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viernes, 13 de enero de 2012

EL ENIGMA DE PIEDRA ESCRITA DE CENICIENTOS

La Piedra Escrita de Cenicientos


Informado por la directora del Museo Arqueológico de Ávila, de la existencia del monumento cultual rupestre conocido como Piedra Escrita de Cenicientos –Madrid- del que la doctora Alicia M. Canto había realizado algunas publicaciones, hace unos años realicé dos visitas al lugar.

Situación. En concreto este original e impresionante santuario rupestre se encuentra situado en pleno campo, dos kilómetros y medio al sureste de la madrileña población de Cenicientos –Madrid-, en la ladera suroriental de un pequeño altozano, en el punto de coordenadas X: 40º, 14´, 39” e Y: 4º, 26´, 35”.

Antecedentes. Según la doctora Canto, salvo error mío, el monumento ya fue recogido en la Carta Arqueológica de la Provincia de Madrid y divulgado por primera vez cuatro años más tarde por J. Mangas, S. Ripoll y J.J. Storch de Gracia, en la revista Arqueología 85, 1988, 58-59; realizándose, a requerimiento del Ayuntamiento de Cenicientos, varias catas a su alrededor, cuyos resultados “inconcluyentes”, publicaron los arqueólogos responsables en 1995.

El monumento. El monumento en cuestión se trata de un monolito natural de granito de sensible forma trapezoidal, de unos 5 m. de altura por casi 4 de ancho, en cuya cara este, se labró una hornacina vertical de más de dos metros de altura, más de uno de ancho, y unos 20 cm de profundidad media, dividida en tres partes o paños horizontales, entre las que destaca el paño central por su mayor extensión y por los relieves que ostenta que, según la doctora Canto, resumidamente, podrían representar: la figura de la izquierda (una mujer), a una diosa o sacerdotisa; y las dos de la derecha, a un matrimonio (mujer a la izquierda y hombre a la derecha) realizando un ofrecimiento o sacrificio ante la anterior la cual, a su vez, realiza una libación. Entre la figura de la izquierda y las dos de la derecha podría encontrarse un ara.

En el paño inferior de la hornacina existen lo que parecen ser dos relieves, al parecer retocados o atacados por un líquido corrosivo, quizás por motivos religiosos, que, según la doctora Canto, podrían tratarse de una vaca o buey echada en el suelo, el de mayor bulto situado al lado derecho; y de una pequeña ternera o mejor, de una cabra, de frente, con cuernecillos rectos, el del lado izquierdo; relieves que vendrían a tener lógica relación con el relieve superior ya que podrían ser o bien los animales ofrendados en el sacrificio arriba descrito, o bien animales representativos de la divinidad, o ambas cosas. Pero la situación, a mi juicio, no está cerrada pues podrían ser cualquier otra cosa relacionada en el asunto.

El tercio superior redondeado, de menor extensión y profundidad que los otros, tiene el solo objeto de rematar y adornar la hornacina sagrada.

A la altura de la base de la hornacina sagrada, del lado izquierdo, se encuentra una inscripción de 68x21 cm dividida en dos líneas de texto, retocada seguramente más de una vez e incluso pintada para que se pueda leer “A LAS TRES MARÍAS”, suposición verdaderamente absurda, originada seguramente por el torpe deseo de dar sentido cristiano a un monumento sagrado de origen pagano. En tal sentido la doctora Canto opina que se trata de una inscripción romana retocada en época medieval o moderna con trazos menos profundos situada, como es corriente, junto a relieves a unos de sus lados para que, “en consonancia con la aparente representación de tres mujeres vestidas de largo, se leyera "A las tres / Marías" (del Nuevo Testamento”. Según la doctora Canto la traducción original romana cree que sería: A(nimo) l(ibens) s(olvit votum?) • Sisc(inius?) Q(...?) Dîanae (con la I inscrita dentro de la D “Sisc(inio?) Q(...?) (consagró este monumento) a Diana, cumpliendo con agrado su promesa.” Considerando los elementos arqueológicos, epigráficos y antroponímicos, opina la doctora Canto, que el monumento es de época romana y que debe estar dentro del siglo II d.C.

Es decir, que muy probablemente el monumento en cuestión es un exvoto (altar, santuario, aunque ciertamente original) a la Diosa Diana dedicado por un devoto potentado. Hermana de Apolo el propio Júpiter armó a Diana con arco y flechas y la hizo reina de los bosques. Diana fue considerada con gran reverencia por los ciudadanos de clase inferior y los esclavos, pudiendo éstos recibir asilo en sus templos (Wikipedia: Diana, mitología.)

