Vía: Fox News | 30 de octubre de 2011 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Una valiosa colección de 7700 monedas de oro, plata y bronce de los tiempos antiguos -conocido como el "Tesoro de Bengasi"- fue robada cuando una banda se introdujo a través del techo de hormigón de una cámara subterránea de un banco en la ciudad libia de Bengasi a principios de este año.
Un experto lo describió la semana pasada como "uno de los mayores robos de la historia arqueológica", con muchos objetos que datan de la época de Alejandro el Grande.
Es imposible dar un valor para el tesoro, pero una sola moneda antigua griega de Cartago fue vendida este mes por el precio récord de 431.000 dólares en una subasta en París, según informó The Sunday Times de Londres.
Armarios metálicos de almacenamiento del Banco Nacional de Comercio de Bengasi habían sido destrozados para abrirlos, y los sellos de cera roja de los cofres de madera que alojaban la colección fueron quebrados.
La banda se había concentrado en los antiguos tesoros, dejando los objetos de menor valor intactos.
Puede haber sido un trabajo interno (por personal del banco). El robo parece que fue llevado a cabo por personas que sabían lo que estaban buscando.
El asalto al banco de Bengasi se había producido poco después de que se provocase un incendio en el mismo. Al principio se creyó que había sido parte de la insurrección contra el dictador caído, Muammar Gaddafi, pero puede estar relacionado con el organizado robo que tuvo lugar en el pasado mes de mayo.
En aquel momento la ciudad estaba luchando por sobrevivir a las fuerzas de Gaddafi. Bengasi había sido la primera ciudad en caer en manos de los rebeldes, pero a menudo volvía a estar bajo los continuos ataques de los partidarios de Gaddafi.
Así como monedas, el tesoro de antigüedades incluye joyas, medallas, pulseras, tobilleras, collares, pendientes, anillos y brazaletes de oro. Alrededor de 50 pequeña esculturas y figuras de bronce, vidrio y marfil, se han perdido, y también un pequeño alijo de piedras preciosas.
Hafed Walda, un arqueólogo de Libia que estudió en el Kings College de Londres, dijo que el robo lleva la marca de un atraco profesional: "Puede haber sido un trabajo interno. El mismo parece haber sido realizado por personas que sabían lo que estaban buscando".
No se ha informado del robo hasta ahora. Fadel Ali Mohammed, el nuevo ministro libio de antigüedades, emitió la primera alarma a la UNESCO, a los vigilantes del Patrimonio de las Naciones Unidas, en el mes de julio pasado.
Se ha especulado que el Consejo Nacional de Transición de Libia, entonces con sede en Bengasi, no era partidario de dar a conocer el robo para evitar una publicidad negativa.
La Interpol ha sido alertada, pero la pista se ha enfriado y los arqueólogos temen que pueda ser difícil recuperar los objetos una vez se muevan fuera del país.
Foto: Monedas griegas antiguas de oro y plata del 'Tesoro de Bengasi'.
Serenella Ensoli, una arqueólogo italiana de la Segunda Universidad de Nápoles, y una especialista en antigüedades de Libia, describe el robo como "una pérdida muy grave para el patrimonio arqueológico a una escala global".Ensoli dijo que el valor del tesoro era "incalculable", porque el valor histórico de los objetos provoca que sean insustituibles. "La colección no está bien estudiada, y es una gran pérdida para el patrimonio de Libia", añadió finalmente.
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Una vista de Leptis Magna, cerca de Tripoli. Crédits photo : SUPERSTOCK/SUPERSTOCK/SIPA/SIPA
En búsqueda de los tesoros saqueados tras la revuelta política de Libia
Vía: Reuters | Brian Rohan | 31 de octubre de 2011
El alijo de 8.000 piezas fue cogido por los ladrones que cizayaron la cámara de hormigón de un banco en Bengasi, en los primeros días del tumulto revolucionario, después de que un incendio se propagara desde una sede adyacente de la temida policía secreta.
Los residentes del vencidario, en la zona costera, dicen que el banco fue invadido por saqueadores el pasado mes de febrero, cuando Bengasi se levantó contra el régimen de Gaddafi y provocó una revuelta que se extendió por todo el país.
Las multitudes asaltaron edificios oficiales para liberar a los presos políticos, y algunos residentes dijeron que una fuga de una prisión cercana podría haber permitido que delincuentes habituales asaltaran el banco.
