El Museo del Louvre, en París, cuenta con un nuevo huésped: un extraño busto etrusco que representa a un hombre joven vestido con toga, marcado en el vientre con una incisión que desvela los órganos del cuerpo.
Fuente: AFP | Terra.com, 31 de agosto de 2011. Fotos por gentileza de © Rouillac Cheverny.
Colocada en un santuario, donde el culto tenía una dimensión terapéutica, la obra votiva tenía por objetivo una curación, o dar gracias a la divinidad por la cura obtenida.
El busto de tierra cocida, del siglo III o el II a.C, fue obtenido por el Museo el pasado 26 de junio en una subasta en el castillo de Cheverny (centro).
El Louvre pagó 249.000 euros por esta pieza, "excepcional por su historia y su interés arqueológico", dijo el miércoles a la AFP Jean-Luc Martinez, director del departamento de antigüedades griegas, etruscas y romanas del museo.
Según las informaciones transmitidas por el ex propietario, un médico francés llamado Pierre Decouflé que adquirió el busto en 1960, la pieza provendría de Canino, en la zona de la gran ciudad etrusca de Vulci, al norte de Roma.
El busto llama la atención por su tamaño (68 cm), destacó Martinez. La incisión al nivel del abdomen muestra el conjunto de la anatomía masculina, desde la clavícula hasta la próstata. El corazón, los pulmones, los intestinos, el bazo, un riñón y la vesícula también pueden identificarse.
"La tesis de Decouflé es que los etruscos practicaban la disección y conocían bien la anatomía", consideró el funcionario.
El busto puede verse desde el miércoles en las salas de arte etrusco del Museo del Louvre.
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