima. O proyectan terraplenes para la maquinaria, modificando el escurrimiento de la zona y originando que en algunos lugares no haya humedad por meses enteros.”
Además de las denuncias en las que está involucrada YPF, existen pendientes juicios por remediación ambiental en la mina Veladero (operada por Minera Argentina Gold, MAGSA, subsidiaria de la Barrick Gold de San Juan); contra la empresa Shell en el Aeropuerto de Ezeiza; y contra la UTE Sipetro/YPF en el Estrecho de Magallanes, en este último caso por derrame de petróleo que afectó el lecho marino, la fauna ictícola y originó miles de pingüinos muertos en Punta Vírgenes. <
El dato
MAPA
La cuenca neuquina está cortada por 120 mil kilómetros de caminos secundarios.
http://tiempo.infonews.com/2012/04/22/argentina-73758-denuncian-que-repsol-contamina-y-mata-mientras-pide-por-ypf-mas-de-lo-que-vale.php
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