Cenizas y vidrios rotos ensucian el atrio otomano del edificio, la sucursal principal del banco comercial libio. Sus cámaras subterráneas permanecen abiertas en una misteriosa oscuridad, algunas conteniendo cuidadosamente apilados registros de las transacciones con las casas financieras occidentales.
"Es un desastre" , dijo Yusuf ben Nasr, director de antigüedades de la ciudad, construida en un lugar originalmente llamado Euesperides, cuando fue fundada por los antiguos griegos en el siglo VI a. C.
Un reportero de Reuters encontró monedas de bronce almacenadas en la trastienda de una joyería del zoco de Bengasi. El vendedor dijo que los artefactos eran "un secreto". Preguntado sobre el valor de las monedas el comerciante se encogió de hombros y dijo que tenían dos milenios de antigüedad.
Cuando Reuters mostró a Yusuf ben Nasr fotografías de las monedas a la venta en el zoco, dijo que probablemente eran parte de la colección.
"Estos son tesoros nacionales invaluables, piezas de nuestra historia que se han perdido" , dijo Yusuf ben Nasr en su oficina, la cual ha convertido en una casa de seguridad para las antigüedades, a un corto paseo del banco asaltado.
El tesoro robado incluye raras monedas de oro y plata repujada con caligrafía islámica y versos del libro sagrado musulmán, el Corán.
La tierra de Libia ha sido gobernada por sucesivos imperios del Mediterráneo a lo largo de los siglos, y es el hogar de espectaculares ruinas griegas y romanas que han quedado en gran parte intactas a los efectos de la modernidad, lejos de los circuitos turísticos.
Los expertos dicen que la mayoría de las antigüedades de Libia han sobrevivido indemnes a los nueve meses de la revuleta gracias a una mezcla de suerte y del trabajo esmerado por hombres como Yusuf ben Nasr, que se ha pasado la mayor parte de su tiempo, desde febrero, en asegurar la historia del país noteafricano en cajas como los que ahora llenan su oficina, muchas de ellas por su propia cuenta.
La colección del banco de Bengasi, sin embargo, no tuvo la misma suerte.
" Este es el robo más grande que yo conozco", dijo Paul Bennett, un arqueólogo británico especialista en las antigüedades de Libia. "Hay indicios de que algunos de los hallazgos están haciendo su camino en el zoco".
Trabajo de detectives
A pesar de que la policia busca, con la participación de la agencia de policía Interpol, parte del botín de Bengasi ya ha comenzado a salir del país, dice Yusuf ben Nasr.
Estatuas que estaban en el banco han aparecido ya en el vecino Egipto, y algunas de las 500 monedas, recientemente vistas allí, pueden ser parte del tesoro perdido.
"No hay mucho que podemos hacer salvo pedir a las instituciones de todo el mundo que nos ayuden a obtener las antigüedades de Libia si ellas aparecen, para que así nos las puedad devolver" , dijo, y añadió que los libios que vivían en Egipto están recaudando dinero para comprar una estatuilla del dios del amor, Cupido, hallado en un zoco en Alejandría.
La colección robada en Bengasi ya había cambiado de manos varias veces en el siglo XX, muchas de ellas habiendo sido incautada por funcionarios de la Italia fascista durante la Segunda Guerra Mundial.
Tomada como botín del territorio que el dictador Benito Mussolini consideraba parte de su "Nuevo Imperio Romano", los objetos fueron exhibidos en una exposición colonial de Italia en 1940, antes de ser devuelto a la Libia independiente en la década de 1960.
En la profundidad del banco, un gran sótano de una sucia oficina permance cerrado, con un cincel atascado entre el acero y siglos de mampostería, testimonio de los intentos fallidos de abrirla.
Sin embargo, en un piso superior, una abertura del tamaño de una alcantarilla muestra cómo los ladrones finalmente rompieron el techo de hormigón armado, un trabajo que requiere de un martillo neumático o días de trabajo a mano.
"Libia ha tenido grandes problemas con los robos en el pasado, y bajo Gaddafi muchos objetos terminaron misteriosamente en Suiza" , dijo Yusuf Ben Nasr. "Afortunadamente hemos
tenido la ayuda de las organizaciones de allí, quienes las han adquirido para nosotros".
