Ilustración
cedida por el proyecto arqueológico Chotuna-Chornancap hoy, viernes 13
de abril de 2012, en el que se recrea la tumba de una sacerdotisa de la
cultura Lambayeque y sus acompañantes, en la región de ese nombre, unos
800 kilómetros al norte de Lima (Perú).
Vía: ABC.es | Fotos: Terra | 13 de abril de 2012
Los investigadores del proyecto arqueológico Chotuna-Chornancap,
próximo a la ciudad peruana de Chiclayo, hallaron por primera vez los
restos funerarios de una mujer que ocupó el cargo de sacerdotisa en la
cultura Lambayeque o Sicán, según confirmó a Efe su director, Carlos Wester La Torre.
La conclusión preliminar del antropólogo físico Mario Millones
determinó que se trataba de una mujer de entre 25 y 30 años que vivió
durante la segunda mitad del siglo XIII d.C., en el último periodo de
esta cultura de la costa norte de Perú, cuyo máximo exponente es el Señor de Sipán (siglo III d.C.).
Fotografía
sin fechar cedida por el proyecto arqueológico Chotuna-Chornancap de un
pectoral de conchas spondylus y conus perteneciente a una sacerdotisa
de la cultura Lambayeque.
La investigación, que está promovida por el Ministerio de Cultura de
Perú, comenzó hace ocho meses con una excavación que, dos meses después,
reveló el emplazamiento del descubrimiento, pero no fue hasta hace
pocos días cuando se constató el género y edad de esta sacerdotisa.
Foto: Fardo funerario con cara, máscara y lágrimas perteneciente a una sacerdotisa de la cultura Lambayeque
El hallazgo de su fardo funerario se produjo en una tumba del
palacio donde habría habitado con la compañía de los restos de siete
individuos, una llama, y "una cantidad de bienes realmente impresionante en términos de calidad y de tecnología", que indican la importancia social que tuvo en vida.
Foto: Textil pintado con láminas de cobre sobre la tumba de la sacerdotisa de la cultura Lambayeque
"Su corta edad señala que su cargo era hereditario y sus
funciones eran eminentemente religiosas, relacionadas con rituales como
sacrificios, recepción de ofrendas y celebraciones en torno al cambio de
las estaciones, el movimiento de la luna o la cuestión marítima", explicó Wester La Torre.
Además, tuvo contacto y relación con culturas vecinas como la de
Cajamarca y otras procedentes de Ecuador, que le proveyeron de conchas,
oro, cerámica y otros materiales y productos preciados en la época.
Al lado de sus restos también se encontraban "vasos
ceremoniales con iconos muy importantes y objetos como un cetro con la
imagen de una divinidad de Lambayeque, bienes que usó en vida y que
revelan la relevancia de su personalidad".
"Para nosotros es una información extraordinaria porque
expone a la mujer dentro de la estructura de poder de una sociedad
compleja como esta, y revela que el poder y la jerarquía religiosa no
era privilegio único de varones, por lo que este hallazgo da a pensar
que pueden haber más mujeres como ella", anticipó.
Carlos Wester comparó este descubrimiento con el de las sacerdotisas
que aparecieron hace 20 años en San José de Moro, e incluso con la Dama de Cao,
mujeres que previamente ya habían ostentado cargos de poder religioso
en la cultura Mochica, que ocupó la costa norte peruana entre el año 100
a.C. y el 700 d.C.
El director del proyecto arqueológico Chotuna-Chornancap apuntó que, "curiosamente,
es en la época final de ambas culturas cuando aparecen las mujeres en
la vida religiosa y en el escenario del poder".
"Habría que ver si esta presencia femenina es una
respuesta política de la sociedad en un momento de crisis para generar
estabilidad o es una respuesta consciente de la necesaria presencia del
género femenino en el poder", comentó.
Aunque el estado de conservación de la osamenta es "bueno en términos
generales", se procederá a retirarla en un bloque, "sin desarticularla
como se suele hacer", para seguir estudiándola en laboratorio y más
tarde exponerla por ser "un testimonio" del acceso de la mujer al poder
en las civilizaciones precolombinas.
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