El extraño hallazgo de la misión en la antigua ciudad de Oxirrinco podría corresponder a un ritual funerario desconocido hasta ahora
“La Vanguardia” 3/4/2011 - Silvia Colomé
La misión catalana que trabaja en la antigua ciudad de Oxirrinco ha finalizado la campaña de excavación con una inesperada sorpresa: el hallazgo de unos 1.200 peces enterrados en la necrópolis. “Nunca habíamos visto nada parecido, pensamos que se trata de un ritual”, explica Josep Padró,
director de la misión liderada por egiptólogos de la Universitat de
Barcelona. Todos fueron depositados en el mismo momento “formando capas
entre estores vegetales”, precisa la arqueóloga Maite Mascort.
La hipótesis que baraja el equipo de egiptólogos es que “debajo de
estos peces haya algo más”, sigue Mascort. “Quizás fueron depositados
como ofrenda encima de una tumba”, añade. “Nos ha costado mucho dejar la
excavación para el año que viene, pero así es el trabajo del
arqueólogo”, se lamenta.
El equipo ha extraído miles de espinas de estos peces y ahora está
trabajando en determinar de qué especie se trata. “Ya que estamos en la
ciudad de Oxirrinco, estaría bien que fueran oxirrincos, pero el
hallazgo continua siendo igual de interesante si se trata de otros
peces”, opina Mascort. “Hay ejemplares grandes y pequeños que podrían
corresponder a una misma especie o a más de una”, detalla Padró.
El pez oxirrinco se relaciona con la divinidad Tueris, que en esta
localidad tomaba la forma de pez “con los cuernos de la diosa Hathor y
el disco solar, relacionada con la inundación”, aclara el egiptólogo.
Hasta ahora sólo se tenía constancia, en publicaciones antiguas, del
hallazgo de “oxirrincos en el norte de la ciudad, pero momificados y con
su sarcófago”, añade Padró. También se habían encontrado en algunas
tumbas “los restos de un pez, pero sólo uno, y que habíamos interpretado
como una ofrenda alimentaria”, apunta Mascort. “Quizás ahora nos
tendremos que replantear otro significado ritual”, aventura.
Otro de los interrogantes a desvelar es la datación de los peces,
encontrados en niveles inferiores a los restos romanos de la necrópolis.
De hecho, días antes del hallazgo desenterraron una estatua funeraria
entera de un metro de altura y una cabeza, ambas de mujer. “Seguramente
romanas, una de ellas lleva la corona de la justificación, de los que
ya han pasado el juicio de Osiris”, explica Mascort.
Eje monumental con capiteles
Además de los peces, esta campaña de excavación en Oxirrinco también
ha obtenido otro resultado destacado: se ha encontrado un eje monumental
que atraviesa la necrópolis hasta llegar al Osireion, un templo
subterráneo dedicado al dios Osiris, único en Egipto y excavado en
campañas anteriores. “Ha salido una calle con porches, columnas
impresionantes, capiteles corintios y arquitrabes”, detalla Padró. “Se
trataría de un eje viario muy importante, seguramente con funciones
religiosas, que coincide con una calle que se aprecia en las fotografías
aéreas”.
Antes de finalizar la campaña, también se ha podido empezar a excavar
el primer edificio de este eje. “Se trata de una construcción
importante, con fachada en la calle, seguramente un templo que después
se cristianizó”, explica el catedrático.
Pocos días antes, se encontró en esta misma zona un mosaico romano.
“Bastante bonito, de formas geométricas, el primero que encontramos”,
analiza Padró. “Debería ser grande, pero sólo se ha conservado un
fragmento”. “El mosaico estaba más elevado, como si se tratara de un
reaprovechamiento posterior, lo que hace pensar que este eje monumental
es de época ptolomaica, además de la calidad de los capiteles que han
salido y las columnas enormes, seguramente de granito de Asuan”. “Es la
primera vez que encontramos restos monumentales urbanos dentro de la
necrópolis”, recalca.
La misión de Oxirrinco empezó el vigésimo año campaña el pasado 6 de
febrero y hasta el 13 de marzo con el apoyo del ministerio de Cultura,
la Universitat de Barcelona y la Societat Catalana d’Egiptologia.