Con los museos en mal estado tras años de abandono, y los sitios arqueológicos en todo el país en gran parte inseguros, Yusuf ben Nasr ha recurrido a la policía e incluso a los Boy Scouts de Libia para rastrear las antigüedades desaparecidas, incluyendo momias recientemene descubiertas en tumbas saqueadas en el sur.
"Nosotros seguimos buscando en lugares de todo el país, realizando inventarios de lo que ha desaparecido e informando a los escolares y a los Boy Scouts sobre el tesoro perdido" , dijo. "Por ahora, la arqueología aquí se ha convertido en un trabajo de detectives".
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La Unesco llama a proteger los tesoros libios
Vía: El Diario | 25 de octubre de 2011
Las ruinas romanas de Leptis Magna y el puesto comercial fenicio de Sabratha han sobrevivido hasta ahora a la guerra de Libia, así como los otros cinco lugares que figuran en la lista de Patrimonio Universal de la Unesco. Así lo comprobó una comisión de investigación que visitó Libia en septiembre.
Sabratha , vale reseñar es una antigua ciudad a la orilla del mar Mediterráneo, situada a 60 kilómetros de la capital de Libia, Trípoli. En el pasado, controlada por el Imperio romano, fue uno de los más importantes puestos comerciales de toda la región. Hoy su antiguo teatro es el monumento que más destaca del conjunto, construido hace 2000 años por los romanos.
Se encuentra en el distrito de Az Zawiyah, y su población según estimación 2010 era de 8.914 habitantes
Los tesoros arqueológicos del país han logrado salvarse del expolio gracias a que la Unesco facilitó a la OTAN las coordenadas geográficas de los principales espacios culturales del país para que no fueran bombardeados. Pero ahora, con la muerte del dictador Muammar Gaddafi y el próximo final de la misión aliada el 31 de octubre, los riesgos que corre el patrimonio cultural del país se multiplican.
«Sabemos perfectamente bien que, en un periodo de gran inestabilidad, esos lugares son los más amenazados por los robos» , señala la directora de la Unesco, Irina Bokova, que ha solicitado al nuevo Gobierno libio que proteja sus tesoros del expolio y el comercio ilegal. Sus miedos están fundados: Miles de piezas arqueológicas desaparecieron en Irak tras la caída del Gobierno de Saddam Hussein y en Egipto, la primavera árabe trajo consigo el robo de más de cincuenta piezas del Museo egipcio.
La Unesco ya ha alertado a los comerciantes de arte de los países vecinos para que estén vigilantes sobre el posible comercio ilegal.
«Los riesgos permanecen porque la situación todavía no está estabilizada. Hemos visto otros sitios -como Irak y Afganistán- en los que el periodo posterior al conflicto fue el más peligroso. Esto es porque cuando hay muchas armas, muchas fuerzas armadas y mucha inestabilidad, es cuando comienzan los saqueos» , afirmó la pasada semana el asistente del director general para Cultura de la Unesco.
El Tesoro de Bengasi
Uno de los robos que sí se han registrado es el de la colección arqueológica conocida como el Tesoro de Bengasi, que desapareció tras la liberación de la ciudad por los rebeldes libios en marzo. «No hay imágenes documentadas. Hay que ir lo antes posible al Banco Nacional del Comercio de Bengasi donde se custodiaban las cajas que contenían las 8.000 monedas antiguas de oro, plata y bronce. Hay que ver qué queda de ellas», señalaba el pasado 21 de octubre en la Unesco la profesora Serenella Ensoli, directora de la misión arqueológica italiana de Cirene.
El valor de esas monedas radica en su doble rareza. No solamente son antigüedades griegas que datan de entre el año 570 y el 375 antes de Jesucristo. Testimonian la existencia del silphium, una planta endémica de la región, hoy desaparecida. Los griegos consideraban el silphium como un «don precioso de la naturaleza». Según Plinio el viejo, «La oveja se duerme en cuanto la come y la cabra estornuda». A su jugo le atribuían virtudes adivinatorias. César utilizó cajas enteras para pagar a sus legionarios, según se lee en el artículo de «Italia Numismática». La planta, que se podía encontrar en la Cirenaica antigua que se extendía desde el jardín de Hespérides hasta la villa de Sirte, desapareció en la época de Nerón. Italia, antigua potencia colonial en Libia, conservó el tesoro en la península desde 1940 hasta la independencia del país en 1961.-TERRAE ANTICVAE