El enigma de su cronología. Hasta tiempos recientes, quizás basándose en el gran número de tumbas excavadas en roca, se pensaba que el monumento era medieval pero los arqueólogos autores de los sondeos arqueológicos que se han realizado no han podido determinar, pese a la abundancia de materiales cerámicos (de época romana y medieval) existentes, la época exacta a la que pertenece el yacimiento (monumento y entorno cercano). Y así, según la doctora Canto, el diario El País-Madrid, ediciones de 12, 14 y 18-10-1995 y por último 19-12-1995, concluía con el titular “Los arqueólogos de la Comunidad se rinden ante la ‘Piedra Escrita’ de Cenicientos”.

Roca alargada situada frente a la Piedra Escrita.

Mi investigación. Con la referida información y aún otra que no cito sobre el lugar, realice dos visitas a Piedra Escrita llegando a las siguientes conclusiones:

Que ante la Piedra Escrita, al Este, existe una pequeña explanada, con ligero declive hacia Oriente, delimitada por una roca paralela a la peña sagrada, situada a unos doce metros de ella. De unos cuatro metros de largo por uno y medio de alto y ancho, esta roca y unas piedras situadas a continuación de la Piedra Escrita hacen suponer razonablemente la existencia de un espacio sagrado, seguramente rectangular: de unos 12x8 m., esto es, de unos cien metros cuadrados.

Que en la trasera de la roca que ostenta la hornacina sagrada, parte izquierda, existen unas pequeñas gradillas, redondeadas por su posible y frecuente uso, de cronología indeterminada, dispuestas, seguramente, para poder alcanzar la parte superior de la peña con la posible intención de depositar exvotos; y aunque arriba no parecen existir elementos rituales, sí que se encuentra una curiosa hendidura alargada, de finalidad desconocida, que no parece del todo natural.

Gradillas y escotaduras cilíndricas en la trasera de la Piedra Escrita.

Además, a unos tres metros de altura, integrada en el referido graderío, existe una burda e inclinada repisa que en algún momento de la historia de este lugar debió cubrirse por un tejadillo a dos aguas apoyado sobre unas escotaduras cilíndricas practicadas en la roca: tres alineadas en la parte izquierda y otras tantas en la derecha formando un ángulo próximo a los cien grados.

Restos de viejas estructuras en el altozano donde se halla la Piedra Escrita

Que en el propio cerrillo de Piedra Escrita, rodeado en su mitad occidental por el arroyo de los Molinillos, se encuentran numerosos restos de viejas estructuras de habitación, cerámica y presumibles elementos rituales rupestres que estimo medievales.

Pequeña pililla, ritual presumiblemente, sobre una roca del altozano de Piedra Escrita.

Que en los alrededores de la peña sagrada en especial en un arco de unos 160 grados, Noreste-Oeste, en una distancia de varios centenares de metros, dando vista a esta, aún existen cerca de dos decenas de tumbas excavadas en roca, algún resto de toscas estructuras, cerámicas domésticas, pilas talladas en roca, cazoletas presuntamente rituales, piedras de molino, etc. materiales típicamente altomedievales.

Conclusión. A juzgar por los materiales arqueológicos encontrados (incluidos los hallados en las prospecciones arqueológicas realizadas), el lugar debió registrar una ocupación en la Edad Antigua, época romana, de duración indeterminada que, seguramente, puso el hito para otras posteriores.

Que, sin solución de continuidad o tras un periodo de abandono, el lugar fue nuevamente ocupado en la Alta Edad Media, por un espacio indeterminado, como lo evidencian el gran número de tumbas excavadas en roca y su clásica dispersión altomedieval (en varios núcleos en torno al poblado y a veces en su interior). Un asentamiento, en definitiva, similar al que existió seis kilómetros al Noreste, al pie sur de la “Peña de Cadalso” (en cuya cumbre se sucedieron asentamientos desde el Cobre o Bronce hasta el Hierro), a caballo de la carretera M-507 de Cadalso de los Vidrios a Encinar del Alberche, puntos kilométricos 40-41.

Que sobre la existencia de una población inmediata a la Piedra Escrita, perteneciente a los siglos XVI-XVIII, de la que dicen los archivos parroquiales de Cenicientos, que tuvo parroquia y que llevó por lógico título: “Virgen de la Piedra Escrita”. no encontré, salvo algunos restos cerámicos, vestigios claros de ella, a pesar del poco tiempo transcurrido desde su supuesta desaparición cuando no he tenido problemas para detectar otras pertenecientes a fechas más remotas.

Más sobre el lugar: La Piedra Escrita de Diana en Cenicientos –Madrid-

Mas sobre la diosa Diana: Diana (mitología) Wikipedia la enciclopedia

http://terraeantiqvae.com