Vía: Bible History Daily | 20 de octubre de 2011 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Con cuatro murallas concéntricas de piedra, que rodean un gran cúmulo también pétreo, el complejo megalítico de "Rogem Hiri" en el Golán (Israel) ha intrigado desde hace mucho tiempo a los arqueólogos. Algunos han especulado que el complejo funcionaba, originalmente, como un observatorio astronómico antiguo, mientras que otros han sugerido que sirvió como un santuario o como un lugar funerario de la población del Golán durante el Calcolítico (4500-3500 a. C.).
En "Excarnation: Food for Vultures" ("Excarnación: comida para buitres"), su autor, Rami Arav (foto a la izquierda), argumenta que "Rogem Hiri" fue un tipo especial de santuario, construido específicamente para el propósito del ritual de excarnación, es decir, con la intención de exponer los cuerpos de los muertos a los buitres y otras aves de presa a fin de despojarlos de su carne.
Como explica Arav, la excarnación era una práctica generalizada en las culturas y civilizaciones que, por una razón u otra, estaban interesados en mantener los huesos de los difuntos y no su carne.
La arqueología ha demostrado que los pueblos del Calcolítico del Levante sur estaban muy interesados en la preservación de los huesos de los muertos. Los pueblos del Calcolítico en toda Siria y Palestina enterraban los huesos de sus muertos en cajas de arcilla decoradas caprichosamente, u osarios, los cuales eran elaborados a menudo con estilizados rasgos faciales, tales como ojos, narices y bocas.
Los osarios del periodo Calcolítico también tienen con frecuencia una apariencia cuadrada, con forma de una casa, con una gran abertura en la parte delantera a través del cual los huesos de los muertos eran insertados.
Pero, ¿cómo exactamente los pueblos del Calcolítico lograban reducir a sus seres queridos fallecidos en ordenadas pilas de huesos secos que cabían fácilmente en tales cajas de huesos? "Rogem Hiri" es uno de los numerosos círculos con estructura de muros altos del periodo Calcolítico que Arav ha identificado en el Golán. Él cree que dichas estructuras se utilizaban principalmente para la excarnación.
En "Rogem Hiri", el cuerpo de la persona fallecida habría sido llevado al centro de la estructura y dejado en una gran losa de piedra expuesto a la intemperie. Después de que los vivos se hubieran ido, los buitres y otras aves de presa se encaramaban en lo alto de los muros de "Rogem Hiri" y descenderían sobre el cadáver para despojarlo completamente de su carne en cuestión de horas. Una vez que la excarnación se había completado, los vivos volvían a "Rogem Hiri" a recoger los huesos y colocarlos en sus osarios cuidadosamente.
Pero en "Excarnation: Food for Vultures", Arav hace otra pregunta importante: ¿Por qué los huesos de estas gentes del Calcolítico eran colocados en osarios en vez de simplemente enterrarlos? Arav cree que los osarios eran vistos como cajas mágicas que tenían el poder de revivir, resucitar y volver a la vida, los huesos secos depositados en su interior. En la mente de las gentes del Calcolítico, según él, los osarios eran considerados como graneros simbólicos. Al igual que el grano almacenado en graneros, seco y aparentemente muerto, revive y vuelve a la vida cuando se lo siembra, así era el deseo de ver a los huesos en los osarios-graneros, que podían revivir y renacer.
Foto: "Rogem Hiri" visto desde el nivel del suelo.TERRAE ANTICVAE